Capítulo 23: Mañanas difíciles

1K 180 48
                                    

Veinticinco votos para actualizar ❤️





Niall no quería salir de la cama.  Faith aún tardaría en despertar.

Dio otra vuelta entre las sábanas.

Olían a alfa. Olían a sexo.

No quería salir nunca de ahí.  Ni podía borrar la sonrisa de su cara.  El olor a fluidos y aromas en la habitación seguía provocando un ambiente completamente sexual.

Y él quería más.

Harry era increíble.  Se rió frotándose contra la sábana.  Quizás lo ocurrido la noche anterior era demasiado acelerado para lo que tradicionalmente podría considerarse un cortejo, pero él no era ya un muchacho virgen e inexperto y Harry era un alfa poderoso y muy masculino y era natural que eso hubiese surgido entre ellos...

Se frotó contra el colchón, aspirando y deseando poder retener en él el olor del sexo juntos.

No tenía mucha constancia de cómo continuaría ahora el cortejo, porque apenas se conocían como para acelerar formalidades.  Y a Niall le apetecía un cortejo largo.  Seguro que le enviaría algún detalle, algunas flores o algo esa mañana.

Casi sin darse cuenta se estaba masturbando contra el colchón.

¿Cómo había podido sobrevivir tanto tiempo sin eso?  Por eso estaba tan amargado a veces.  No entendía a esos omegas para los que las relaciones sexuales eran una obligación...



-Harry... -gimió su nombre, aspirando su aroma. 

Harry había llegado y le había dado todo lo que su cuerpo y su alma estaba necesitando.

Alcanzó el orgasmo y se derrumbó sobre la cama.

Sentimentalmente no se sentía listo para dar pasos rápidos pero mientras eso se solucionaba no le importaba para nada que siguiesen experimentando juntos ese placer... todo fluiría...

Se le entrecerraron los ojos. 

Y estuvo a punto de decir un nombre equivocado.

Se incorporó de golpe, despierto del todo.

Maldita fuera toda su mala suerte, su tendencia al desmayo postcoital y su subsconsciente.

Por eso se había ido Harry tan rápido. 

Le había llamado por el nombre equivocado.

Deshizo la cama para llevar las sábanas al cuarto de la ropa sucia, buscó ropa, escondió la de Louis y encontró una moneda extranjera que debía pertenecer a Harry. 

Necesitaba una ducha, bajarse de la nube del placer que aún le provocaba el olor y las feromonas por todo su cuerpo y hablar con Harry. 

Sus ojos se fijaron en la fotografía de su marido en la comoda.

Por el amor de Dios, de verdad necesitaba hablar con Harry en serio, disculparse.  Guardar esa foto en un cajón. 

Porque Harry le gustaba.  Le gustaba de verdad.



Zayn estaba cocinando el desayuno cuando Liam entró en la cocina.

-Creía que teníamos cocinera.

-Quería hacer algo especial.

-Harry sabe lo nuestro.

Zayn dejó de remover el dulce de manzana.

-Se suponía que era un secreto.

-No se como lo ha sabido, pero me dijo que yo nunca le dije mi tendencia sexual.

Zayn volvió a remover el dulce.  Ni siquiera se había detenido a pensar en lo que él y Liam tenía como algo con nombre, apellidos y definición.  Mucho menos, una tendencia.

-Somos normales.  Solo que nos hemos enamorado y ya.

-Harry me pregunto si era alfasexual. No le respondí.

-Porque no lo somos. 

Liam guardó silencio.

La sociedad aceptaba la heterosexualidad, homosexualidad y bisexualidad como relaciones romántico-afectivas aceptables y normativas.  Pero siempre entre alfas y omegas o entre omegas con otros omegas. 

Lo que se denominaba normativosexual.

La alfasexualidad era algo malo.  Era algo problemático .  Era no aceptado.  Los alfas habían nacido para expandir la raza y ser fuertes.   La sociedad aceptaba que los omegas se uniesen entre ellos porque les consideraban menos importantes y además podían reproducirse entre ellos.

No era lo ideal pero se aceptaba.

La alfasexualidad no. 

-Le prepararé un poco de arroz blanco con jengibre para aplacar las náuseas.  Supongo que se despertará enfermo.  Estaba realmente ebrio.

-Cuándo le acosté era tardísimo.  Y no paraba de decir cosas...

-¿Cosas?

-Sobre ese omega.  Que le odiaba.  Que le amaba. 

-Nunca había visto a Harry tan ebrio.

-Nunca había visto a Harry así.

-Buenos días -dijo entonces Josh entrando en la cocina -huele genial.

-Zayn es muy buen cocinero.

-¿Sabes cocinar?  Creía que sólo los omegas hacían eso.

Zayn dejó caer la cuchara y salió de la cocina. Josh miró a Liam preocupado.

-¿Qué he dicho?

-Tranquilo.  Cosas suyas. 

Acendrado ||Narry||Ziam||Omegaverse|| Historical-Fiction||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora