Acendrado ||Narry||Ziam||Omegaverse|| Historical-Fiction||

Capítulo 37: Un juguete

Bueno, no me encuentro demasiado animada.  Lo estaba pero en los dos últimos capítulos ha habido una lluvia de comentarios negativos lo cual francamente no comprendo.

Ya tenía escrito este capítulo y aquí está, treinta y cinco para actualizar aunque no prometo que sea rápido, quizás necesite un respiro de días tras ver eso o quizás es el momento.

A mí, la verdad, me gusta y encaja como va la historia.

-Por favor.  Quédate.

Dominick se rió mientras se abrochaba la camisa.

-Llevo aquí demasiados días.  Antes no me importaba porque no me habías marcado.  Pero ahora somos pareja y te has encargado de que todo el pueblo se entere.

Louis asintió, satisfecho. 

-Por eso.  Duerme conmigo.

-Estoy soltero.  No puedo quedarme a dormir en casa de un alfa como si no importase.

-Pero soy tu alfa... es distinto. 

-No a ojos de los demás.  Para eso también debo tener tu apellido y tu anillo.  Valoran más eso que la marca, por desgracia.  Y aunque no espero que crean que soy un modelo de castidad, vivir con un alfa es algo muy distinto.

-Vamos a casarnos.  Solo que no se cuando. 

-Louis, la gente ya dice suficientes cosas de mi.  Mis ojos.  Mi procedencia incierta.  Estamos a punto de abrir una clínica.  No necesitamos que crean que somos personas de dudosa moralidad.

-Pero eres mi omega... y si vamos a casarnos.  Es decir, es lo normal.

-Para empezar, me casare cuando me lo pidas debidamente.  Y Louis... voy a dormir en casa de mi abuela.  A veces me quedare pero con discreción.

-Entonces te llevaré.  Es muy tarde.

-Gracias.

Liam puso de nuevo los pies en el exterior de la casa.  Estaba... su cabeza era un carrusel de confusión.

Había esperado a que se durmieran.  Caminó el corto trecho de jardín y ya estaba en la calle.

Buscó un cigarrillo en su ropa.  Lo encontró.  Sacó una cerilla y lo encendió.  Sus dedos temblaban.  Había esperado otra cosa de esa noche.  Algo más relacionado con escenas de celos y reproches y no...

-Me encanta este tabaco.  Debes decirme en qué estanco de Londres lo compras.  -Zayn le quito el cigarrillo de los labios y lo puso en los suyos.  Solo llevaba unos pantalones.  Le miró a los ojos – amarillo... ¿alguien está enfadado?

Liam le empujó y Zayn se lo permitió.  Volvió a inhalar.

-No voy a empujarte de vuelta.

-¿Por qué?

-Porque te estaría dando una excusa para darle salida a tu lujuria a través de la violencia y Liam, la guerra ha terminado.

-Yo no...

-Claro que sí.  Puedo olerlo.  Puedo notarlo.  Todo el rato.   Tu olor... furia mezclada con deseo... tranquilo, amor... siempre vuelvo a ti.

-Quiero irme a casa.

Zayn empezó a caminar a su lado.

-Perfecto. Hace una noche perfecta para pasear.

-Vas medio desnudo.

-Admite que no estás tan enfadado como pensabas que ibas a estarlo.  Admite que... estás más sumido en comprender porque ese bombón francés te ha resultado tan apetecible.  Sobre todo al verlo fundido debajo de mi.

-Hablas como si esto te gustase.

-Porque me gusta.

Liam dejó de caminar.  Estaban en medio de la nada en un pueblo donde acababan de irse a vivir y Zayn estaba jugando a una especie de mezcla entre algo erótico y algo maquiavélico.

-¿Qué te gusta? ¿Humillarme?

-Me gusta que te gustase.  -Zayn se puso frente a él.  Le agarro el mentón y le besó – me gusta que fueses a por mí.  Me gusta que te excite Dashiell tanto como a mí.

-Dashiell.

-Sí, Dashiell. 

-Tú y yo...

-Seguimos siendo tu y yo. Liam... nunca pensé dejarte pero también soy un alfa.  Y entonces le conocí a él... yo no esperaba nada más que descargar la frustración pero ese chico me gusta.  Y a ti, también.

-No se a donde quieres ir a parar.

-Si que lo sabes, aunque lo niegues.  Liam, no avanzaremos si continuas negando la evidencia.  Si insistes en simular que no pasó nada en casa de Dashiell.  Que no te pusiste caliente deseando unirte al juego de los dos.  Que no te excito la idea de que sobre esa cama fuésemos tres...

-¿Y qué si lo hizo?

-Dashiell es un buen chico.  Es adorable, es guapo y muy caliente.  Tú y yo podríamos hablar con él.  Quizás le interese unirse a nosotros como... un juego.  Puede ser divertido.  Podemos divertirnos mucho con ese omega.  En la cama.  Los tres.

-Dios, Zayn...

-Tú y yo seguiríamos siendo como somos pero... yo necesito sacar más mi lado dominante – Zayn se acercó y le mordió la oreja.  Liam seguía excitado y Zayn se pegó a él.   – Dash necesita un amante que le dé protección y diversión y el en nuestra cama sería perfecto.  Un juego de sensaciones y... todos verán que estamos con el.  Es perfecto. 

-Joder -Liam le agarró la barbilla y le besó con mayor intensidad.  Zayn gimió cuando Liam le apoyó contra la pared – mierda, joder, me encantas y tengo que poseerte.

-Hazlo.

-Estamos en una vía pública.

-No hay nadie.  Hazlo.

Liam le sujetó la mano y dio la vuelta para ponerse tras un callejón.  Le puso de espaldas contra la pared.

-Voy a pensarme lo de tu juguetito.

-Estoy seguro de que si.

Liam le bajo los pantalones un poco y metió su verga de un empujón.

Zayn le sonrió a la pared.

-Ya estás en casa, mi amor.