Psicóloga-Tom Lucitor y Tú-(Fanfic)

Capítulo 39

Yo sabía más o menos lo que podía estar ocurriéndole a él y eran sus emociones; después de tantos años está empezando a sentir tristeza, alegría, enojo, celos, desesperación y muchas otras emociones de manera correcta, aunque de golpe. Sin embargo, las lágrimas del no dejaban de caer y su cuerpo estaba temblando.

—Respira—Le digo haciendo la acción para que se uniera conmigo y lo hace. —exhala—Ambos a la vez soltamos el aire retenido esta vez mirándome a los ojos. —Respiraexhalarespira—Repetimos varias veces hasta por fin lograr calmarse.

—Gracias—Me abraza y le respondo el abrazo. —No sé qué haría sin ti—Se separa de mi besando mi frente y colocando sus manos en ambas mejillas volviéndonos a mirarnos a los ojos.

El silencio comienza a sentirse en el ambiente solamente escuchándose la respiración un poco agitada de Tom. Mis ojos no dejaban de ver los suyos, un color rojizo no muy oscuro ni muy claro era un color único para mí no jamás visto. Coloque mi mano encima de su mano derecha sonriéndole un poco sin mostrar mis dientes y lo menos que me esperaba en largo tiempo sucedió.

Sus labios chocan con los míos creando un beso con mucha lujuria. Poco a poco nuestros cuerpos se colocaban en el suelo, mis manos rodearon su cuello y la suya bajo a mi cintura mientras que su brazo estaba en el suelo sosteniendo su cuerpo a que no estuviera completamente encima mío. Nuestros labios se movían lentamente, nuestras lenguas comenzaron a explorar cada centímetro de ellos y sus dientes fuertemente pellizcaron mis labios cayendo en razón separándome de el con tranquilidad.

Nuestras respiraciones estaban agitadas, el latir de mi corazón estaba a mil por segundo, su sonrojo se podía notar en toda su mejilla hasta el puente de su nariz, mis mejillas ardían a mas no poder y mis manos recorrían su cabello y cuerpo hasta llegar a su pecho sintiendo el latir de su corazón.

—Tom y que pasara con Sta—Sus labios volvieron a unirse con los míos besándonos nuevamente.

—Dejemos a Star para otro momento sí. —Susurra encima de mis labios teniendo un escalofrió que recorrió desde mi cuello hasta el final de mi coxis.