Siempre el mismo día.

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- ¡Chloe! ¡Llevaré a Elvis a pasear antes de que tus libros terminen en bolsas de basura!- anuncié desde la puerta, tenía al cachorro en brazos y la correa envuelta en mi muñeca. Chloe asomó la cabeza desde el piso de arriba y nos miró.- ¿Necesitas que pase por el supermercado?
- No, estamos bien por ahora.- respondió y sonrió. Siempre sonreía, sin importar el día o la hora.
- Ok, regresaremos para el almuerzo. Si Hunter llama, dile que estaré en la oficina por la tarde.- abrí la puerta y tomé las llaves que estaban en el mueble más cercano.
- ¡Te amo!- regresé cuando la escuché decir eso y le dediqué una sonrisa.
- Te amo también.- respondí y lancé un beso al aire antes de marcharme.

Era el lunes más tranquilo de todos, no había trabajado en la mañana porque las chicas estaban empezando con todo el tema referido a la imagen y la producción, así que llegaría al estudio por la tarde para terminar de editar el material musical y ayudarlas un poco con el resto del equipo. No era mi fuerte, pero quería estar a su lado a cada paso.
Era el inicio de una semana determinante, no sólo para mí sino también para la discográfica y eso me ponía muy nerviosa.
Salir a caminar siempre me tranquilizaba, aunque hacerlo con Elvis corriendo de un lado a otro no era algo muy entretenido. Tenía que adiestrarlo antes de que rompiera alguna maceta de los vecinos, un libro de Chloe o lo que fuera que tuviera al alcance. Lo llevé a conocer el lugar y agotar sus energías para que pudiera regresar a casa y dormir al menos dos horas.
Dimos un par de vueltas, se quedó jugando con unos niños que estaban a dos calles de la nuestra y luego emprendimos el camino hasta la veterinaria, donde compramos su alimento y algunos juguetes para que no mordiera más cosas útiles de la casa.
De regreso tuve que llevarlo en brazos, estaba cansado y se quedaba en todas las esquinas. No era un cachorro liviano, llevarlo en un brazo y sostener en el otro la bolsa de la veterinaria no era algo sencillo para un cuerpo pequeño como el mío, mucho menos si él no dejaba de morderme y jugar con mi cabello.
Llegué a casa como pude, abrí la puerta y tiré la bolsa apenas puse un pie adentro. Elvis bajó de mis brazos, fue directo a tomar un poco de agua y se acomodó para dormir justo bajo las escaleras.
- Veo que se cansaron.- comentó Chloe, saliendo del comedor.
- Yo más que él. Mira mis manos.- las levanté a la altura de mis ojos y ella se acercó.- No sé si están hinchadas por la cantidad de veces que me mordió o por el peso de esa bolsa que trajimos de la veterinaria.
- Crecerá pronto, lo prometo.- dijo divertida.- Y dejará de morder cosas. Llamó Hunter, dijo que nos espera luego de almorzar.
- ¿Nos?
- Me obligó a prometerle que iría contigo, dijo que puedo ayudar en algo y me necesita ahí. Es un poco intenso cuando se lo propone...
- Es demasiado intenso la mayor parte del tiempo.- ella empezó a caminar hasta la cocina y yo la seguí.- ¿Mi computadora está ahí?
- Sí, la dejaste sobre la mesa anoche.
- Tenemos cita con mamá.- le dije y abrí la notebook que estaba sobre la mesa como ella dijo.
- ¿Qué?- su cara de sorpresa me hizo reír.
- Sé que quieres conocerla, y hasta que ella pueda venir, al menos pueden conocerse de esta forma.
- ¿En qué momento decidiste que ya era tiempo?
- El sábado, en la playa, cuando me contaste sobre Chicago y la oportunidad que rechazaste por estar aquí. Eres tan especial, ¿lo sabes?
- Antes solías decirme rara, especial es un progreso.- apenas juntó sus labios con los míos y luego sonrió.- Estoy lista para conocer a tu madre.
- Aquí vamos.- me conecté y esperé a que ella estuviera en línea también. Mamá era puntual cuando se trataba de hablar conmigo, sobre todo si sabía que iba a conocer a Chloe y que por fin podrían conversar luego de escuchar largas anécdotas nuestras. La pantalla se iluminó cuando ella estuvo en línea y sonreí.- Hola mamá.- saludé al verla acomodarse en el sofá.- ¿Cómo estás?
- Buen día Becs, estaba aprendiendo a tejer cuando recordé que tenía esta cita pendiente contigo.
- Mira quién está aquí.- la pelirroja apareció en pantalla con una enorme sonrisa y ella la observó muy emocionada.- Mamá ella es Chloe, mi novia.
- Hola Chloe, es un gusto al fin poder hablar contigo.
- Buen día señora...
- Sólo Kelly, por favor.- la interrumpió ella, y las dos se miraban con sorpresa.- Escuché tanto de ti que creo que ya te conozco de hace años.- ojalá Chloe hubiera podido decir lo mismo.- ¿Cómo estás?
- Bien, realmente muy bien.- respondió ella, se sentó en el taburete más cercano y su postura me hizo creer que iban a tener una larga conversación. Chloe no había hecho ningún gesto al verla, al conocer su rostro atravesado con una cicatriz desde la altura de sus ojos hasta su boca, ella estaba fascinada porque al fin podía saber cómo era.- Ahora por fin puedo saber a quién realmente se parece Beca.
- Me dijeron muchas veces que somos parecidas.
- Casi iguales.- coincidió ella, y tomó mi mano bajo la mesa para demostrarme que no había nada por lo que preocuparse. Automáticamente mis nervios empezaron a desaparecer.
Las dejé conversar, contarse cosas, hablar del día y de sus rutinas. Mi madre estaba lejos pero Chloe empezaba a hacerla sentir cerca, le hablaba del mí y de mi trabajo como si fuera algo maravilloso, de la forma en que yo jamás lo había hecho hasta entonces, y eso hacía que mamá disfrutara la conversación y yo también. Nos permitimos bromear sobre algunas cosas también, reírnos de anécdotas mías de pequeña, hablar de los padres de Chloe y de nuestras experiencias con las Bellas. Sí, yo le había hablado de eso, pero jamás había podido captar la esencia de todo como mi novia lo hacía, jamás había tenido la oportunidad de escuchar en boca de otros cuán enriquecedores habían sido los años dedicados al grupo acapella.
No se tocaron temas personales, nadie fue más allá en las historias, todo fue dentro de un ambiente cómodo y seguro, y se lo agradecía a Chloe porque me di cuenta que había captado muchas más cosas de lo que yo era capaz de contarle. Mamá se quedó en línea mientras comíamos, le conté que Chloe cocinaba delicioso e intercambiaron algunas recetas antes de despedirse para ir a dormir su siesta diaria. Algo me decía que esa conversación no terminaría allí, pero estaba feliz de que así fuera.
Cuando mamá se desconectó, quedamos en silencio por unos minutos en los que sólo se escuchaba el ruido de los cubiertos y algún sonido fuera de la casa. Deseaba que Chloe dijera algo, que no estuviera allí esperando que yo tomara la iniciativa, pero sabía que no diría ni una palabra hasta que fuera el momento.
- Fue una buena primera impresión, ¿no?- dije para romper ese tenso clima.
- Fue excelente en realidad. Tu mamá es tan amable y divertida, además de súper simpática.
- Sí, eso no lo saqué de ella.- ella rió por lo bajo y luego me miró pensativa.
- Tú y tu mamá tienen la misma mirada misteriosa, pero ella me mostró algo que tú ocultas muy bien.- se levantó del lugar que todos los días ocupaba, y vino a sentarse justo a mi lado.- Hay mucho dolor en su historia, Beca, eso es lo que guardas bajo toda esa coraza que intentas mostrar al mundo.- sonreí nerviosa y ella tomó mi mano con fuerza sobre la mesa.- Puedes dejar de usar ese disfraz conmigo, y contarme qué es lo que ocultan esos ojos azules tan bonitos.
- Tenemos que ir al estudio ahora, pero te prometo que hablaremos sobre esto cuando estemos de regreso, ¿sí?
- No quiero promesas, quiero que tengas la oportunidad de contarme toda tu historia cuando estés lista.- acarició mi rostro y me mostró una sonrisa sincera.- Estaré aquí hasta que sientas que es el momento.
No había en mi vida algo tan importante como Chloe en ese momento, tampoco entendía cómo es que yo merecía que alguien me quisiera de esa forma pero ella estaba ahí y no se iría. Claro que quería contarle toda mi historia, sentarme con ella y poner sobre la mesa todas las cosas malas que me habían pasado, sacarlas de adentro por primera vez porque sentía que a alguien le importaban tanto como a mí.
Dejamos la cocina limpia y fuimos al estudio en el auto. Las chicas estaban ahí, habían llegado para empezar con la producción de fotos y se veían muy bien luego de pasar por el sector de maquillaje y vestuario. Reese y Cierra fueron las primeras en posar, las que se veían más sueltas y con más ganas. Tammin y Alycia eran más tímidas, les costaba estar frente a las cámaras, pero creo que ninguna era consciente de lo bien que le sentaban los flashes. Chloe se los dijo, les dió confianza y les aconsejó que fueran naturales y de divirtieran.
Hunter me estaba esperando en su oficina, había recibido todos los demos en los que había trabajado y quería darme su opinión. Me senté frente a él, con Chloe a mi lado y esperé que terminara con la llamada que tenía en ese momento.
- Perdón chicas...- dijo al colgar.- Era importante. ¿Cómo estás pelirroja? No te he visto por aquí nunca más.
- Quería darle a Beca su espacio.- explicó ella.- Y además ocupo las mañanas en otras cosas.
- Me alegra que estés aquí hoy, porque tengo noticias muy buenas para Beca y va a necesitar de alguien para celebrar.- el rostro de Chloe se iluminó en una sonrisa y yo sólo podía observar a Hunter con intriga.
- Ya sabes que soy muy impaciente, por favor dime.- le dije y él sonrió.- ¿Qué tan bueno es?
- Es excelente Beca, lo mejor que va a pasarte en la vida. Después de esta señorita por supuesto.- señaló a Chloe y ella sonrió agradecida.- ¡Sony quiere comprar los derechos sobre tus producciones!
- ¿Qué?- preguntamos Chloe y yo al unisono.
- Tu material me llegó cuando estaba con algunos amigos en casa, uno de ellos trabaja en Sony y me dijo que estaba interesado. Es una historia larga, pero no sólo quieren los derechos sobre estas canciones, te quieren a ti para trabajar con ellos.
- Es la segunda discográfica más grande a nivel mundial...- dije como si él no lo supiera, pero sólo necesitaba decirlo en voz alta y asimilar lo que me estaba diciendo.- Y sería una oportunidad increíble para las chicas.
- Y para ti Beca, sería una oportunidad asombrosa para que despegues todo ese talento que tienes.- añadió él.- Tendríamos que terminar todo hasta el viernes, ellos vendrán por ti el sábado por la mañana.
- ¿Qué pasará con toda la confianza que esta compañía depositó en mí?
- Tú sabes cuánto te queremos aquí, estaremos felices por ti y esta gran oportunidad. Además la compañía no está perdiendo nada, el material todavía nos pertenece y se venderá a un precio que ellos pueden y quieren pagar. Han venido por ti, ¡Sony Music te quiere en su equipo!- él parecía más emocionado que yo, al igual que Chloe.- Tienen una sede aquí en Los Ángeles, te pagarán el doble de lo que percibes actualmente y además llevarán a las chicas a la fama en cuestión de semanas. Beca, tu trabajo quedó tan bien que una de las discográficas más famosas del mundo quiere largarlo al mercado. Créeme si te digo que ellos ven mucha fama y fortuna en ese disco.
- Tú no deberías estar diciendo todo esto, lo sabes ¿cierto?- me permití reír y relajarme.- Deberías pedirme que me quede.
- Sí, pero no sería justo como amigo. Todo ese material te pertenece, así que tú decides.
Me parecía un sueño todo eso, de principio a fin. No sólo iba a presentar mi material el próximo viernes, sino que también estaba segura que iban a largarlo al mercado y representado por una de las mejores discográficas del mundo. Hunter había sido mi amigo y compañero esos años, me había enseñado mucho y había puesto su confianza en mí para este proyecto. Que él me estuviera soltando para ir a Sony Music era un regalo, que por supuesto tenía su ganancia a la compañía, pero un regalo al fin.
No tenía mucho para pensar en realidad, solamente quería hablar con las chicas, después de todo el trabajo era suyo. Esperé que terminaran la sesión de ese día, les pedí que se acercaran a la oficina antes de irse y les expliqué lo que ni yo entendía. No había ninguna posibilidad de rechazar semejante oferta a la vista de sus ojos, pero yo no quería que pensaran que estaba aprovechando la oportunidad para trabajar en SME así que les pedí que lo hablaran tranquilas, en sus casas, con la gente que siempre había estado para ellas. El padre de Reese era el representante de la banda, y no me parecía mala idea sentarme y hablar con él antes de tomar alguna decisión apresurada. La gente de Sony vendría el viernes, tendríamos un contrato para leer, así que hasta entonces todo era un sueño.
Chloe había estado dando vueltas por el lugar, Hunter le había pedido ayuda para organizar su oficina, aunque en realidad todo era una excusa para hablarle de mí y de las veces que metí la pata desde que había entrado a trabajar en el piso de practicantes. Cuando la encontré estaban riendo junto a la primera mesa de trabajo que me asignaron, esa que ahora estaba ocupada por algún otro loco soñador como yo.
- ¿Vamos?- le pregunté a Chloe y tomé su mano.- Ya estoy lista para una nueva clase de manejo.
- ¿Estás intentando que la señorita torpeza pueda manejar?- se burló mi jefe.
- De hecho lo hace muy bien, llevamos sólo una semana de práctica y avanzó muchísimo.- aclaró la pelirroja antes de que él pudiera decir otra palabra, yo sonreí con ironía.
- ¿Cuánto tiempo llevan juntas?- preguntó él con seriedad.
- Formalmente un mes, aunque son cuatro largos años tratando de convivir con ella.- respondió mi novia.
- Bueno, ya se te pasará la magia bonita.- él le dió dos palmadas en el hombro y ambos rieron.
- Vas a extrañarme cuando no esté por aquí.- aseguré y tomé la mano de Chloe.- Te veo mañana.
- Las veo mañana chicas.
Nos despedimos de él, nos fuimos cerca de la playa menos concurrida para que pudiera tomar el manejo del auto en esa zona, aunque no podía pensar muy bien en ese momento. Por mi cabeza pasaban tantas cosas, trataba de entender cómo es que todo había pasado en tan poco tiempo y cómo había llegado hasta ahí. Detuve el auto al lado de la vereda y Chloe me miró sorprendida.
- Beca tenías que...- interrumpí su frase cuando la tomé por el rostro y la besé con fuerza. Ella reaccionó rápido y en medio del beso sonrió, podía sentirla y eso me hizo sonreír también.
- Soy tan feliz, tan pero tan feliz.- la besé otra vez, y ella siempre estaba ahí para corresponderme.
Fuimos a casa, Chloe me dejó conducir hasta ahí mientras me daba indicaciones. Estaba feliz, no recordaba un momento parecido en toda mi vida, no podía ver en años anteriores a una Beca tan plena y confiada.
Chloe bajó del auto primero, abrió la puerta de casa y fue atropellada por Elvis que saltaba y ladraba alrededor suyo mientras yo los observaba desde lejos. La pelirroja lo levantó del piso para saludarlo, era como un niño para ella y siempre lo llenaba de abrazos mientras le hablaba como a un bebé. Tenía hambre, eso era seguro por la forma en que quería salirse de sus brazos y correr a dónde estaban sus platos.
Cuando entré a la casa y cerré la puerta a mi espalda, Chloe ya estaba sirviendo el alimento en uno de sus platos y controlando que tuviera suficiente agua. Dejé las llaves sobre el mueble, me acerqué a ella con calma y la abracé por atrás. Dejé el más profundo de los besos sobre su cuello y luego bajé por sus hombros. Me embriagaba su aroma, amaba el contacto con su suave cabello y la forma en que sus manos iban recorriendo mis brazos aferrados a su cintura. Ella giró la cabeza y atrapó mis labios entre los suyos, no tardó mucho tiempo en girarse completamente y enredar sus brazos detrás de mi cuello para intensificar el beso. Amarla era un privilegio, tenerla para mí todos los días eran el mejor de los regalos que alguna vez me habían dado, y mis brazos se lo demostraban cuando se aferraban a ella con fuerza, diciéndole que nunca iban a soltarla. Me separé y acaricié su nariz con la mía, justo antes de que alguien llamara a la puerta.
- Qué oportunos.- comenté y dejé un último beso en sus labios para ir a recibir a quien estaba llamando.- ¡Ey!- saludé a Nicole.- Ven, pasa.
- No, está bien, sólo vine a traerle una propuesta a tu novia, ¿ella está en casa?
- Aquí estoy.- Chloe sacó su cabeza por encima de mi hombro y la saludó.- Así que, ¿una propuesta?
- Ten cuidado con eso.- advertí en medio de un tono juguetón.
- Tranquila, hablaremos de un trío en otro momento.
- ¡Nicole!- golpeé su brazo y ella rió.
- Ey, yo no tengo la culpa de que tu novia se pasee por las calles siendo tan...
- Ok, suficiente.- le dije y Chloe dejó un beso en mi mejilla.
- Sabes que te amo a ti.- luego de decir eso miró a Nicole y esperó que por fin le contara sobre la propuesta.
- En fin, estuve viendo el álbum que colgaste en facebook ayer, ¿esas fotos son tuyas?
- Todas.- admitió orgullosa.
- Son realmente buenas, y se me ocurrió que quizás podrías ayudarme en algo.
- Te escucho.- Chloe estaba atenta, abrazada a mi cintura mientras yo acariciaba su brazo y las dejaba hablar.
- Sabes que la empresa de mi madre se expandió a Europa, ¿cierto?- ambas asentimos. Su madre, Elizabeth Duhamel, tenía una empresa dedicada a organizar grandes y pequeños eventos, y eran muy famosos en Los Ángeles y dentro del círculo Hollywoodense. Hace poco tiempo habían llegado a Europa y estaban armando un nuevo equipo en Londres.- Bueno, se ha llevado a mucha gente de aquí para trabajar con ella, y estaba pensando que quizás podrías formar parte de uno de nuestros equipos.
- ¿Yo?- la sorpresa de la pelirroja hizo que soltara un poco mi cintura.
- Sí, he visto tu trabajo y creo que puedes ayudarnos con las fotografías. Son una parte muy importante en la organización, tanto previamente como durante el evento.
- Pero yo sólo soy una aficionada...
- Chloe, nadie va a pedirte un diploma o certificación, les basta que captures los momentos especiales, y eres buena para eso.- Nicole estaba convencida de lo que decía y yo no podía estar tan de acuerdo.- Tenemos casi diez eventos el próximo mes, tenemos que cubrir la gente que mamá se llevó. Llegarán algunos practicantes la semana entrante, y me gustaría que pudieras unirte a nosotros. Naya Rivera organizará el cumpleaños de su hijo con nosotros.
- ¿Estás bromeando?
- No, ella quedó satisfecha con el trabajo que hicimos para su boda.
- ¿Organizaste la boda de Naya Rivera?- a diferencia de mí, ella jamás había escuchado esas historias y era adorable ver lo sorprendida que estaba.
- Y luego su amiga, la rubia de Glee...
