Toda la vida en tu abrazo.

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¡Hola! Esta semana tuve más tiempo libre para escribir, y supongo que las noticias de un posible momento Bechloe en PP3 nos revolucionan de alguna forma y me dieron inspiración. Espero que les guste, y si se animan, me cuenten qué les parece lo poco que van leyendo de esta historia.

La alarma sonó esa mañana, y por primera vez en mucho tiempo, no me quejé al escucharla. Chloe había respondido la noche anterior, estaba más cerca, sus padres se quedarían en Nevada y ella llegaría sola hasta Los Ángeles. Le envié la ubicación exacta, me dijo que saldría de su casa a las cinco, porque el tráfico era más tranquilo, y tenía aproximadamente cuatro horas hasta llegar.
Mi reloj marcaba las ocho, acomodé mi habitación y fui a preparar el desayuno. A esa hora todavía no hacía demasiado calor, pero teniendo en cuenta que estábamos en junio después seguro subirían unos cuantos grados, así que una camiseta de mangas cortas estaba bien. Até mi cabello, casi siempre lo tenía atado cuando estaba en casa, me era más cómodo para realizar la limpieza diaria. Desde que vivía sola, mantenía todo ordenado y limpio, algo de lo que mamá se sentiría súper orgullosa.
La isla desayunadora de la cocina y los taburetes de madera haciendo juego eran mi parte favorita de la casa, me senté y traje la computadora más cerca mientras comía las tostadas y tomaba el café. Leí los periódicos, revise los correos electrónicos y por supuesto, puse algo de música. Todo estaba en orden, tranquilo, el día se veía hermoso desde la ventana, y podía escuchar a los hijos del vecino jugar con su cachorro.
Le escribí a mamá para desearle un buen día, y luego también lo hice con papá. De alguna forma quería que las cosas entre nosotros fueran mejores y para él era importante que me acordara de su existencia al menos dos veces en la semana. Mamá respondió al instante, y papá un rato después. Los dos preguntaron si Chloe había llegado, y eso no ayudaba a mi ansiedad por verla llegar. Su mamá también me escribió para pedirme que le avisara cuando ella estuviera ahí. Era la primera vez que salía sola en un camino como ese, y estaba un poco nerviosa.
Me senté en la sala, encendí el televisor y estaban pasando un especial de Harry Potter en Warner Bros. Esas eran las únicas películas que no me aburrían nunca, así que no me parecía mala idea estar todo el día en el sofá hasta que terminara la octava película.
A mitad de la cuarta, el auto blanco estacionó frente a casa, y por fin me sentí aliviada porque Chloe ya no estaba conduciendo por lugares que no conocía. Salí por la puerta, caminé a paso lento mientras la veía bajar del auto con sus lentes oscuros, el cabello suelto y un sencillo vestido blanco de esos que ella acostumbraba a usar cuando hacía calor.
- Me dijeron que aquí vive Beca Mitchell.- comentó mientras se acercaba por la pasarela que conducía a mi puerta. Estaba sonriente, radiante, el sol le sentaba tan bien.
- Ella está esperando visitas ahora.- seguí en el juego y cuando estuvo frente a mí la tomé por la cintura para acercarla.- Pero creo que puede decirles que no vengan.- atrapé sus labios entre los míos, nos besamos con extrema suavidad, como dos niñas tímidas dando su primer beso pero sin la torpeza y los nervios de la primera vez.- Bienvenida a Los Ángeles, Chlo.
- Que linda bienvenida.- rodeó mi cuello con sus brazos y saqué sus lentes para poder ver sus ojos.
- Así está mucho mejor.- dejé un corto beso en su mejilla y ella se sonrojó. Podía jurar que nunca antes la había visto sonrojada, ella era la que producía eso en la gente con frecuencia pero nunca estaba del otro lado, sin embargo no hice comentarios sobre el tema.- Veo que no había más lugar en el auto.- señalé su auto, lleno de cajas tanto atrás como adelante, y las valijas con su ropa atadas sobre el techo.
- Papá hizo que todo entrara como un rompecabezas, supongo que no quería seguir manejando. No sabía que tenía tantas cosas hasta que empecé a descartar lo menos necesario en Nevada.- se soltó de mí y cruzó sus brazos al mirar hacia el auto
- ¿Cuántas de esas cajas tienen zapatos?
- Sólo dos.- su gesto de niña inocente me hizo sonreír.
- El armario gigante de mi habitación siempre me quedó bastante chico de todas formas...- reflexioné en voz alta y gané una gran sonrisa suya.- Ven, te mostraré la casa antes de bajar todo del auto.
Entramos, le mostré toda la planta baja, incluido el comedor que Aubrey había decorado para la reunión de las Bellas que todavía no se había llevado a cabo. La sala de estar con sus respectivos muebles de madera y el espacio libre donde Chloe pensó que quedaría bien un mural de fotografías, ella era buena en eso y por supuesto que iba a darle el visto bueno para que lo hiciera.
El cuarto de huéspedes era pequeño pero bastante acogedor, y las dos coincidimos en que Aubrey tendría que ocuparlo pronto.
La cocina la dejó con la boca abierta, porque no esperaba algo tan grande para alguien que no cocinaba. La pelirroja amó la isla de madera y los taburetes a la altura, la forma en que la mesada rodeaba dos paredes y los electrodomésticos plateados para no desencajar. Por supuesto que tuvo que burlarse de mí por tener un lugar tan grande para hacer alguna comida rápida o calentar cosas en el microondas, pero no esperaba menos, incluso mamá se había burlado por eso.
Sin dudas ella estaba fascinada con esa parte de la casa, con el ventanal que daba al patio trasero y las alacenas oscuras sobre paredes blancas.
Del patio trasero el único comentario que recibí es que no podía entender cómo no había puesto una hamaca paraguaya entre el árbol y la pared. Nunca se me había ocurrido a decir verdad, pero era una excelente idea.
Fuimos arriba, subiendo las escaleras tenía un amplio espacio común que en general vivía oscuro, y tres puertas. Una puerta era del baño, la otra de una habitación que nunca ocupé y por supuesto mi habitación. Mostré orgullosa que todo estaba ordenado, limpio y con excelente decoración. Era amplia, increíblemente amplia y cómoda, tenía la cama, dos mesitas a los lados por estética simplemente porque usaba sólo una, un asiento que daba a los pies de la misma, y una biblioteca pequeña en una esquina. Mis equipos estaban a un lado, y del otro el asiento con almohadones de la ventana. En una pared estaba la galería que ella me había regalado, y en la otra tenía un cuadro que mamá había pintado. Adentro había dos puertas, una conducía a mi propio baño y la otra al armario. En verdad era grande, y había espacio para todo lo que Chloe tenía. Se sentó en la ventana, observando todo a su alrededor, y yo estaba a los pies de la cama, mirándola.
- ¿Qué te parece mi pequeño hogar?- pregunté.
- Que es muy grande para una sola persona.
- Lo es, definitivamente.
- Pero es hermoso, todo está tan lindo.
- Tengo que darle crédito a Aubrey por eso, me ayudó mucho cuando estuvo aquí. De hecho me sugirió que moviera mis equipos a la habitación de al lado pero me quedaba más cómodo todo aquí, supongo que ahora tendré que hacerlo.
- A mí no me molestan, aunque si decides hacerlo, puedo sugerir muchas cosas para ese cuarto.
- Me agradan los cambios.
- ¿Qué hiciste con la Beca que odiaba cambiar sus cosas de lugar?
- Esos cambios, en realidad.- sonreí.- Los que haces en la casa.
- Ven aquí.- estiró su brazo aunque estaba lejos, y me acerqué para que me abrazara entre ellos. Me senté a su lado, le di la espalda y descansé mi cabeza en su pecho.- La primera noche alejada de Barden fue muy dura, ¿sabes? Nadie me preparó para eso nunca, estaba realmente triste, extrañaba mi cama y a las chicas molestando en la madrugada. Sólo pensar en ti me hizo sentir mejor, saber que vendría a vivir contigo me hizo sonreír en medio de toda esa horrible angustia.
- Me alegra saberlo.- encogí mis piernas y dejé de acariciarla para apretar sus brazos alrededor de mi cintura.- Los cierres de etapas pueden ser frustrantes, pero hay que aceptar el paso del tiempo con sabiduría. Las nuevas etapas pueden traer cosas mucho mejores.
- Una de esas cosas está entre mis brazos ahora...
- Cursi.- bromeé y ella rió para luego dejar un beso en mi cabeza.- ¿Avisaste a tus padres que estás aquí ya?
- No, lo olvidé.- sacó su móvil del bolsillo y lo puso frente a mí, abrió el grupo de chat de su familia y avisó que estaba sana y salva en Los Ángeles.- Mamá no quería que viniera sola, y papá quería que tuviera la experiencia. Fue una discusión bastante ruidosa.- me contaba mientras abría la cámara frontal de su celular.- Quédate ahí, necesito nuestra primera foto de convivencia.
Chloe era buena capturando momentos, aprovechaba la luz y la perspectiva. En esa posición no sólo nos veíamos insoportablemente adorables, sino que tanto sus ojos como los míos brillaban por el sol, los de ellas en ese azul cielo que cualquiera envidiaba, y los míos que usualmente eran de azul oscuro, se notaban perfectamente a la luz natural que entraba por la ventana. Chloe ladeó un poco la cabeza para que la mía no la tapara, sonrió mostrando los dientes y yo hice lo mismo.
- Es una excelente foto.- le dije y ella acercó el móvil más cerca de sus ojos.
- Me encanta cuando haces eso.
- ¿Qué cosa?
- Cuando sonríes así.- me mostró la foto.- Parece que estás mordiendo tu lengua. Sólo lo haces cuando tu sonrisa es demasiado sincera.
- No lo había notado...- la observé con detalle y vi que efectivamente lo estaba haciendo.- ¿Crees que puedas imprimir esa fotografía para mí? En verdad me gusta.
- Está bien.- tenía su móvil frente a mí y podía ver todo lo que estaba haciendo. La publicó en Instagram sin agregar filtros, y la descripción sólo era un corazón amarillo al lado de la etiqueta con mi nombre.- Le doy cinco minutos a Aubrey para comentar.
- Aubrey puede ser tu mejor amiga pero la reina de las redes sociales se llama Stacie Conrad. Le apuesto dos minutos a ella.
- Tengo mis dudas, estoy segura que Aubrey tiene activas las notificaciones para mis publicaciones.
- Chloe, no subestimes mi instinto con las Bellas...- regresé a la foto que recién subía y tenía dos nuevos likes de personas que yo no conocía.- Y aquí lo tienes...
- No lo puedo creer.- dijo al ver que Stacie había comentado.

Lo que dicen sus ojos- BechloeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora