Acendrado ||Narry||Ziam||Omegaverse|| Historical-Fiction||

Capítulo 104: Un hogar

Niall le abrió la puerta.  Hizo una señal de silencio y subieron al cuarto de Niall.

-Tengo que comprar una cama mayor. Eres muy grande y cabemos muy justos.  Será peor cuando empiece a engordar.

Harry sonrió quitándose la ropa. Le agradaba escuchar a Niall hablar de ellos en futuro.  Pese a que sabía que era su prometido, pese a conocer que su semilla había germinado en el seno del omega, a veces aún le costaba creer que todo hubiese cambiado tan rápido.

Cuando Zayn y Liam habían llegado a casa, les había pedido que cuidaran de Josh y se había subido en su automóvil con la imperiosa necesidad de estar con su omega.

Siempre había creído que los alfas enlazados exageraban al hablar del dolor incluso físico que les causaba la separación de su omega.  Ahora comprendía todo.  Además, cuando has visto montañas dé cadáveres víctimas de una locura sangrienta el corazón puede endurecerse como una piedra o como era el caso de Harry, abrirse como una flor al amor.

-¿Siempre duermes desnudo? -preguntó Niall.

-Sí, pero compraré pijamas, no quiero que Faith me vea sin ropa y no podremos cerrar la puerta siempre.

-No, debería abrir el cerrojo después de...

-Dilo -dijo Harry mientras le quitaba el anticuado camisón -también comprare pijamas para ti. Ahora, dilo.

-Después de follar.

Harry sonrio.  Las palabras sucias saliendo de ese rostro angelical se volvían sensualidad condensada.

Atrapó los labios de Niall y le colocó sobre la cama sujetándole las muñecas con delicadeza.

-Me alegro de que tú hayas sido el único -confesó el alfa, mientras le besaba el pecho blanco tachonado de vello castaño y dirigía sus labios hacia el pubis del omega.

-No... puedo... gritar.

Un lametón de Harry en su miembro fue la única respuesta.  Niall movió los ojos extasiado. 

-Me voy a... demasiado rápido...

-No me importa, tengo tiempo para hacer que te corras las veces que necesites.

Niall notó sabor de sangre en sus labios cuando tuvo el orgasmo.  Alcanzó el climax con la cara de Harry a centímetros de su pene.  Sabía lo que iba a ver cuando buscase la cara del general y nunca hubiese creído que pudiese ser tan excitante.

Su rostro estaba lleno de su esencia.

Gimió apoyando la nuca en la almohada.

Sabía que Harry podía hacerle disfrutar de eso durante horas.

Dashiell se acomodó en la cama.  Se sentía grande y vacía sin el calor de los alfas. 

Y ni siquiera habían tenido aún relaciones sexuales.

Su cuerpo se estremeció.  Cuando eso sucediera sabía que la satisfacción iba a ir acompañado de un agradable dolor.

Connor entró en su cuarto.  Abrió la cama pulcramente hecha y se dispuso a meterse dentro.

-Connor -Ethan se acercó a la puerta – puedes... me gustaría... la cama principal es más cómoda.

Connor se sonrojó.  Se acercó y Ethan le detuvo poniendo con suavidad la mano sobre su pecho.

-No haremos el amor hasta que te sientas cómodo y listo.

-No sé que me pasa.  -Connor se rió- de hecho todo el pueblo me conoce por mi facilidad para abrirme de piernas...

Ethan le puso un dedo en los labios.

-Si fueses un alfa nadie diría nada.  Así que deja de hablar de ti con desprecio.  Yo te haré amarte, con mi amor.

Connor dejó todo su peso caer contra el alfa. 

Se sentía seguro.  Feliz. En casa.