- Heather Morris.- aclaré.
- Ella. Bueno también organizó el cumpleaños de su hijo con nosotros, y el baby shower del siguiente. Así llegaron sus amigos, y algunos otros. Mamá estuvo en algún evento con los Kardashians, por ejemplo. Piénsalo, es una buena oportunidad, y avísame antes del viernes por favor.
- Lo pensaré.- respondió ella, todavía sin reacción aparente.
- Genial. Estaba saliendo a la empresa para solucionar todo esto, las veo luego. Y tú..- me señaló.- El viernes estarán todos los equipos en el lugar de la fiesta por si quieres llegar y probarlos.
- Genial, estaré por allí. Conduce con cuidado, no estás en Rápidos y Furiosos.- ella sólo levantó el dedo mayor mientras se iba y me hizo reír antes de cerrar la puerta.- No vas a decirle no a Nicole, ¿cierto?- me dirigí a Chloe que ya estaba dando vueltas en el pasillo, tomando sus manos hacia adelante como cada vez que estaba pensando en algo que la ponía nerviosa.- ¿Chlo?
- Es una locura, ¿no? Que ella me proponga un trabajo así.
- Chloe, todo es una locura en nuestra vida ahora.- la miré y reí nerviosa.- Sé que no viniste a hacer esto, pero es una oportunidad fantástica para ti. Los Duhamel son gente muy importante, si tienes suerte y te contratan en planta permanente hasta podrías ponerte tu propia escuela de música en el futuro. Yo te ayudaría, si me va bien con el contrato el viernes... ¡Por Dios! Si me va bien, todo esto será una locura.- me senté en el primer escalón de la escalera de madera y ella se sentó a mi lado.- Creo que necesito un respiro.- Chloe rió con fuerza y apoyó su cabeza en mi hombro.
- ¿Crees que estoy a la altura de esa empresa?
- Sólo tienes que mantener la calma cuando Naya Rivera se acerque a felicitarte por las fotos de su hijo.
- Ella es tan sexy...
- Ok, creo que no debes tomar el empleo.- dije en broma y ella lo entendió.- Estás a la altura, no hay nadie que pueda hacerlo mejor.
- Debo contarle esto a papá.- tomó su móvil y buscó el chat que compartía con sus padres.
- Deberías llamarlos.- besé se cabeza y me levanté de donde estaba sentada.- Ellos estarán muy orgullosos.
- ¿A dónde vas?
- Estaré jugando con Elvis en el patio trasero. Llama a tus padres y luego ven.
Si alguien tenía que saber sobre esa propuesta era el padre de Chloe. Él le había enseñado todo lo que sabía sobre fotografía, pero además eso lo había ayudado a convertirse en quien quería ser en realidad. Pensé que quizás a ella podría pasarle lo mismo, y no había nadie como su familia para empujarla a aceptar el empleo y hacer algo grande de esa oportunidad. Hiciera lo que hiciera, yo quería que fuera feliz, nada más.
Tuvo una extensa y divertida conversación con sus padres, de esas donde paseaba toda la casa con el móvil pegado a la oreja y en algún momento se acomodaba en el sofá para continuar. Hacía ya varios días que no se había reportado con ellos, y tenían algunas cosas para contarse. Aproveché para bañarme y luego bajé a revisar qué había para comer. Era imposible saber qué es lo que quería mi ansiedad en ese momento, no sabía si algo dulce o salado, si alguna fruta o algún chocolate. Lo único seguro era que necesitaba comer algo. Llevaba el cabello suelto, de algunas ondas caían gotas porque nunca me había acostumbrado a secarlo, y mojaban mi pijama corto.
Chloe había dejado de hablar por teléfono hace un rato, salió con el cachorro para el segundo y último paseo del día, y me dijo que iba a confirmarle a Nicole que tomaría el empleo, así que supuse que iba a demorarse en su casa.
El grupo de las Bellas se iluminó con un mensaje en la pantalla y sonreí.

Lo que dicen sus ojos- BechloeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora