XXVI
Amalia regresó a la habitación donde terminó de ponerse su maquillaje, a la vez que pensaba en la conversación con su padre. Específicamente habían dos preguntas en su mente: ¿En que revista o periódico salió aquel reportaje? y ¿Que excusa inventaría para no llevar a Dylan a conocer a su familia?
No era que se avergonzara o algo por el estilo. Solo que no le agradaba mostrar su vida privada como si fuera un espectáculo.
Vio la hora y era demasiado tarde. Terminó de ponerse su labial y cogió su bolso para salir hacia el desfile. Antes de salir, se despidió de Camila y le gritó un "Adiós" a Dylan. Corrió hacia el auto y arrancó.
Dylan salió de la ducha y fue hacia la cuna, donde Camila dormía. Los medicamentos de la tarde le daban sueño, y eso era algo que para la mayoría de las personas fuera positivo. Pero para él eran horas de aburrimiento. Le gustaba estar con Camila, se sentía alegre. Ella contagiaba felicidad.
Aprovechó que no tenía nada que hacer, y llamó a Armando y a dos amigos más para ver el juego de soccer que se transmitiría esa noche. Al poco tiempo, tocaron la puerta y Dylan fue abrir. Al ver la entrada de su casa, se encontró con sus invitados cargados de cervezas y con bolsas de papas y comida.
-¡Dylan! ¡Vamos a entrar! Tenemos que preparar la salsa especial de Guillermo para los nachos antes de que comience el partido-dijo Alejandro.
-Eh, lo siento, pero no pueden traer cervezas a la casa-se disculpó.
-¡¿Cómo?!-exclama Guillermo asombrado.
-Stone me dejaría en coma de un golpe-dice Dylan.
-¿Stone? ¿Amalia Stone? ¿Estás saliendo con Amalia Stone? ¿No la odiabas?-pregunta Alejandro más sorprendido que antes.
Armando se acercó a Dylan, en lo que Guillermo y Alejandro hacían hipótesis de como pudo haber sucedido ese suceso.
-Vamos, Dy. Amalia no está y no llega hasta tarde. Le diré a Lorna que me diga cuando salga para acá. Nos llevaremos toda la basura y no dejaremos evidencia-trata de convencerlo.
Dylan lo piensa un rato. Estaban en su casa, podría controlar cuanta cantidad de alcohol consumían y eran unos pocos amigos. No podría pasar nada malo. Lo tendría todo controlado, así como Stone.
-Bien. Pero nadie borracho, ¿si?-acepta él.
-¡Eres el MVP, Dylan!-exclama Guillermo con un brinco y se hace paso entre ellos para entrar a la casa.-¡Mi salsa de nachos especial está en camino! ¿Donde está la cocina? ¡Ya la vi!
Los demás entraron y dejaron en las cosas en el suelo.
-¿Qué es esto? ¡¿Un biberón?! ¡¿Porqué hay aquí un biberón?! ¿Dylan? ¡Ya embarazaste a Amalia! ¡Eres rápido, amigo! Y eso que no se llevaban bien. Que sorpresas da la vida, eh. Tal vez tenga oportunidad con JLo, ¿no?
-¡Cierra la boca, Guillermo! Ponte a cocinar que se nos pasa el juego-dice Armando.
-¿Preñaste a Amalia?-pregunta Alejandro.
Dylan rueda los ojos.
-No preñé a Amalia y no vinimos a hablar de mi vida. Vamos a disfrutar de una noche de machos-dice Dylan emocionado.
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Amalia recién entraba al local de la actividad y no encontraba a Lorna por ningún lado. Metió la mano en su bolso para darle una llamada, pero no lo sentía en ningún espacio de su cartera.
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Viviendo Bajo el Mismo Techo
Novela Juvenil"Puede que no te parezca correcto, pero si tu corazón está tan acelerado como el mío en este momento, entonces continuemos". La muerte de sus mejores amigos le deja a Amalia y Dylan una sorpresa poco agradable. Y es que, si convivir con alguien que...