XXXIII
Amalia entra a la casa frustrada y busca rápidamente su celular. Hizo un sinnúmero de llamadas a Dylan y no recibió ni una respuesta, por lo que tuvo que mandar un texto a Armando preguntándole a dónde había ido Dylan. Recibió una respuesta de él a los minutos.
"Está en la casa de sus padres" ponía el mensaje. "¿Estás bien?"
Amalia le agradeció y se fue a la cama. Ella sabía que Dylan no estaría mucho tiempo fuera. Volvería mañana o al día siguiente cuando se le pasara el calentón.
Cerró los ojos y trató de dormir. Pero solo fue eso. Un intento de descansar, ya que el insomnio se apoderó de ella por completo. Tanto fue así, que se levantó de su cama luego de cuatro horas de intentar conciliar el sueño, y fue directamente a la cocina a preparase algo de café. Si, café. No es lo más recomendable para el insomnio, pero el café era su mejor compañero en momentos de estrés y conflictos.
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-¡Hijo!-exclama Cristina, la madre de Dylan, desde el umbral de la puerta.-¿Eso que traes es un bulto? No traigo mis lentes-dice la señora enfocando su vista.
-Hola, mamá-dice Dylan mientras se va acercando más a la puerta principal de su antiguo hogar.-No. Lo que traigo no es un bulto, es...
-¿Esa es Camila?-interrumpe Diego la oración apareciendo detrás de su esposa.
-¿Porque vienes con la niña?-pregunta Cristina.
-Tuve una discusión con Stone, y no tengo pensado regresar allá-dice Dylan, llegando justo frente a sus progenitores.-Espero que no les moleste que me quede con ella unas semanas en lo que habló con el dueño de mi antiguo departamento.
-Claro que no, hijo. Puedes estar el tiempo que desees-menciona Diego, tomando en brazos a Camila.-Pero estoy seguro de que las cosas se arreglarán con Amalia.
-Esta vez no. Ella ya eligió-susurró él, bajando la mirada para ver los movimientos nerviosos de sus piernas.
Levanta su rostro para ver como sus padres lo miran con cara se duelo. Él le dedica una sonrisa y ambos padres le dan un fuerte abrazo de grupo, teniendo cuidado con Camila.
-Vamos adentro. Podremos hablar con más calma-dice Diego, una vez se separan del abrazo.
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Unos golpes en la puerta principal hicieron que Amalia se despertara de golpe. Miró a su alrededor desorientada. Estaba en el comedor. Al parecer se había quedado dormida allí mientras se tomaba su café, ya que logró ver la enorme taza con un poco del preciado líquido adentro aún.
Amalia se levantó rápidamente, viendo la hora en su reloj. No era tarde, pero tampoco tan temprano como acostumbraba. Se apresuró a abrir la puerta. Sabía que Dylan regresaría. Era una simple pelea. Él nunca se iría por demasiado tiempo.
Prácticamente corrió hacia la puerta principal y preparada para brincar a coger a Camila en brazos, abrió y se encontró con Migdi. Cosa que la desanimó bastante.
-Buenos días, señorita Stone. Que extraño que ni usted ni Dylan hayan respondido sus celulares ni atendido a la puerta. Normalmente ya hay movimiento en la casa a esta hora. ¿Tuvieron una noche divertida?-pregunta ella con voz pícara e insinuando algo que definitivamente no pasó.
Amalia bajó la cabeza y suspiró.
-No, Migdi. Dylan se fue anoche. Con Camila-dijo ella.-Creo que no hay mucho que puedas hacer aquí ahora mismo...
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Viviendo Bajo el Mismo Techo
Teen Fiction"Puede que no te parezca correcto, pero si tu corazón está tan acelerado como el mío en este momento, entonces continuemos". La muerte de sus mejores amigos le deja a Amalia y Dylan una sorpresa poco agradable. Y es que, si convivir con alguien que...