Parte 3

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Cuando finalmente todos los Lords llegaron, el tiempo pareció detenerse

No hubo palabras que rompieran el silencio actual, o siquiera un movimiento por parte de ninguno de ellos.

Al igual que el Lord de los Hi-dragón, ninguno de los demás parecía haber puesto mucha importancia en Luna y Alpha. Ya que los ojos de todos estos estaban puestos en el primero.

Tan solo las miradas frías que poseían eran suficiente para discernir los pensamientos de todos.

Sus intenciones eran claras, él fue el objetivo primario en toda esta situación.

Pero por supuesto, no se olvidarían de los demás.

La batalla siguiente podría considerarse un gran avance para decidir el prometedor puesto al embrión de los cielos.

Pero ello, por más odio que tuvieran hacia el Lord de los druidas, ellos no permitirían que esto los cegara cometiendo el descuido de poder ser tomados por sorpresa por otro de sus hermanos.

Alpha y Luna tampoco realizaron ningún movimiento, tan solo se limitaron a observar quien sería el primero en tomar acción.

Ante tal tranquilidad, nadie pareció mostrar ningún signo de incomodidad o ansiedad.

A pesar de que todos, a excepción del Lord de la raza de los mil insectos, se encontraban presentes y eran enemigos.

La situación actual dio a entender la extraña idea que se trataba de una de aquellas reuniones de amigos, donde nadie tenía un tema en particular de que hablar. Lo que provocaba una atmosfera extraña.

Esto se mantuvo de esta manera por unos 2 segundos, los cuales parecieron una eternidad.

"¡JAJAJAJAJA!"

Pero de un momento para otro, toda esta tranquilidad se rompió por una repentina risa.

El poder tras esta fue suficiente para enviar ondas hacia todas direcciones.

Esta carcajada solo duro un breve segundo, y al finalizar el silencio volvió, pero no todo acabo con ello.

Al segundo siguiente una frase emergió.

"Morir"

Con su finalidad, una breve cantidad de círculos mágicos aparecieron, y de ellas, un aura de destrucción desbordo junto a una gran cantidad de energía.

La fuente de todo esto no fue el otro que el Lord de los Hi-dragón.

Sus ojos mostraron un odio venenoso y lleno de intención asesina.

Olvidándose por completo de los demás Lords, sus ojos se dirigieron hacia Alpha y Luna.

Las lenguas de energía que lo rodeaban se sacudieron y empezaron a moverse alrededor de todo su cuerpo.

La fuente de estas no fue otra que el mundo de los Hi-dragón, o para ser más exactos, su dominio.

Este comenzó a girar a una velocidad aterradora, y con ella, las lenguas de energía comenzaron a moverse más deprisa a medida que lo iban cubriendo.

Mientras esto ocurría, el aura que emitía su cuerpo fue en aumento, y con ello, los círculos mágicos empezaron a volverse más brillantes.

Aunque sabía que estaba cometiendo un error, no le importo.

Ahora que tenía su dominio con él, su fuerza se había publicado. Y como los demás Lords no trajeron sus dominios con ellos, él estaba en una clara ventaja.

La dominación de los LordsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora