♥"Montaña Rusa"♥

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|Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, son obra de Hiro Mashima creador de Fairy Tail, la historia y trama es completamente mía no se aceptan adaptaciones o copias.|

"Montaña Rusa"

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"Montaña Rusa"

[Sting Eucliffe & Jellal Fernandes]

Referencias para la lectura:

→ — Diálogo

Narración

Pensamientos
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Fue una pésima idea.

Sting había querido ir a la feria con su mejor amigo pues desde que ambos empezaron una relación no se había visto.

Entonces convenció a Jellal de salir y dejar un día libre a Gray quien visitaría a Natsu pues había estado enfermo. Rogue por su parte había salido en un viaje con otros compañeros, entonces se encontraban ella dos solos en una feria.

—Vamos Jell —Sting jaló el brazo del mayor por muchas atracciones, unas donde podían trabajar juntos.

—Ah, que bueno que acepte venir —Jellal sonrió emocionado manejado uno de los coches y chocando de frente con Sting— hace mucho que no salíamos.

Sting retrocedió y dio un golpe de frente al igual que Jellal— Lo sé, ambos hemos estado en esa fase de “enamoramiento todo es perfecto juntos” —Hizo comillas con sus dedos haciendo énfasis a sus recientes relaciones.

—Seguro y hasta te habías olvidado de mí existencia ¿A qué sí? —Jellal dio una vuelta rodeando a Sting y golpeándolo por la parte trasera.

—Arg. No por supuesto que no, es al revés ¡Tú te has olvidado de mi maldito mal amigo! —Sting echo su coche hacia atrás chocando con Jellal.

—¡Yo no soy un mal amigo! —Se defendió un tanto dolido por las palabras de su amigo golpeando otra vez.

—¡Si lo eres! —Sting devolvió el golpe y si siguieron hasta que aceptaron que parte de su distanciamiento había sido culpa de ambos.

Caminaron hasta que los orbes azules de Sting brillaron y arrastró a Jellal hasta una fila donde no sabía que era, y lo dejo pasar.

Eso hasta que llegó al frente y miro la montaña Rusa que estaba delante de ellos, entonces su corazón se detuvo—Sting... —Lo llamo pero fue ignorado cuando el rubio lo arrastró hasta unos lugares disponibles— Sting. —Volvió a llamar casi perdiendo su voz.

El juego atracó sin que Bella pudiese hacer nada más que cerrar lo ojos y agarrarse fuerte, apenas llegaron a la altura máxima vio por el rabillo del ojo lo alto que estaban y los cerro otra vez y ahora con sus manos.

Sting miro todo desde arriba y luego a Jellal que tenía los ojos cerrados.

—¡¿Que demonios haces no vas a ver nada?! —Sting intento destaparle los ojos cuando bajaron tan rápido que se le escapó un grito eufórico, Jellal se aferró a su asiento.

—¡Abre los ojos Jellal! —El juego dio una vuelta— ¡Ábrelos carajo! —Jellal negó rápidamente.

—¡Sting eres un pésimo amigo! —Le acusó con los ojos aún cerrados.

—¡Ya habíamos discutido eso Jellal fue culpa de ambos! —Se defendió mirando lo rápido que iba el juego y lo alto que estaban.

Entonces algo hizo click en su cabeza.

—¡Jellal! —Alarmado giro su cabeza al peliazul que estaba cerca de un colapso.

—¡¿Cómo pudiste olvidarlo maldito mal amigo?! —Jellal abrió los ojos mientras unas pequeñas lágrimas salían de sus orbes miel— ¡Sabes que odio las montañas rusas!

—¡Lo siento no se qué pasó! ¡Te recompesaré cuando bajemos! —Intento hacer que se calmara pero era tarde.

—¡Cierra tu jodida boca intento fallido de amigo! —Grito Jellal bajando otra vez muy rápido.

—¡Perdóname! —La gente que iba detrás de ellos dejo de lado la atracción para poner atención a la discusión.

—¡Cállate que si mojo mis pantalones te haré lavarlos con la lengua! —Jellal casi estaba a punto de sufrir un infarto cuando llegaron al final.

Toda la gente de atrás estaba en silencio mientras Sting abrazaba a Jellal quien se había desmayado antes de llegar.

—¡Un médico! —Grito alarmado y la gente se apresuró a auxiliarlo, Sting estaba tan asustado por pensar en la reacción de Gray que fue él es que casi se orina en los pantalones.

Tres horas más tarde regresaban del lugar en completo silencio.

—Lo siento. —Dijo por octava ocasión el Eucliffe.

Cállate ya bastardo —Jellal aún tenía los ojos hinchados por haber llorado— un día me las pagarás.

—Juro que lo siento, Jell... —No pudo decir más cuando un demonio estaba parado frente a la puerta de la casa de Jellal quien entro a su casa sin dirigirle la mirada dejándolo con Gray hecho una furia.

Mierda —Fue lo único que pudo pensar antes de que Gray le estampara su puño en su cara.

Sting lo había olvidado, sabía que Jellal era increíble en todo lo que hacía, pero le tenía miedo a las montañas rusas y eso todos sus amigos cercanos lo sabían y que su mejor amigo lo olvidara era algo cruel. Sting aprendió de la peor forma a recordar los gustos de sus amigos.

Nadie se metía con el seme de Gray Fullbuster esa era una regla.

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[Fin.]

Cuentos de Hadas [Fairy Tail]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora