—Otra vez—Miro a mi alrededor.
Estaba en el mismo ambiente, pero el lugar era diferente al anterior. Miro mi tobillo antes de caminar y no tenía nada que me impidiera caminar. Así que comencé a caminar a pesar del dolor que tenía, a la cual me fui acostumbrado. No comprendía nada de lo que me estaba pasando. Óseaantes soñaba con unicornios, fama aventuras, soñando en el mismo lugar ya no era algo normal.
Hace como unos minutos atrás estaba caminando en el medio de la nada ya ahora estoy al frente de un castillo, que no sé si me debería dar miedo. El castillo no era tan grande, pero era lo suficiente grande para nombrarlo así. Empecé a caminar a la puerta y los pasos se sintieron más pesados y mi cuerpo también. Mi garganta ardía por el gran grito que había sacado desde lo más profundo. No sé qué eran, pero daban de todo tipo asco, pena y miedo. Forcejeo intentando de salir del suelo que me iba consumiendo, como si fuera arena movediza, sin embargo, manos salieron del suelo y se aferran a mis piernas siendo tragada por el mismo suelo. Podía escuchar perfectamente que esas cosas querían decirme algo, aunque el tacto de algo sólido caer en mi cabeza hizo que todo lo viera negro.
—Hey —Escucho a lo lejos. —Oye despierta dormilona. —Me sacude Marco de un lado a otro mientras el ladrido de su perro y su lengua tocar mi mejilla hacen que caiga en razón. Me siento más cómoda en el sillón viéndolo a ambos. —Te quedaste dormida viendo la serie. —Coloca su mano en mi cabeza despeinándome.
—Perdón—Miro la televisión como dos chicos peleaban contra un hombre que vestía de una chaqueta crema larga y sus ojos eran un azul intenso. El dolor de cabeza se hace presente causando que colocara las manos sobre mi cabeza.
—¿Todo bien? —Pregunta Marco cogiendo el plato lleno de nachos con queso sentándose en el mueble grande.
—Sí, es solo un dolor de cabeza. —Respondo parándome del mueble para ir a la cocina. —Tomare unas pastillas e iré a caminar un poco. —Le aviso antes de salir de la sala.
—¿Quieres que te acompañe? —Cuestiona casi gritándome desde la sala.
—No—Le respondo con la pastilla en mano. —Estaré bien, no te preocupes. —Me tomo la pastilla.
Busco el abrigo que estaba encima de una de las sillas en el comedor y cojo el móvil con sus audífonos. Salgo de la casa deseando a que este dolor tan pesado desaparezca.
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Psicóloga-Tom Lucitor y Tú-(Fanfic)
FanfictionTodas las personas sufren de variaciones en su vida diaria ya sean estados de animo (Mayormente). En situaciones obtenemos por tener un objetivo que nos alegra y nos da activa positivamente. Por el contrario, si pensamos en situaciones malas del pas...