Renacer
Parte 1
Mientras viajaba, Tiang Ming sintió su pecho palpitar a la vez que la perla azul temblaba.
En su cabeza, una voz muy familiar resonó llenándolo de seguridad y energía.
"Ven.....Ven."
Esta voz solo emitió la misma palabra dos veces, sin siquiera dar mucha más explicación.
Aun así, Tiang Ming sabía qué hacer.
Con una expresión determinada, y al a vez con cierta excitación, Tiang Ming emprendió su vuelo a mayor velocidad.
Pero temeroso de encontrarse con enemigos, reprimió su aura al punto de desaparecerla.
Tiang Ming ya estaba al tanto de la invasión por parte de los exploradores de los otros Lords.
Al igual que el objetivo de estos en afán de tomar a los clanes y tribus como parte de sus fuerzas en la lucha por sobrellevar al mundo bajo sus dominios.
Él sabía perfectamente que en esta guerra ellos no tenían cobertura. Salvo que eligieran a un nuevo Lord a que servir, su supervivencia estaba en peligro.
Pero, por más que un nuevo Lord los dominara, aun así, su futuro no era del todo seguro.
Ya que las principales fuerzas que harán de escaramuza no será otra que su raza.
Es inevitable que de entre todos, ellos sean los más agotados y usados.
¿Pero que podían ellos hacer? Nada.
Solo podían agachar la cabeza y asentir, ya que todo intento de resistirse seria en vano cuando los verdaderos Lords llegaran y desataran la última lucha.
Pero esto no fue importante para Tiang Ming.
El simplemente no se molestó pensar en ello.
Tal vez sea por la destrucción de su clan, u otra cosa. Pero no era de importancia suya.
"Ven."
La voz resonó nuevamente.
Esta vez había un poco de prisa en ella. Esto hizo que Tiang Ming dudara por unos segundos, pero luego de eso desato toda su fuerza y cargo a mayor velocidad que antes sin molestarse en ocultar más su presencia.
Su figura fue como el rayo, rompiendo la barrera del sonido mientras avanzaba sin detenerse en absoluto.
..
.
Un pequeño árbol de olivo resplandecía con una luz verde y pura, dándole una apariencia divina y santa.
El latido de un corazón hacia estruendo en el aire, y junto a él, la luz emanada por el árbol de olivo seguía su ritmo.
A su vez, una extraña energía fluctuaba a su alrededor, esta hacia que la tierra en las cercanías rebosara de vitalidad haciendo que numerosas plantas crecieran a velocidades alarmantes, pero no duraban mucho antes que se marchitaran hasta convertirse en polvo y se mesclaran con la tierra.
Todo esto seguía el mismo ritmo de los latidos provenientes del Olivo.
Era extraño, pero a la vez fascinante.
Pero eso no era todo, en las ramas de este árbol, numerosas figuras humanoides con la piel verde se encontraban amarrados.
Sus ojos estaban cerrados, como si se encontraran en un profundo sueño del cual no parecía posible despertarse.
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La dominación de los Lords
RandomYo era solo un simple Neet que se la pasaba los días jugando y sin preocupaciones en la vida. Hasta que recibí un mensaje con una invitación a participar de la beta de en un juego, La dominación de los Lords. Al leer sobre el juego me pareció intere...