Una sensación de crisis se apodero del cuerpo de cada una de estas existencias al momento que sintieron un aura antigua emerger desde los cielos.
Era como si cada estrella del basto universo conformara un único ser, el cual poso su mirada en ellos e hizo que sus centros temblaran del miedo a sus represalias.
Compararlos con una hormiga y un elefante era arrogante a un nivel increíble, siquiera eran comparables a una partícula de polvo al lado de un planeta cuando se enfrentaron a tal aura.
La sensación de que solo un pensamiento de tal ser pudiera bórralos había dejado a cada uno de ellos colapsando en completo miedo.
"Aun no."
De repente una voz emergió desde todas las direcciones, era como si la creación misma estuviera hablando, ya que resonó directamente dentro del alma de cada uno de ellos golpeándolos fuertemente. Tal voz fue monótona y sin sentimiento, fue algo que provenía del pasado o del futuro y extremadamente etérea.
Pero estaba cargada de un poder absoluto, como si fueran las que dictaran las leyes irrompibles del fundamento de la existencia.
Aunque no era maliciosa, aun afecto el cuerpo de todos e inclusive el fuego de sus vidas comenzó a parpadear dándoles la sensación de que morirían en cualquier instante, esto solo aumento la euforia que sentían.
Todo esto hizo que se olvidaran del odio natural que sentían el uno con el otro en un instante.
Esta voz solo dijo una oración antes de que toda la presión desapareciera junto al aura.
La idea de que escaparon de tal crisis los dejo felices pero a la vez temerosos.
Todos se miraron nuevamente, pero esta vez sin atacarse. No se atrevieron a hacerlo.
Aquella oración fue clara y dio una pista.
Ellos sin duda debían luchar , pero el tiempo no era el correcto. En caso de que lo volvieran a intentar, no hacía falta imaginar el resto por desobedecer.
Aunque resignados, todas estas existencias se dirigieron a los portales que abrieron y regresaron a sus mundos.
Durante el intercambio, la existencia que lucho contra el árbol de Olivo dejo un pequeño regalo de despedida sin que este se diera cuenta de ello.
Al principio esta existencia dudaba si los cielos harían algo. Pero como no sintió ninguna represalia pensó que lo aprobaron, o simplemente no le importo demasiado.
Una vez que todos volvieron, cada uno de ellos bloqueo sus mundos, borrando sus auras para que de esa manera no se volvieran a irritar por la presencia de los demás.
Y sin que se diera cuenta de ello, un pequeño capullo de seda tan diminuto como un grano de arena se mantuvo en una de las ramas del Olivo.
La presencia de esta era muy escasa, como si no poseyera vida alguna.
Los eones siguieron pasando, llego un tiempo donde el capullo comenzó a mostrar una actividad inusual mientras se aderia mas profundamente a la rama en donde se encontraba. Mientras eso sucedia, en la cima del Olivo el huevo del mundo ya se encontraba cerca de su finalización.
La prueba de ello se podía ver en las ramas, las cuales comenzaron a perder su relumbrante brillo a medida que se iban marchitando a un ritmo lento.
Las hojas en sus ramas comenzaron a desprenderse, algunas viajaban con el viento, otras se mantenían flotando en los cielos. Mientras que las demás caían a la tierra.
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La dominación de los Lords
RandomYo era solo un simple Neet que se la pasaba los días jugando y sin preocupaciones en la vida. Hasta que recibí un mensaje con una invitación a participar de la beta de en un juego, La dominación de los Lords. Al leer sobre el juego me pareció intere...