Extra: Adiós, lindo.

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Adiós, lindo.
(Historia del primer encuentro)

—¡Nos vemos, mamá!—girtó Amalia justo antes de cerrar la puerta del auto de Genésis.

Iba por fin a conocer al chico que traía a su amiga loca. A "conocerlo". Ya saben, supuestamente, ya que aunque Génesis no supiera, Amalia había hecho una investigación profunda del sujeto que intentaba conquistar a su amiga.

—¡Por fin lo conocerás en persona! Él irá con su mejor amigo igualmente. Y creéme, ya vi fotos de él y es tremendo papi. Deberías aprovechar—le echó una guiñada su amiga.

Amalia rodó los ojos.

—Sabes que las relaciones no son lo mío, Génesis. Pero tal vez si está muy bueno podamos darnos un paseo por un motel.

Génesis rió y Amalia la siguió.

—¡Eres una pervertida!

—Es broma—rió Amalia.

—¡Si, claro! No te creo nada.

Cuando Genésis dejó su auto estacionado en la casa de el amigo de su recién novio, ambas chicas bajaron del auto. Inspeccionaron su ropa, maquillaje y cabello y luego se encaminaron hacia la entrada. No hicieron más que tocar la puerta cuando un chico moreno se acerca y saluda con una botella en la mano.

—¡Bienvenidas, hermosuras!—sonrió—Soy Armando. Me imagino que tú eres la novia de mi amigo Antonio. Pasen, pasen.

Armando se hizo a un lado y dejó pasar a las chicas. Era un ambiente demasiado cargado para el gusto de ambas, aunque un poco más agradable para Génesis que para Amalia.

Agarradas de mano se abrieron paso hasta la cocina, donde la madre de Armando trataba de mantener orden con las bebidas.

—¡Como vea a alguno vomitando en mi casa lo limpiaré con su cabello! ¡Lo juro!—gritó ella, a la vez que le quitaba una botella de cerveza a una chica.

Amalia sintió un apretón más fuerte de pronto, y vio como Genésis señalaba a alguien con su dedo. La pelirroja la siguió y allí un chico de cabellos rubios se le lanzó a los brazos a su amiga.

—Me alegra mucho verte—le dijo Antonio a su amiga.—¿Y donde está Amalia? Es hora de conocerla en persona.

—¿Qué tal?—saluda Amalia sonriente—Te estaré vigilando de cerca, amigo.

Antonio sonrió y le saludó con un amistoso y corto beso en la mejilla.

—Ya lo se, Amalia—rio él—tomen asiento. ¿Les busco una cerveza?

—Yo quiero una. Amalia no toma—dice Génesis—Traéle refresco.

Amalia le sonrió a Génesis, agradeciéndole por darle todos los detalles. Su amiga se sentó en el sofá que quedaba atrás de ella, y Amalia la iba a imitar y cuando se iba a lanzar al asiento, una persona la empujó y tomó su lugar.

Amalia, se dio la vuelta molesta, lista para discutir con quién fuera. Se encontró con un chico de cabellos negros, piel bronceada y ojos verde con sus brazos puestos encima de su cabeza y una enorme sonrisa burlona en sus labios rosados.

—Lo siento, linda. Estaba aquí antes—le lanzó una guiñada.

—¡Tu eres Dylan! ¡El mejor amigo de Antonio! Jamás pensé que fueras tan idiota—exclamó Génesis sorprendida.—Sal del asiento.

El chico se encogió de hombros, para luego seguir su conversación con un grupo de chicos que estaba a su lado.

—¡Hey, chicas! Aquí está la cerveza, Génesis y un refresco para Amalia—dijo Antonio entregándole a cada una su bebida.

Amalia miró a Génesis, que aparentemente había tenido la misma idea que ella. Ambas se sonrieron y cuando Génesis asintió con su cabeza, Amalia hizo una imitación de un pequeño tropezón y dejó caer su vaso encima del chico que le robó el asiento.

—¡¿Qué demonios te pasa?!—gritó el chico poniéndose de pie y dejando caer los cubos de hielo que estaban sobre si falda.

—Ups—sonrío Amalia, mirándolo directamente a los ojos en forma de reto.

—El baño está por allá—le señaló Génesis.

—Adiós, lindo—dijo Amalia en forma de burla, a la vez que se sentaba en la silla que ya había dejado disponible el chico.

—Eres increíble, ¿eh?—murmuró para si.


Hola a toditos
Estoy feliz de actualizar nuevamente.
Sé que esto es algo cortito, pero mi idea es hacer estas pequeñas escenas mostrando un poco más de lo que fue el inicio de la relación de Dylan y Amalia.
Espero en esta semana poder ir subiendo dos o tres escenas más.
Los quiero. Besitos de coco para ustedes xx.


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