Capítulo 26: Enterrado en la arena

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No iba a volver.

Le había perdido.  Definitivamente había perdido la oportunidad de rehacer su vida y encontrar un buen alfa de nuevo.

Ya había transcurrido una semana.  Y Harry no había dado señal ninguna de pretender reanudar los trámites de cortejo.

Niall se hizo la señal de la cruz y se sintió aún peor por estar teniendo esa clase de pensamientos en el servicio religioso dominical.

Faith llevaba su abrigo nuevo.  Louis había ido a la ciudad esa semana.  Estaba muy ausente desde hacía días, y no quería contarle a Niall el motivo.  Pero el viernes había aparecido con un abrigo de piel de ante rosa forrado de borreguillo para Faith.

La niña estaba exultante.  Era hermoso verla estrenar algo y algo tan bonito.

Louis estaba al fondo del templo.  El general Styles no había ido. 

Niall se empezó a abrir paso entre la multitud de gente que aprovechaba los minutos posteriores al oficio para conversar y ponerse al día.

Entonces vio que Louis hablaba con alguien.  Con ese doctor del hospital.  Aparentemente tenían algo muy importante de que hablar porque abandonaron la iglesia sin saludar a Niall. 

Sería mejor que se fuese a su casa. 

Había añorado las atenciones de Harry esa semana más de lo que hubiese creído posible habiéndole conocido por tan poco tiempo.  Y además, había despertado realmente deseos de cosas que ya no se aplacaban tan fácil con la palma de la mano después de recibir sus caricias.

Necesitaba hablar con él.  Pero no podría si ese alfa rondaba cerca. 

Emitía un aura de poder que ponía a Harry nervioso.  Por eso le identificó rápidamente como Liam.

George le había hablado de él.

Decía que podía pasar de ser la persona más dulce y amable a la más imponente en segundos.

-¿Iremos al cementerio?  -preguntó Faith.

-No.  Estoy cansado y ayer les pusimos unas flores preciosas.

-¿Podemos entonces comer pastel?

-Por supuesto, señorita. 



Harry estaba haciendo cola en la panadería.  Esa semana había comido más pan que en los últimos años.  Le volvía loco de placer poder volver a acceder a lo que la Guerra le había demostrado un lujo.

Una hogaza recién hecha, con la corteza gruesa y crujiente.  Panecillos de miga blanca, rellenos de jamón dulce o queso...

-Buenos días, general.

Tuvo que bajar los ojos para responder el saludo de Faith, la hija de George.

Niall se acercó de inmediato, nervioso.

-Faith, no molestes al general.

-La niña no me está causando ninguna molestia.  Nada me la causa.

-No me has... no contactaste conmigo en toda la semana pese a que... dormimos juntos.  -dijo Niall, sin poder evitar el impulso.  Era en ese momento o era nunca.

-Sucedieron cosas que me hicieron replantearme la conveniencia de nuestro cortejo -dijo Harry en voz muy baja para que nadie alrededor pudiese escuchar – es mi turno.

-Esperaré -Niall cruzó los brazos.  – Faith, ve a jugar ahí fuera.  Están los hijos de los Brown.

Faith asintió y salió corriendo, satisfecha con su abrigo nuevo.

Harry compró pan como para una familia.  Volvió de nuevo la atención al omega.

-Vamos a un sitio más privado.  Sentémonos en esa mesa.  Pediré dos tés.

-Iré a controlar a Faith y vuelvo.

Su hija estaba con otros niños en el parque de arena frente a la panadería.  Niall le gritó que no ensuciase su abrigo.  Volvió al interior, a la mesa y al alfa molesto con quien tenía que arreglar cosas.

Harry estaba sentado tratando de absorber el calor de la cerámica con las manos.

-Nunca me acostumbrare a la seguridad de tener una taza de té caliente.

-General... -Niall alargó la mano y la puso sobre la de Harry – lamento muchísimo lo que sucedió.  Me quede medio dormido y pronuncié un nombre que jamás debió salir de mis labios.  Pero él fue el único alfa con quien tuve relaciones de esa índole y aunque mi comportamiento fue inexcusable yo deseo que continúe su cortejo...

-Tú fuiste mi primer omega. 

Niall abrió los labios.  Harry miró al infinito.

-Fuiste mi primer omega y me sentí utilizado por ti.  Mis intenciones fueron siempre las de un cortejo serio.  Me agradas como para creer que puedo enamorarme de ti, que podemos enlazarnos.  Y para mí eso era lo de la otra noche.  La culminación de ese intenso deseo amoroso.  Pero tú no parecías tan absorto por los sentimientos como yo...

-Apenas te conozco pero has calado en mí lo suficiente para permitirte entrar en mi cama. Nadie lo había hecho excepto mi marido.  También eres especial para mi.  También estaba... estoy sintiendo cosas.  Y para mí fue un sexo muy placentero, me desperté con tus ojos en mi cabeza...  querría que me perdonases y que continuases tu cortejo pero sin que jamás pierdas de vista algo:  durante años tuve un alfa y formara parte de mi pasado.  Lo cual no invalida que si quiera un futuro.

-Mi orgullo no ha salido indemne...

-Piénselo.  Démonos la oportunidad de seguir conociéndonos. 

-Pensaré en ello...

Durante unos diez segundos, Harry tuvo un pensamiento absurdo.

Que estaba de vuelta en combate.

Porque sonó un estallido atronador y el interior de la panadería se llenó de polvo y arena.

-¡UNA GRANADA! ¡HABÍA UNA GRANADA ENTERRADA EN LA ARENA!  -gritó alguien desde el exterior.

Acendrado ||Narry||Ziam||Omegaverse|| Historical-Fiction||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora