Psicóloga-Tom Lucitor y Tú-(Fanfic)

Capítulo 1

Miraba a mi alrededor entre la multitud a mi primo Marco. Se supone que no sea un problema en identificarlo ya que él se parece a mí demasiado, casi así que no nos parecemos primos. Estábamos a comienzos de verano y que mejor que pasarla con tu primo favorito entre todas las personas en el mundo. Aunque eso sí, me incomodaba un poco el hecho de que puede ser la última vez que lo vea después de estas pequeñas vacaciones porque luego iré a estudiar psiquiatría en España Madrid.

Un chico alto y apuesto se puede divisar a lo lejos buscándome entre la gente. Corrí con las ansias del mundo sin empujar a la gente y al llegar a él... brinqué abrazándolo con mis pies y brazos. Luego de los minutos me bajo, colocando mis manos en sus mejillas que eran rosadas, era como me lo imaginaba desde un principio. Piel canela, ojos cafés oscuro, su pelo casi negro un poco largo e ondulado, sonrisa imperfecta pero especial y lo más que amaba ya que ambos lo teníamos, su lunar en el lado derecho de su mejilla.

Con entusiasmo fuimos al auto colocando mi maleta en el baúl, montándonos en ella y hablando de cuantos temas se nos podía pasar por nuestra mente. Amaba estar en México en donde nací principalmente, pero fui criado en Canadá, creando que mis creencias y cultura se fueran a la mierda. Aunque con todo eso mi carisma y lenguaje a decir así aún seguían intactos. Los nervios no se notaban tanto porque los estaba controlando un poco, mis emociones de ver a mis tíos se podían notar a mil.

El auto no había terminado de estacionarse y me bajo de ella casi cayéndome. Corrí directo a la entrada con las intenciones de entrar como Juan por su cada. Al abrir la puerta un peso grande se me abalanza encima haciendo que me cayera al suelo de a una. El mamífero me lamio por donde sea y ladraba a todo dar encima de mí llamando la atención a la pareja adentro. Ellos al notarme rápidamente me quitan el perro de encima entre risas casi en lágrimas y me ayudan a parar del suelo para luego abrazarme.

Ya dentro de la casa y con maletas en mano nuevamente, Marco me dirige a mi nueva habitación. La habitación era bastante grande, las paredes pintadas de un color pastel con alfombras negras y una cama matrimonial, con un escritorio y una estantería con muchos libros algo que sería de mucha ayuda por si algún día me aburro, me podía entretener en ello. Me acerque al escritorio viendo un marco con una fotografía de ambos cuando éramos niños. Hace más de siete o diez años que no vengo a esta casa y las memorias en esta habitación eran demasiados. A mi lado se asoma mi primo y rápidamente lo abrazo fuertemente.

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Hola holaaaaaa  Espero que esto sea un buen comienzo entre el lector y la escritora y que tengamos una buena comunicación. Las amodoro mucho mis locari@s hasta el próximo lunes.
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