Acendrado ||Narry||Ziam||Omegaverse|| Historical-Fiction||

Capítulo 59: Nuestro

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Liam acabó sentado en el sofá de la casa del joven al que odiaba con su alma, el culpable y responsable de todos sus males. 

Dashiell se sentó frente a él.

Estaba molesto.  Eso provocaba que su acento francés se marcase muchísimo.

-Te presentas en mi casa como un energúmeno fuera de control.  No se lo que usted cree, señor, pero esto ya no es el frente ni yo soy un enemigo.  Y no tengo nada con su compañero.  Ojalá lo tuviese.

-Desde que estuvo contigo dice cosas como que yo no le doy lo que necesita.  Se queja de nuestras relaciones sexuales, que son brutales...

Dashiell se rió y eso a Liam no le pasó desapercibido.

-Te has reído.

-La arrogancia de los alfas nunca deja de resultarme sorprendente.  Son brutales porque lo son para ti pero, ¿verdad que no te has parado a pensar en él? 

-Por supuesto que si.

-Cuando estuvo conmigo parecía muy cómodo en el proceso de dar.  ¿Le permites eso?

Liam guardó silencio.

-Mira -Dashiell se levantó, le ofreció una cerveza y destapó otra para él – Yo no tengo nada en contra de la gente como tú y Zayn.  Los omegas lo hacemos constantemente entre nosotros y me resulta ridículo y propio de una sociedad retrógrada que no se permita a los alfas estar juntos. Luego veo cómo os comportáis cuando lo estáis y se me pasa.

-¿A qué te refieres?

-Vuestra naturaleza es la que es, de eso nadie puede escapar.  Pero igual que los omegas podemos adaptarnos, sobrevivir sin un alfa, hacer trabajos duros, demostrar que no somos tan distintos obviando la parte biológica, vosotros no deberíais tener esa insaciable necesidad absurda de demostrar de un modo constante vuestro espíritu dominante.  Dices que amas a Zayn pero no se te ha pasado por la cabeza que quizás lo que necesita sexualmente es poder compartir roles. Quizás a veces hasta haya fingido para hacerte feliz.  Conmigo fue muy dominante.   Pero jamas volvió.  Porque te ama.  Aún así, desde entonces alguien anónimo, que se que es él, me está pagando las cuentas de la tienda y el bar.  Porque aún no he recibido mi herencia. 

-¿Eres viudo?

-De guerra.  Mi esposa era una de esas alfas que se creían inmortales.

-Lo lamento...

Dashiell se sentó a su lado.

-Estoy seguro de que le prohibiste acercarse a mi y quizás ese haya sido más tu error que tú acierto.  Porque tú no estás dispuesto a darle lo que necesita, pero tampoco a que lo busque de otro modo.  Piensa en cómo lo harás porque los dos sois unos alfas muy potentes y si no asumes que no puedes ser el más dominante, no vais a funcionar.

-No puedo perderlo.

-No lo hagas.

Liam se quedó mirando el rostro de Dashiell. 

Cincelado a la perfección.

Volvió a sentirse como aquella vez que le vio con Zayn.

A través de su cabeza empezó a abrirse paso un pensamiento extraño.  Un pensamiento que nunca jamás creyó tener. 

"Nuestro".

Miraba a Dashiell, le escuchaba y no dejaba de invadirle una convicción.

Era suyo y de Zayn y ellos eran de él.

Como un puzzle al que le falta una pieza y esta aparece y todo cobra sentido.

Se levantó, dejando la cerveza a medias.

-Necesito hablar con Zayn.