Capítulo 67: Te cuidaré

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Está bien.  Se acabó llorar.  Empecé a crear esta historia con alguien pero a la mierda la nostalgia.
Os pido apoyo, votos y sobre todo comentarios.  Necesito sentirme segura.
Perdón por tardar tanto.
Jo.







Niall acabó de lavarse.  Sacó la pesada máquina para ayudarle a respirar y la llevó junto a la cama.  

Entonces, justo entonces, alguien golpeó la aldaba de la puerta.

La única empleada fue a abrir pero Niall estaba demasiado cansado por sacar la máquina como para bajar.

-Es el general Styles.

Harry subió a su cuarto sin pedir permiso, una de esas cosas que hacían los alfas y que Niall fingía odiar pero le encantaba.

-He estado en Londres todo el día y quería ver cómo te encontrabas...

Sus ojos verdes y perspicaces se fijaron en la máquina.  Niall no tuvo más remedio que hablar.  Le faltaba el aire.

-Hoy tengo mucho asma.

Harry se sentó a su lado.

-Tú tienes gripe.

-Solo es un resfriado.

Niall tuvo un ataque de tos.  Harry le ayudó a ponerse el nebulizador y luego le acostó.  Fue al baño y volvió con el viejo termómetro.  El mercurio no mentía y su marca ascendió lo suficiente para ser alarmante.

-Iré al hospital a por medicinas y volveré.

-¿Y qué vas a hacer?

-Cuidarte, como es mi deber y mi placer.



Ethan Wellington estaba preocupado por Connor, ese joven paciente en estado y sin alfa. 

Si los pacientes se enteraban podrían exigir que no querían que alguien indecente estuviera allí.

Era curioso.  Literalmente salían de una guerra en la que lo principal que habían hecho era matarse encarnizadamente unos a otros pero dejar que la carne ganara la batalla a la castidad era lo indecente.

Observó la lista de nombres de niño y niña que había recogido del suelo.

Connor quería a ese bebé, no le cabía duda.  Y nunca recibía visitas.

Movió la cabeza.  No era su problema y le dolía la cabeza por concentrarse tanto.

Se acostó en la cama y cerró los ojos pero siempre que realizaba ese gesto volvían a su cabeza las bombas y la indignidad de haberse sentido como un cobarde.

Se levantó para preparar un tónico que le ayudase a dormir.  Unas gotas de morfina en la mezcla aliviaban también los espasmos de sus músculos agotados tras la jornada.

Empezaba a no poder prescindir de él y eso le daba miedo.



Harry volvió con todo lo necesario para asegurar el bienestar de Niall.

Penicilina, algo para el dolor, recambio para el nebulizador e incluso una bombona de oxígeno.

-¿Cómo te han dado todo eso?

-Lo he pagado, por supuesto -dijo Harry como si fuese una obviedad gastarse una pequeña fortuna – Eres mi omega y voy a cuidarte.  Además, el dinero no es un problema para mí. 

-Recuerdo cuando no lo era para mí.

-Si volvieses a tener el nivel adquisitivo de antes que...

-Iría a So Sweet, en Londres, en el centro.  Allí los pasteles son deliciosos.  Pediría un té darjeeling, té indio de verdad y una de esa especie de montañas de chocolate y crema rellenas de flan.

-Lo haremos en cuanto estés bien.  Después de ir a la fiesta del hospital. 

Niall le miró en silencio mientras Harry preparaba una mezcla de agua y penicilina en polvo.

-Niall, ¿Por qué odias a Connor?

Niall no esperaba esa pregunta.  Estaba siendo cuidado y mimado y ahora estaban en terreno peligroso.  Suponía que tenía que acostumbrarse a que así era Harry.

-Porque... no se.  Es todo lo que yo no... apruebo.

-Pero Niall, tú no tienes que aprobar la vida de nadie.  ¿No has entendido nada de todo por lo que hemos pasado?  He luchado por la libertad y por la no imposición de ideas totalitarias en la cabeza de las personas. 

Niall bebió el remedio y luego agua.

De repente se sentía avergonzado.

-La gente nacemos para ser libres -Harry sonrió – excepto si encontramos nuestra otra mitad y aún así siempre te permitiré una libertad intrínseca a tu propia naturaleza humana.  Por favor, recuerda que los tiempos han cambiado.

Harry se preparó un catre en el suelo para vigilar a Niall y se acostó.

Él omega se durmió mirándolo.

Harry se levantó.  Comprobó el estado de Faith.  Luego tomó una libreta y una pluma y comenzó a revisar las reparaciones que necesitaba la casa.

Había un desván. 

Subió pese a que las escaleras crujían.  Estaban apolilladas y necesitaban ser cambiadas. 

El desván estaba lleno de polvo, pero tenía luz eléctrica.  

Y estaba lleno de cosas.

Abrió un baúl.  Había un montón de libros del colegio de Niall y un viejo uniforme.  Sonrió.  En un maniquí estaba lo que debía haber sido su traje de boda.

Abrió otro baúl.

Vaya, George tenía un arsenal ahí arriba.  Debería haber enseñado a su esposo a utilizarlo.  Esas armas podían ser peligrosas con Faith en la casa.  Habría que trasladarlas.

Volvió a bajar.  Todo estaba tranquilo.

Entró al baño, se desnudó y se transformó.

Era un placer sentir como sus músculos se estiraban al fin dando todo de sí.

Volvió a su catre junto a Niall y se durmió.

Acendrado ||Narry||Ziam||Omegaverse|| Historical-Fiction||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora