Acendrado ||Narry||Ziam||Omegaverse|| Historical-Fiction||

Capítulo 85: Encuentro en el sofá

Niall acomodó a Faith.  La arropó bien y le besó la frente.

-Vamos, cariño -dijo con ternura -nuestras oraciones. No olvides incluir en ellas a la abuela de Dominic que se ha ido hoy al cielo.

La niña asintió. Niall se arrodilló y rezó en silencio.  Perdóname señor porque he pecado y es probable que vuelva a hacerlo hoy.  Tenía que ir a confesarse, su alma estaba acumulando demasiado polvo.

Había pedido a Harry que fuese tarde, para que la niña durmiese.

Preparó un poco de té y luego se lo pensó y sacó algo de whisky para el alfa.

Su mano tembló mientras preparaba la mesa.

Se sentó en el sofá.  De repente un nudo enorme en su pecho y su garganta amenazaba con estallar.

Su mente retrocedió varios años atrás.  Su primer embarazo le había asustado mucho. Mientras escribía unas líneas para comunicar la circunstancia a su esposo sentía una mezcla de miedo y felicidad, por si su marido no regresaba.

Ahora todo era distinto pero de nuevo se hallaba atrapado en una encrucijada. Debió evitar a Harry durante su celo.  Un viudo puede tomarse licencias pero lo que había hecho era una indecencia, y una mancha imborrable para su nombre, su familia y la memoria de su esposo.

Aunque Harry asumiese hacerse cargo, las cuentas no saldrían y todo el mundo cuchichearía cuando su vientre empezase a abultarse.

Él, que se había erigido en adalid moral de la comunidad.

Se limpió una lágrima.  Acababa de sonar la campanilla del timbre. 

Era hora de hablar con Harry.

Harry miró hacia atrás.  Había creído escuchar un ruido entre los arbustos, muy probablemente alguna alimaña nocturna.

Niall estaba frente a él.

-Has llorado -dijo olvidando el ramo de flores que llevaba como parte de su cortejo.

-Un poco... pasa.

La puerta se cerró. Louis siguió en su forma de lobo, acechando entre las sombras.  Si Niall era un cobarde y Harry salia antes de diez minutos intervendría.

Harry dejó las flores sobre la comoda de la entrada.  Le sujetó el mentón al omega.

-Cariño... ¿qué ocurre?

-Hay algo muy importante que tengo que decirte.

Niall no había imaginado verse en una situación así.  Hasta hacía apenas unos meses, solo se había visto a si mismo como el viudo permanente de George Tomlinson.

-Pero Harry, estoy siendo terriblemente grosero.  ¿Cómo ha ido ese asunto sobre tu protegido? ¿Quieres té?

-Quiero saber que te ocurre. 

-Me gustaría que primero estuviésemos... vamos al sofá.  Acepta un té.

Harry le siguió. 

Cuando estuvo a su lado, hundió la nariz en su hombro.

-Tu olor es más intenso que esta mañana.  Y también hueles a miedo.

El cuerpo del alfa reaccionó produciendo unas hormonas que comenzaron a calmar al omega.

Se sentaron.

-Ahora dime que es lo que te tiene así.

Niall le sujetó la mirada.

-¿Me abrazas?

Los bíceps protectores de Harry enfundaron el cuerpo más pequeño del omega.

-Niall...

-Harry, fue mi culpa, lo siento mucho... debí ser más cuidadoso, yo...

-Niall.

-Estoy esperando un hijo tuyo.