IX: Plan B

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IX

Lorna, Amalia y Dylan estaban en la sala tirados. Ya habían resuelto el problema del laxante con Camila, y la habían dejado en el corral jugando. También habían tenido que lavar un poco el baño, luego de que Kevin había salido disparado hacia su auto a causa del mismo laxante.

-Se fue a la mierda mi ascenso. ¡Ese era el mejor candidato! ¿Qué modelo podrá venir hoy mismo a hacer una sesión fotográfica gratuita?-se lamentaba Amalia.

Su morena amiga la miró.

-Estoy tratando de conseguir a alguien. Relájate-la consoló.

-¡No me puedo relajar!-exclamó.-Esto es muy importante.

Amalia tapó su cara con las manos. Necesitaba que esas fotos se hicieran hoy, para que el fotógrafo tuviera tiempo de hacerles un buen retoque y ella tuviera tiempo de hacer un elaborado escrito.

Nunca le habían salido las cosas tan mal. Desde que Dylan llegó a su vida, nada ha vuelto a ser igual. Todo le salía al contrario de como lo planeaba, por primera vez en su vida se deja llevar por las pasiones en lugar de su lógica, hasta ha admitido más de una vez que no tiene la razón. Su mundo se ha puesto al revés, y esto no le gustaba. Ella le gustaba la rutina y la organización. No estaba acostumbrada a que sus planes fallaran, y el estar tan cerca de Dylan era lo más que sucedía.

-Permiso...

Amalia se levantó del sofá y caminó hasta la habitación. Se sentó en el borde de la cama y trató de maquinar algún plan B para que su proyecto saliera a flote.

Mientras tanto, Dylan y Lorna estaban en la sala, hablando.

-Ve y dale consuelo...-dice Lorna.

Dylan tose y la mira con los ojos como platos.

-¿Porqué demonios debería hacer eso?-pregunta él, algo nervioso.

Lorna gira los ojos.

-Se nota de lejos por qué camino va este "odio" que se tienen...-dijo ella.

La realidad era que Dylan si se sentía algo culpable por la situación. Desde que esta pequeña aventura comenzó, la vida laboral de Amalia había ido empeorando. Primero le dan una suspensión y ahora pierde la oportunidad de conseguir un ascenso. Sabía que no era completamente culpable de todo, pero algo le decía que indirectamente tuvo algo que ver.

-Iré a ver que le pasa...-menciona él, casi en un susurro.

Los labios de la morena se convirtieron en una amplia sonrisa.

La manija de la puerta se gira, y el cabello negro y despeinado de Dylan se asoma.

-¿Qué quieres? No necesito que arruines otra cosa más...tengo que pensar en un plan B-pidió ella.

Él no dijo nada y se sentó al lado de ella, pero no muy cerca, respetando su espacio.

-¿Qué haces?

-Vine a...ver si ya habías pensado en algo.

Amalia se mantuvo callada.

¿Qué le sucedía a Dylan? ¿Porqué venía a ver que hacía?

-¿Desde cuando te preocupan mis asuntos del trabajo?-rió de manera amarga.

La mandíbula de Dylan se apretó. Si ella lo que iba a hacer era discutir con él y reclamarle, entonces se iría. Sin decir nada más, se empujó con las manos de la cama y comenzó a caminar hacia la puerta.

Viviendo Bajo el Mismo Techo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora