Chloe guardó la caja con mis cosas en la parte trasera del auto, ya había sacado las fotos y algún que otro anotador de mi escritorio, me llevaba también la placa con mi nombre y algunas tonterías que durante esos años habían quedado ahí. Regresamos a la oficina para firmar decenas de papeles, y quizás despedirme del lugar que me había acogido dos años. Con Hunter no era un despedida, seguiríamos siendo amigos y tendríamos la oportunidad de compartir alguna cena con su esposa y Chloe en otra oportunidad. Sí lo llené de agradecimientos por lo que había hecho por mí, y le pedí que siguiera confiando en su instinto con los chicos nuevos.
Antes de entrar al ascensor, Freddie salió del estudio de grabación y no tuvo otra opción que saludarme.
- Escuche que te vas...- comentó mientras esperábamos que la puerta del elevador se abriera.
- Así es. Vine por mis cosas hoy, la semana entrante empiezo a trabajar en Sony.
- Hace casi veinte años esta empresa no tenía oportunidades como esa.- se abrió la puerta que esperábamos y me dejó entrar primero. Los dos íbamos a planta baja.- No escuché el material que has producido pero me dijeron que tiene potencial.
- La gente habla bien de lo que estás haciendo con la banda también, te felicito.- fui cordial, en realidad no había escuchado comentarios de él.
- Sony no vino por mí...- se rió despacio y un poco desilusionado.
- Ya tendrás oportunidad, después de todo me ganaste a esa banda en la última elección de productores.
- Estabas destinada a cosas más grandes, supongo. Te felicito.- estiró su mano y la tomé con cierta duda en mi rostro.- Compraré ese disco cuando salga.
- Lo agradecería mucho.- sonreí y la puerta estaba a punto de abrirse en planta baja.- Cuando termines tu trabajo con la banda, avísame, a mi novia le gusta ese tipo de música y quizás considere comprar el disco también.- fue un tono burlón y por fin, después de dos años, ví que él sonreía honestamente. Di un paso afuera del elevador y Chloe me esperaba en la puerta del edificio.
- ¿Ella es tu novia?
- Sí.- respondí con una sonrisa tonta en mi rostro.
- Creo que ganaste en todos los ámbitos.- comentó sin quitarle la vista de encima, yo reí porque era cierto.
- Gracias, supongo.- lo miré antes de dirigirme a la puerta de salida.- Te veo por ahí Freddie.
- Si nos recuerdas cuando estés en la cima.- sonreí, sabía que bromeaba.- Adiós Mitchell.
Salí por esa puerta dejando mi tarjeta de ingreso en la mesa de entrada, ya no la necesitaba y eso me ponía un poco nostálgica. La discográfica había sido mi lugar para empezar a tejer todos los sueños locos que traje desde Atlanta, pero además había sido mi escapatoria de todas las cosas que había dejado ahí y que extrañaba todo el tiempo. Me estaba yendo, nostálgica pero feliz.
Chloe estaba esperándome, apoyada en el capó del auto y sonriendo orgullosa. Me acerqué y extendí mi mano para que ella la tomara y automáticamente pusiera una mínima distancia entre nosotras. Me besó antes de subir al auto y emprender el camino a la carpa donde Nicole daría su fiesta.
Llegadas ahí, me presentó con su equipo de trabajo, ellos le explicaron lo que tenía que hacer y ella puso manos a la obra. Me quedé sentada al lado de la cabina de DJ.
Chloe no era la encargada de las fotografías de esa noche, pero estaba ahí para aprender más sobre su rol en el equipo. En otro evento ella sería la encargada de armar "el mejor escenario posible" para tomar las mejores fotos. Eso implicaba trabajar al lado de los decoradores y la gente encargada del armado de estructuras. Chloe iba a decirles cómo quería que se viera el lugar según sus necesidades, y a decir verdad, las Bellas le habían dado la experiencia necesaria como para tomar el mando en situaciones como esa.
La fiesta de Nicole era en unas horas, ese trabajo estaba hecho pero ella estaba ahí para ver cómo se manejaban y cómo iba a hacer todo a partir de ahora. Concentrada, tomando nota, caminando de un lado a otro y probando las cámaras en diferentes ángulos, era hermosa, no había nadie en el mundo que se le pareciera.
- Otra vez por aquí...- no me hizo falta observar quién estaba hablándome y ya rodé mis ojos.
- Marco.
- Yo también estoy feliz de verte.- se sentó a mi lado y observó en dirección a Chloe.- Tu novia estará celosa si sabe que estás mirando a esa pelirroja. Aunque debo admitir que tienes buen gusto.
- Esa pelirroja es mi novia.- aclaré y sonreí ante su cara de asombro.- Te dije que era linda.
- Wow.- soltó luego y me miró.- Así que ella es Chloe Beale. Nicole me lo dijo, me anticipó que tu novia es sexy pero no pensé que fuera tan literal. Así que la señorita Beale trabaja en la empresa familiar...
- Recién empieza en realidad. ¿Cuál es tu puesto ahora?
- Me gradué en administración de empresas, así que ya sabes, me dedico a eso. Mamá me quiere en Europa luego de esta fiesta así que ese es mi puesto ahora. ¿Quieres conocer Europa?- preguntó y me miró con esa sonrisa de lado que odiaba.
- Estoy bien aquí.
- Ya sabes, sólo tienes que hacer una llamada.
- Eres insistente, ¿no?
- Sólo cuando algo me gusta en serio.- seguía sonriendo, y no dejaba de mirarme. Empezaba a ponerme incómoda.- Quizás puedas enseñarme una de tus mezclas, hasta que tu novia esté libre.- miró la cabina y con su mirada me sugirió que lo acompañara.
- Sólo una.- advertí y fui con él, no podía perder nada.
Marco era músico, le gustaba mucho tocar guitarra y cantar, pero no se dedicaba a eso, sólo era un pasatiempo. Estaba interesado en la música en verdad, le gustaba escuchar mis mezclas y comentar sobre los arreglos que utilizaba. Le enseñé una vieja que tenía guardada, y se mostró interesado en lo que escuchaba. Marco podía ser interesante cuando no estaba insistente, y teníamos muchas cosas de qué hablar si se trataba de música.
- Ey.- dijo Chloe acercándose a nosotros.
- Chloe, ven a conocer a Marco.- extendí mi mano y ella la tomó.- Él es el hermano de Nicole, Marco ella es mi novia, Chloe Beale.
- Al fin conozco a la chica que robó el corazón de Beca. Ahora veo por qué nunca tendría alguna posibilidad con ella.- ese comentario estaba de más y quería golpearlo en el rostro por hacerlo.- Un gusto Chloe.- dijo él y sonrió.
- Lo mismo digo, Marco.- ella también sonrió, pero noté que no era del todo sincera.- ¿Estaban escuchando la música para esta noche?
- Algo así, estaba mostrándole a Marco algo del material con el que trabajo.- respondí.
- Beca es asombrosa con la música, el año pasado la escuchamos por primera vez y quedamos sorprendidos por su talento.- Marco pasó su brazo detrás de mi espalda y tomó mi hombro en señal de apoyo.- Es una pena que no quiera dedicarse a ser DJ.
- Beca es una excelente productora musical. Ser DJ no es suficiente para su talento.- comentó Chloe y tomó mi mano, tirándome directo hacia ella.- Sin ofender a los DJ's por supuesto.
- Lo entiendo.- el chico alzó sus manos frente a su rostro y todavía mantenía esa sonrisa insoportable en su cara.- Supongo que las veré en la fiesta esta noche, y esta vez la cabina del DJ estará ocupada por otra señorita...- miró a mi novia que me sostenía por la cintura con fuerza.- Tengo algunas cosas que hacer, fue un placer conocerte Chloe.
Él se fue y nos dejó a solas, podía notar en los ojos de Chloe que él no le agradaba del todo y a juzgar por su ceño fruncido, había notado sus intenciones.
- Mi cintura no tiene la culpa de tus celos.- comenté y suavicé el tono antes de seguir.- Eres tan linda cuando estás celosa.
- ¿Te diste cuenta cómo estaba mirándote?
- De la misma forma en que la gente te mira cuando caminas por la calle.- estaba a su lado, besé su mejilla y seguí mirando en dirección a Marco que estaba en frente, dando algunas órdenes.- No tienes de qué preocuparte, ¿ok?
- Se veían muy interesados en tus mezclas...- reí, quería abrazarla y besarla hasta cansarme, pero me quedé inmóvil y sin mirarla aún. Ella cruzó sus brazos y me pareció la imagen más adorable del mundo.
- Claro que estaba interesante la charla, sobre todo cuando lo invité a conocer la acústica magnífica que hay en las duchas de Barden. Le pareció buena idea cantar Titanium conmigo.- estaba disfrutando de la situación, la miraba de reojo y notaba como su rostro se transformaba de celos.
- Creo que no eres consciente de lo mucho que esto está afectándome.- entonces sí reí, y la miré a los ojos.
- ¿Crees que podría siquiera pensar en otra persona que no fueras tú?- la tomé por la cintura y besé su frente, ella empezó a ceder y su sonrisa fue apareciendo.- Marco es insistente y molesto, pero no puede competir contra mi novia.
- Tu novia quiere ir a casa ya, almorzar y hacerte el amor hasta que sea hora de venir otra vez.
- ¿En ese orden?
- Quizás podemos saltar el almuerzo.- me miró con lujuria y sonrió.
- Creo que debemos ir a casa.- tomé su mano y la llevé al auto, quería que fuera a casa cuánto antes.
Teníamos casi media hora desde la playa hasta nuestro hogar, y aunque la demora de los semáforos estaban empezando a molestar a Chloe, mi objetivo seguía siendo el mismo: llegar a casa y besarla sin preguntarme a dónde llegaríamos luego de ese beso.
El auto blanco estacionó frente a casa, ella bajó y por atrás bajé yo, no terminé de encajar la llave en la cerradura cuando enredó sus dos brazos alrededor de mi cintura y me besó en el cuello.
- Déjame abrir la puerta.- le pedí riendo.
- ¿Te desconcentras tan rápido?
- Sólo déjame abrir la puerta Chlo.- seguía sonriendo, disfrutando de su contacto, de su ternura y sus besos. Chloe era fascinante, pero más que eso, sabía cómo hacerme sentir amada, deseada y afortunada.
La puerta se abrió a la segunda vuelta de llave, Elvis salió corriendo a recibirnos y por un momento olvidamos nuestro objetivo para saludarlo. Seguía atrapada en los brazos de mi novia, dándole la espalda y entregando mi cuello para que hiciera lo que quisiera. Ella me besaba, dulcemente, sin intentar otra cosa. Me giré para mirarla, la llevé hasta la sala, era menos trabajoso que ir hasta la habitación de arriba, cuando estuvo sentada en el respaldo del sofá, su celular empezó a sonar. No podía ser en serio, que la gente fuera tan oportuna. Ella sonrió en mis labios, dejó un último beso antes de apartarse por completo y sacó el móvil de su bolsillo. Era Stacie, habíamos olvidado la vídeo conferencia de las Bellas y quería saber si estábamos en casa para conectarnos en ese instante. Nuestras amigas habían esperado veinte minutos antes de llamar, y al vernos en pantalla todas se mostraron de brazos cruzados y el ceño fruncido. Todas menos Aubrey.
- ¿Dónde está la jefa?- pregunté ante su ausencia.
- Inconveniente de último momento.- aclaró Stacie.- Quedó en escribirnos por el grupo luego. ¿Ustedes dónde estaban?
- ¿En verdad queremos saber qué hacían?- insinuó Amy.- La cabellera desordenada de Beca lo dice todo.
- Eso no es cierto.- me defendí, nerviosa, arreglando mi cabello que en realidad estaba bien.
- Estuvimos en la playa, esta noche darán una fiesta y Beca es la encargada de la música.- aclaró Chloe para ayudar.- Y además tiene algo para contarles...
- ¡Tienes que contarnos cuanto antes!- exclamó Emily.- Llevamos veinte minutos tratando de contactar contigo para saber lo que pasó.
- ¿Aceptaron el álbum?- preguntó Ashley.
- ¿Comprarán todas las canciones?- siguió Jessica.
- ¿Qué hay de los números?- agregó Cynthia.- Han de ser buenos.
- Ey, calma...- las detuve.- Voy a ir por partes. Sí, aceptaron mi trabajo.- todas sonrieron emocionadas y hubo uno que otro grito.- Y una discográfica vino por el material y los derechos por completo.
- ¿Se llevarán tu trabajo a otra compañía?- el gesto de Flo era de confusión.
- Algo así. Compraron mi trabajo, los derechos sobre las canciones y el grupo, y además me quieren para trabajar con ellos.
- Mira niña, supongo que no aceptaste a menos que sea Universal Music quien te busca.- Amy me apuntó con un dedo y sonreí.
- Cerca Amy, muy cerca.- acotó la pelirroja y todas la miraron expectantes.
- ¡Sony Music Entertainment vino a buscarme!- les conté con alegría y de repente la sala se llenó de gritos y felicitaciones. Lo mejor que tenían las Bellas era que la felicidad siempre era compartida y auténtica, y que en general luego de eso venían un millón de preguntas, una encima de otra, imposibles de entender y responder.- Chicas, no hablen todas juntas porque no podemos entender lo que dicen.
- Estamos muy felices por ti Beca, en serio.- dijo Stacie con honestidad.- Te mereces todo esto.
- Y sabemos de todo tu trabajo y esfuerzo para lograrlo.- esa había sido CR.
- Es asombroso que la vida te encuentre otra vez al mando de un grupo de mujeres talentosas y diferentes entre sí.- comentó Jessica.- Está más que claro que harás un trabajo excelente.
- Contrario a la leyenda, esa pelirroja llevó algo de suerte a tu casa.- nos dijo Amy y Chloe fingió ofensa.- ¿Cuándo empiezas en Sony?
- El siguiente lunes, tengo una semana entera para hacerme a la idea y empezar sin parecer una principiante.
- Vamos Beca, aunque quisieras, jamás pareces principiante.- habló Amy.
- Siempre puedes desaparecer como un ninja si las cosas van mal.- agregó Lilly, aportando así sus primeras palabras en la conversación.
- Basta de hablar de mí, ¿podemos dar el reporte semanal?- tomé el mando como usualmente lo hacía Aubrey.- ¿Qué tal tu semana, Em?
- Bueno, mamá enloqueció y quiere pasar todo el receso en una especie de terapia madre- hija porque cree que estoy muy rebelde.- todas reímos, su mamá era casi tan extraña como ella.- De todas formas estoy segura que se le pasará pronto. Anoche conoció a Benji, él cenó en casa y tuvieron una extensa charla sobre magia.
- ¿Cuántos trucos hizo en medio de la cena?- preguntó divertida mi novia.
- No lo sé, perdí la cuenta. Es adorable...- suspiró y nadie se atrevió a contradecirla, aunque nuestros gestos lo decían por sí solos.- En fin, sigue tú Amy.
- Yo conseguí empleo en una tienda de ropa para bebés. Y los fines de semana, Bumper y yo animamos la noche de un bar a partir de hoy.
- ¿Qué hacen exactamente?- preguntó Stacie con cierta curiosidad, aunque no sé si queríamos saberlo.
- Comedia.- respondió la australiana orgullosa.- De la buena por supuesto y nos dan buenas propinas. Esta noche improvisaremos, les enviaré un video mañana.
- No creo que sea de nuestro agrado.- respondí.
- Cállate enana, incluso tú vas a reírte de eso. ¿Qué dices de tu vida, Chlo? Estás muy callada hoy.
- Bueno, empecé a trabajar en la empresa de los Duhamel.
- ¿Los Duhamel que organizan eventos?- preguntó sorprendida Stacie.- ¿Estás hablando de la empresa que manejan Elizabeth Duhamel y sus hijos?
- La misma.- afirmó la pelirroja, sonriente y orgullosa.- Me encargaré de las fotografías de algunos de sus eventos a partir de ahora.
- ¡Asombroso Chloe!- la felicitó Cynthia.- Me alegra escuchar que lo has conseguido.
- Y en la mismísima empresa de los Duhamel.- Stacie seguía sorprendida por eso.- Me dijeron que Duhamel hijo es un auténtico modelo de revista.
- No está mal.- por supuesto que Chloe no iba a hacer un cumplido sobre él porque todavía pensaba en la situación de hace una hora en la carpa de la playa. Yo reí y tomé su mano.
- Chloe está celosa...- comenté.- Porque el heredero Duhamel es mi amigo y...
- No es tu amigo, más que eso quiere desnudarte con la mirada.- me interrumpió y causó risa en el resto de nuestras amigas.
- Así que es cierto que estás celosa...- Amy aprovechó la situación para burlarse de ella.- ¿Y él es sexy?
- Demasiado.- respondí, con la única finalidad de hacerla enojar.
- ¡Beca!- exclamó ella, y el resto estalló en carcajadas.
- Si de algo estoy segura, es que Beca no podría mirar a ese chico, es demasiado gay por Chloe Beale.- comentó Stacie y no pude reclamar nada porque ya tenía la siguiente frase armada.- Y que él se olvidaría rápidamente de ella si me conociera.
- Chloe te invitaría con gusto entonces.- agregó Flo.- Así se lo saca de encima a Beca.
- No le hace falta.- era Emily.- Sólo observen cómo Beca está mirándola.
Tenía razón, la niña siempre tenía razón y era frustrante. Los celos de Chloe me hacían quererla más, suavizar mi mirada y hacer que todo alrededor fuera poco importante. Compartir ese amor con nuestras amigas, hacerlas partícipes de nuestra relación, ya no era algo de lo que me sentía incómoda, no me importaban las bromas de Amy o los comentarios de Stacie, podía vivir con eso y seguramente podía ignorarlas cuando estuvieran pesadas. No podía vivir ocultando algo que había estado allí siempre, en realidad no quería.
Seguimos hablando, siempre teníamos temas de conversación, y las risas que compartíamos en esas charlas semanales eran lo mejor que podía pasarnos cuando las cosas iban un poco mal. Ashley era quien estaba en un momento difícil en ese momento, intentando acostumbrarse a la vida lejos de su familia y amigos, así que la tarea esa tarde era hacerla reír y olvidar la distancia al menos un rato. Todas pasarían por ello en algún punto de la vida, incluso Chloe que estaba en casa conmigo, o Stacie que permanecía en Atlanta y podía ver a Aubrey y Emily. Estábamos ahí, para lo que fuera.
Empezamos a despedirnos más tarde, Jessica y Flo fueron las primeras en decir adiós, seguidas por Cynthia, Lilly y Emily. Ashley tenía que comunicarse con su familia así que también se fue, Chloe y yo la seguimos, dejando así a Amy y Stacie para despedirse al final.
Chloe sugirió llevar a pasear a Elvis, había estado encerrado mucho tiempo y empezaba a buscar cosas para morder, casi siempre iba por los libros de las estanterías de arriba y algún día mi novia iba a matarlo por ello. Alcancé su correa y la enganché en el collar, ya empezaba a entender que debía caminar al lado nuestro y no correr adelante como un loco.
Yo lo llevaba, conseguía tenerlo más tranquilo y bajo control. Con mi mano libre sostuve la de Chloe, su agarre suave y delicado era algo que ya se había convertido en costumbre, al igual que esas conversaciones en la tarde y los silencios para disfrutar del viento acariciando nuestros rostros. Ese paseo no fue muy largo, teníamos que regresar a casa y prepararnos para la fiesta, además yo tenía que ir un poco antes para tener todo listo cuando los invitados empezaran a llegar.
Dimos vuelta en la esquina, Elvis ya había disminuido el ritmo de su paso, seguía caminando al lado nuestro y Chloe había pasado de sostener mi mano a estar aferrada a mi cintura para caminar pegada a mi cuerpo. Incluso me había acostumbrado a eso, ya coordinaban nuestros pasos y la forma en que nos movíamos. En la puerta de casa podíamos ver una figura, alguien estaba sentado esperándonos y no podíamos distinguir de quién se trataba porque la luz del farol externo estaba apagada.
- Si alguien me hubiera dicho alguna vez que esta sería una imagen tan tierna, te hubiera atado para que te quedes en Barden.- era Aubrey, estaba de pie en ese momento observando cómo nos acercábamos a ella.
- ¿Qué haces aquí?- pregunté y solté a Chloe para que fuera a saludarla con su siempre fuerte abrazo.
- ¿Pensabas que iba a perderme la fiesta de Nicole Duhamel este año?- preguntó justo antes de abrazar a la pelirroja y saludarla.
- Por supuesto que iba a invitarte...- comenté, ya a su lado. Nicole la había conocido ese verano en que estuvo en casa y se habían llevado bastante bien, tanto que fue invitada a la última fiesta pero coincidía con una presentación de las Bellas y Aubrey no pudo llegar. La abracé y ella sonrió.
- ¿Hace cuánto estás aquí?- preguntó Chloe.- ¿Y por qué no dijiste que fuéramos a buscarte en el aeropuerto?
- Diez o quince minutos. Y quería que fuera una sorpresa, le pedí a Nicole que no se los dijera, y Jesse y Stacie también lo sabían.- se agachó a la altura de Elvis y empezó a acariciarlo y hablarle como a un niño.
- Es increíble que Stacie no dijera ni una sola palabra.- me sorprendí.- Me alegra que estés aquí.
- Me extrañaban ya, puedo sentirlo.- dijo con actitud altanera.- Ey, Stacie me contó lo de Sony, ¿cómo es que no me escribiste?
- Pues necesitaba ver tu cara al confirmarte la noticia, pero estabas jugando al escondite y no aparecías.
- Ahora tienes que contarme todo. Y tú sobre tu nuevo empleo en la empresa de los Duhamel.- se dirigió a Chloe y nos apuntó a las dos con su dedo índice.
- Vamos adentro.- sugerí.- Tenemos que estar listas en una hora y partir.
Con Aubrey en casa las cosas eran maravillosas, en verdad la habíamos extrañado mucho, al igual que al resto, pero con ella la relación siempre había sido especial. Tenerla allí y saber que estaría al menos unos días con nosotras nos hacía felices, en especial a Chloe que empezaba a hecharla mucho de menos esos días.
La temática de la fiesta era Black & White, y aunque tenía la excusa de estar en la cabina para no cumplirla, me gustaba. Además la playa te daba más libertades, no había gente que asistiera con tacos o vestidos lujosos, todo era fresco y más sencillo, aunque no por eso menos importante. Chloe escogió un vestido blanco con mangas cortas, ajustado sólo hasta su cintura y con caída hasta antes de llegar a sus rodillas. Lo que lo hacía realmente especial eran los apliques de flores en el mismo tono que le daban a la fresca tela una textura fascinante. Eligió llevar el cabello recogido en una trenza que caía por su hombro derecho y algunos rizos sueltos adelante. Maquillaje a tono, claro, sencillo, para nada extravagante. Aún así la veía como una diosa, la más linda de todas.
Aubrey tenía una falda de color negro que le permitía presumir de sus largas piernas, y una blusa blanca con espalda descubierta que dejaba a la vista mucho más de lo que habría imaginado de ella alguna vez. Su cabello iba suelto, una trenza a cada lado que luego se unían para formar una media cola, mientras las marcadas ondas rubias caían libres sobre la espalda.
En mi caso escogí un mono de pitillo negro, sin mangas. Lo que más me gustaba era que en la espalda se cruzaban dos lazos formando una equis y se veía asombroso. Claro que iba a usar negro, y claro que no iba a dejar que nada cubriera la parte trasera porque el detalle de los lazos me encantaban, así que dejé todo mi cabello suelto hacia un costado por lo menos hasta que los cascos de DJ me obligaran a recogerlo un poco. En contraste con Chloe, mi maquillaje siempre había sido oscuro y ese día no sería la excepción.
Ella era el Ying y yo el Yang. O al revés. Cómo quisiera verlo.
Tuvimos tiempo de contarnos algunas cosas antes de partir a la fiesta, y sobre todo en el camino. Chloe se encargó de conducir, pero nada aseguraba que pudiera regresar conduciendo así que Aubrey prometió que ella lo haría al regreso. La mamá del grupo, siempre.
La carpa sorprendió a nuestra amiga, y aunque Chloe y yo ya la habíamos visto, con las luces y el ambiente listo, sorprendía más. Estábamos temprano, por supuesto, porque yo tenía que estar antes que el resto y ellas iban conmigo. Nicole no estaba ahí, acostumbraba a hacer entradas triunfales en medio de la noche, y no podía imaginar qué se traía entre manos esa vez. No la había visto en todo el día y quería saludarla.
Otra cosa sorprendente de sus fiestas era que no aceptaba regalos, pero al entrar había opciones a escoger para donar dinero a diferentes campañas. Ese año correspondían campañas para niños con cáncer, algo con lo que la familia Duhamel estaba muy comprometida. El monto mínimo era de cincuenta dólares, y por año había recaudaciones que superaban las cinco cifras. Era un bonito gesto.
Aubrey y Chloe exploraron el lugar y yo me instalé en la cabina para empezar a entrar en ambiente con música tranquila y no demasiado fuerte. La carpa, que a esa altura parecía todo menos una carpa, empezó a llenarse de gente joven. Algunos me saludaron, supongo que me recordaban del año anterior, aunque en realidad yo no tenía ni idea sobre quienes eran ellos. Y ahí estaba también, Marco se acercaba a mí con actitud, saludaba a los invitados y seguía su camino a la cabina. Busqué a Chloe con la mirada, no estaba por ningún lado, justo cuando necesitaba que estuviera por ahí para liberarme de esa situación.
- Cada año más linda.- comentó cuando estuvo frente a mí.
- Gracias Marco.- agradecí por cortesía.- Supongo que tu hermana está a punto de llegar.
- Sí, está afuera, esperando el momento justo. Me pidió que te dijera que coloques tu mejor mezcla cuando te den la señal. Por supuesto que no debe preocuparse, eligió a la mejor.- se acercó a mí y me aparté.- Tu novia está por aquí, ¿cierto?
- Aunque no estuviera, hace un año te dije que no tienes ninguna posibilidad conmigo, así que cálmate campeón. Ahora, necesito estar sola en la cabina, es mi espacio de trabajo.- le dejé en claro que no quería que estuviera ahí, si no entendía por las buenas, tenía que ser por las malas.
- Regresaré luego.- comentó antes de marchar, no tenía intenciones de hacerme caso.
Me dieron la señal, era el momento especial de la noche, y había preparado una mezcla personalizada para mi amiga. Nicole fue muy sencilla esa vez, entró caminando, de la mano de su hermano, el camino hasta el centro del lugar fue acompañado de bombas de papel dorado, quizás lo único de ese color en la noche. Ahí sí pude ver a Chloe, ella y Aubrey estaban ubicadas casi frente a la pista de baile, y me daba mucha ternura ver cuánta altura le sacaba la rubia a mi novia. Ambas saludaron a Nicole, quién recibió a Aubrey con un efusivo abrazo. Posterior a eso había una tranquila cena, la anfitriona trató de hablar con todos y hacerlos sentir a gusto antes de venir a saludarme a la cabina.
- ¡Feliz cumpleaños Duhamel!- le dije y la abracé.- ¿Cómo has recibido los treinta?
- Ya quisieras.- me golpeó en el brazo y reí.- Fue un día de locos, pero estoy aquí para disfrutar mi fiesta. Excelente mezcla la que elegiste para mi entrada, sabía que no me defraudarías.
- Y sin embargo enviaste a Marco para asegurarse que hiciera bien mi trabajo.
- Él vino por su cuenta, yo no se lo dije. ¿Sigue molestándote? Le pedí que te dejara en paz, por Chloe sobre todo.
- Déjalo, sé cómo llevarlo. Además Chloe sabe que no pasa nada.
- Déjame verte.- me tomó de una mano y observó desde mi peinado hasta mi ropa.- Me alegra que cumplieras con la temática, te ves fantástica, igual que tu novia. Esa pelirroja está levantando suspiros por allá.- la señaló y ví como ella estaba conversando con entusiasmo con la gente de su mesa.- Créeme, si esas mujeres no dudan de su sexualidad hoy, no lo harán nunca más.
- ¡Nicole!- exclamé entre risas.
- ¿Qué? Tú estabas con un chico hasta que ella apareció en tu camino. En fin, ¿ves a ese chico que está sentado justo al lado de Aubrey?- lo señaló con la mirada y pude ver a un apuesto muchacho de sonrisa linda, asentí y volví la mirada a ella.- Llevamos casi tres meses viéndonos, es la relación más larga que he tenido últimamente y creo que lo haremos formal pronto.
- Me alegra mucho por ti Nicole, en verdad.
- Tú nunca me contaste cómo fue todo con la discográfica.
- Sony compró mi material y me llevarán a trabajar con ellos.- dije con total normalidad y ella se abalanzó hacia mí para festejar la noticia.
- ¡Beca debes saltar y gritar luego de dar esa noticia!- dijo con alegría, con una enorme sonrisa ocupando todo su rostro.- Estoy tan feliz por ti, en serio. Es el mejor regalo que podrías haberme hecho por mi cumpleaños.
- Todavía me cuesta creerlo en realidad, es una locura todo lo que me está pasando.
- Supongo que tendré que subir algunos dólares a mi propuesta para que seas la DJ en próximos eventos ahora...
- Oh no, esto es un regalo para ti.- abrí los brazos en señal de que toda la música de esa noche era un obsequio para ella.- Y no te atrevas a negarte, ya hablé con los organizadores y se los dejé claro.
- Ese no era el trato.
- Me tomé la libertad por ser amiga de la cumpleañera.- guiñé un ojo y ella me miró de brazos cruzados.
- Bajarás de aquí a las dos, y disfrutarás la fiesta con tu novia, y tus amigas. No hay lugar a quejas.
- ¿Quién pondrá la música, genia?
- Confío en tus mezclas, no necesitas estar aquí todo el tiempo. Y si te atreves a desafiarme, haré que te llamen por micrófono, sé cuánto odias eso.
- Eres cruel Nicole Duhamel...
- Sólo un poco.- empezó a caminar de regreso a las mesas pero antes giró para darme otro aviso.- ¡Hablaré con Chloe para asegurarme que bajes de ahí a la hora que te dije!
Claro que iba a hacerlo, sabía que Chloe era insistente y podía ser muy convincente. No había alguien que pudiera hacer esa tarea mejor que ella, al menos no en ese lugar. Me encantaba esa relación que habíamos logrado entablar con Nicole, ella era pura diversión y efusividad, al igual que Chloe, aunque mucho menos directa. A Chloe podías leerla, era transparente y genuina, mientras Nicole era un misterio. Se llevaban muy bien, y eso era fascinante para mí.
La cena transcurrió con calma, se escuchaban las voces de los mas de doscientos jóvenes entusiastas que ocupaban las mesas bajitas que estaban acompañadas de hermosos sillones blancos y negros. Chloe se acercó luego, con su paso lento y marcado coqueteo, tomé su mano y la ayudé a subir a la cabina.
- ¿Me extrañas?- me preguntó, de pie a mi lado.
- Sólo un poco.- le dije y la miré de reojo, estaba concentrada en la notebook que tenía en frente.- ¿Dónde dejaste a Aubrey?
- Conversando con una amiga de Nicole que está interesada en su tarea en el campamento.
- La fiesta está a punto de empezar, la verdadera fiesta.- aclaré.- Y voy a estar observando a esos compañeros de mesa que tienes.
- Son asombrosos, será una gran noche. Y tú, tengo órdenes estrictas de buscarte en unas horas.
- Lo sé, esa loca amiga que tengo me lo advirtió. Ve, diviértete, no bebas demasiado.
- No puedo prometerte eso. Además, Bree conducirá hasta casa hoy, tú y yo estamos libres esta noche.- se acercó peligrosamente a mí y tomó mi cintura.- ¿Ya te he dicho lo hermosa que te ves tan concentrada? Y tu cabello hacia un costado es tremendamente sexy.
- Chloe...- murmuré, notablemente desconcertada.- Estoy trabajando.
- Lo sé.- dejó un beso en mi mejilla y soltó mi cintura.- Por eso estoy controlándome.
- ¿Quieres dar inicio a la fiesta?- le pasé mis cascos y ella los tomó sin saber exactamente qué hacer.
- ¿Hablas de...?- señaló los equipos y sonreí.
- Vamos, yo te diré lo que tienes que hacer.- hice un lugar y se posicionó donde yo estaba anteriormente. Colocó los cascos en su cabeza y le pedí que reprodujera una canción de la bandeja secundaria, que sólo podía escuchar ella.- Cuando llegue al segundo 20, vas a presionar ese botón.- le señalé lo que tenía que presionar.- Y luego subirás el volumen con estos dos.- coloqué sus dedos sobre los botones deslizantes del equipo.
- ¿Ahora?
- Cuando quieras.
La observé mientras lo hacía, desde que reprodujo la canción hasta que llegó a los veinte segundos y empezó a subir el volumen despacio. La gente empezó a salir a la pista, Aubrey incluida, y supe que era hora de dejarla ir a disfrutar de la noche. Podía tenerla todo el tiempo ahí, enseñarle cómo escogía la siguiente canción, o cómo agregaba la base y remixaba cada una de ellas, pero verla en la pista, presumiendo de sus movimientos, siendo feliz, era igual de gratificante. Nicole envió un trago a la cabina, con una nota que decía "¡Felicidades productora de Sony!", y me hizo sonreír. No cabía en mi rostro tanta felicidad, y eso estaba bien para mí.
Cuando bajé a la pista, Marco se unió al grupo donde yo estaba, trajo algunos tragos en una bandeja y se los ofreció a Chloe y Aubrey. No me incomodaba que estuviera allí, siempre que pudiera divertirse sin provocar a Chloe y despertar sus celos. Aubrey lo invitó a acompañarla en una canción, supongo que había notado la tensión y quiso ayudar.
En ese momento, con la rubia ocupada, era yo quien tenía que seguirle el paso a Chloe. Chloe y sus tragos de más, moviéndose al ritmo de la música, desconociendo totalmente la vergüenza y el cansancio. Seguirla no era fácil, mucho menos si estaba pegada a mi cuerpo, si me miraba provocadora, si me abrazaba y volvía a bailar a mi lado. Chloe era una verdadera chica de fiestas, no había lugar al aburrimiento si estabas con ella. Nicole se acercó más tarde, no desperdiciaría la oportunidad de compartir el momento con nosotras, y a juzgar por su estado ya llevaba varias copas más que Chloe.
- Ey Becs.- comentó cerca, casi gritando porque la música estaba fuerte.- Deberías probar este trago, es una verdadera maravilla mundial.- estiró su mano y un vaso de vidrio con alguna mezcla de color rosado. Qué podía perder, total Aubrey nos llevaría a casa.- Creo que traeré más de esto.
Chloe terminó bailando sobre la cabina cuando regresé a hacer mi trabajo, llevó con ella algunos tragos que compartimos pero siempre me llevaba ventaja. Algunos mechones rebeldes ya salían de la hermosa trenza que la había acompañado durante la noche, aunque su vestido permanecía impecable.
En un momento me relajé, saqué los cascos de mi cabeza y me dediqué a observarla. Qué ella estuviera ahí no le daba espacio a Marco para subir, no tenía el valor para hacerlo en realidad, y según podía notar se estaba divirtiendo mucho con Aubrey.
- Le gustas.- escuché a Chloe decir detrás mío, voltee sólo para corroborar que hablaba del mayor de los Duhamel.- Se lo dijo a Grace, la muchacha que estaba sentada a mi lado en la cena.
- No tienes de qué preocuparte.
- Lo sé, sé lo mucho que te gusto.- se acercó a mí, estaba realmente afectada por el alcohol a esa hora y me parecía graciosa aunque algo peligrosa.- Y cuánto me deseas.- tomó mi cintura con fuerza y llevó su boca a mi cuello.
- Chloe debes calmarte.- le dije despacio, acariciando su espalda pero tratando de mantener cierta distancia.
- Yo te gusto, ¿Cierto?- la forma en que sus labios se movieron sobre mi piel al pronunciar esas palabras me hicieron estremecer.
- Me encantas.- confesé y tomé con más fuerza su espalda.- Tú en verdad me encantas Chloe Beale.
No hace falta decir cómo terminamos la noche, bueno, en realidad como Chloe terminó la noche. Por suerte Aubrey y yo pudimos llevarla al auto cuando todo terminó y nos despedimos de Nicole, ella fue a parar atrás y me arrastró a su lado para descansar en mi regazo hasta llegar a casa. Insoportablemente adorables, fue la descripción que tuvo nuestra amiga cuando nos vió por el espejo retrovisor. Empezaba a salir el sol cuando doblamos en la esquina antes de ver nuestro hogar, el cielo naranja iluminaba cada rincón de Los Ángeles, y hacía mucho tiempo que no veía un amanecer tan lindo.
Chloe estaba profundamente dormida en mis piernas, yo traía sus zapatos en mis manos y con la otra acariciaba su rostro. Pensé que iba a odiarse cuando supiera lo lindo que se veía el amanecer y ella estaba muy ocupada durmiendo en lugar de tomar una buena foto, pero despertarla sería imposible. Aubrey tuvo que ayudarme a sacarla del auto y llevarla a la habitación. Chloe cooperó todo lo que pudo, aunque su intento por estar de pie se veía una y otra vez interrumpido al caer en mi hombro y ser sostenida por mis brazos. Pude cambiar de ropa y colocar su pijama, la dejé acostada en la cama antes de bajar y ver si Aubrey tenía todo en orden en la habitación de abajo.
- Ey.- le dije, entrando al cuarto. Ella estaba sentada en la cama, consultando su celular.- ¿Necesitas algo?
- No, sé exactamente dónde está todo, gracias Beca. La música estuvo increíble.
- Gracias.- me apoye sobre el marco de la puerta y un bostezo salió de mí, sin pensarlo.- Las fiestas de Nicole son un evento grande.
- Una fiesta asombrosa, realmente hice muy bien en venir. ¿Qué pasa con ese chico, Marco?
- No pasa nada en realidad, supongo que va a cansarse de insistir en algún momento. Gracias por sacármelo de encima de todas formas.
- No hay por qué, es un buen bailarín al menos. Nunca podrías seguirle el paso.- reí, aunque sin fuerza, notablemente cansada después de un largo día.- Ve a descansar, hablaremos más tarde.
- ¿Cuánto tiempo te quedarás?
- Regreso a casa el martes por la noche, así que disfruten de mi presencia mientras puedan.
- Chloe necesitaba a alguien cercano por aquí, creo que un mes conmigo puede agotar a cualquiera...
- De qué hablas, ella jamás había estado tan feliz. Y tú tampoco.- sonrió como una madre orgullosa y me observó desde la cama.- No sabes cuántas cosas me contó durante la cena, estoy tan feliz por ella.
- Quizás podremos hablar sobre ello más tarde, saldré a caminar por la playa como a las once, si quieres puedo despertarte antes de salir.
- Estaré esperando. Que descanses.
- Que descanses Bree.Fui a la habitación de arriba, no sin antes pasar por el baño y quitarme todo el maquillaje. Mi pijama estaba doblado en la esquina de la cama, supuse que Chloe lo había dejado ahí y sonreí al acercarlo a mi nariz y sentir el perfume que ella usaba para la ropa. Me senté a su lado, estaba profundamente dormida, con el cabello desordenado en el rostro, lo corrí y pude notar la expresión relajada que adoptó luego de acostarse. Dejé un suave beso en su mejilla y me propuse dormir al menos unas horas antes de ir a caminar en la playa. Aún dormida y en condiciones de poca cordura, Chloe me encontraba durante la noche para abrazarme y acercarme a su cuerpo. Esa era mi parte favorita del día.
Perdón por la demora. Es posible que para recompensar eso, mañana suba otro capítulo.
Espero que este año nos sorprenda y que a partir de ahora todo lo que venga sea amor y libertad, dos de las cosas más lindas en el mundo. Amar y ser libres, en todas las formas posibles. ¡Feliz 2018!P.D.: A esperar el beso Bechloe en 2018
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Lo que dicen sus ojos- Bechloe
FanfictionNo hacía falta que dijera una sola palabra, bastaba con que sus ojos azules voltearan a verte una sola vez para que entendieras todo lo que ocurría en su interior. Chloe la amaba, sus ojos lo decían a gritos, pero su boca lo callaba para salvarla. ...