Parte 2

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Con la incorporación de los Hi-Dragons a la batalla, los abismales se vieron obligados a reducir su agresividad y entrar en un ámbito más defensivo.

Esto se debe a que, de entre todas las fuerzas, los que recibían un mayor número de bajas fueron ellos. Y aunque sus números seguían aumentando gracias a los portales, este no se encontraba al ritmo en que las perdía.

Con este retroceso por parte de los abismales, el frente de batalla que se llevaba contra Alpha y luna, como de sus súbditos. Fue despejada para el avance de las otras dos razas.

Aunque este era el caso, la raza de los mil insectos no pareció interesarse mucho sobre ello, ya que no se molestó en disponer de una gran fuerza para atacarlos.

En cambio se enfocaron casi en su totalidad en contra de los abismales.

Pero este no fue el mismo caso para los Hi-Dragons, sino todo lo contrario.

Los Hi-Dragons no se molestaron siquiera en atacar a los abismales, salvo que estos se interpusieran en su camino. Toda su atención se encontraba en contra de los súbditos de Alpha y Luna, como en ellos dos.

Sus miradas eran frías, pero ocultaban la sorpresa y el miedo.

Esto se debe a que ellos podían ver algo que el resto no, o que simplemente ignoraron.

O para ser más exactos, podían sentir un gran parentesco con los súbditos de Alpha.

Este no fue en su apariencia claramente, ni mucho menos que ellos también fueran súbditos por debajo de un Lord.

Sino en la forma en que la fuerza de estos aumentaban.

Desde la mirada de los Hi-Dragons, ellos podían ver levemente y casi de forma indistinguible, como un tipo de energía externa a la que usaban, se iba acumulando en el interior de los súbditos de Alpha y Luna cada vez que mataban y devoraban a sus enemigos.

Y cuando esta energía llego a poseer un color mucho más claro y puro, se oscurecería automáticamente como si desapareciera. Volviendo a aparecer para seguir con el mismo proceso nuevamente.

Pero este no fue un siclo sin sentido, ya que esta energía no desaparecía en la nada.

En cambio fue absorbido por el cuerpo de ellos, y de forma no notable, sus fuerzas aumentaban aún más.

Para cuando sus enemigos se dieran cuenta de este fenómeno, ya sería en un punto donde no podrían hacer mucho. Sería muy tarde.

¿Pero cómo los Hi-Dragons se dieron cuenta de ello?.

Esto se debe a que ellos pasaron un proceso similar, pero muy distinto al de los súbditos de Alpha y Luna para ganar fuerza.

Ambos consistían en consumir energía, solo que distintas.

Los Hi-Dragons no nacían con sus ocho cabezas, en cambio, todos lo hicieron con solo una.

El número de cabezas representaba sus niveles de fuerza. Y mientras más tuvieran, más fuertes eran.

Y la forma en que ganaban sus cabezas no era luchando y devorando a sus enemigos. Ya que como sus mundos no lo tenían, y matarse entre ellos tampoco era algo permitido, todas las razas, además de ellos. Desarrollaron formas de aumentar sus fuerzas a través de distintos métodos.

En este caso, los Hi-Dragons devoraban la energía de origen de su mundo para fortalecerse. Sus cuerpos eran como pequeñas centrales nucleares en movimiento.

Y como no podían consumir la energía de origen infinitamente, el límite usual era hasta que tuvieran ocho cabezas.

Pasadas esas, solo era permitido para aquellos designados como generales y comandantes.

La dominación de los LordsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora