Capítulo 102: Un hogar

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Connor se despertó tarde.  Maldijo para sus adentros.  Tenía mucho sueño pese a que había dormido como diez horas. 

Se levantó.  Permaneció sentado unos segundos en la cama.  Estaba cansado y mareado. 

Se acarició el abdomen.  Estaba ya hinchado y se notaba mucho con el camisón.

Le llegó el olor a pan tostado y café y se levantó de inmediato.

-Lo siento mucho, Ethan.  Estoy muy cansado.

-Es normal -Ethan no se giró y siguió centrado en darle la vuelta a unos huevos en la sartén- ya te he dicho que en esta etapa del embarazo tendrás menos molestias de náuseas pero necesitas trabajar menos.

-Acabo de obtener mi puesto.  No puedo arriesgarme a perderlo.

-Siéntate -respondió Ethan simplemente – yo me encargaré hoy del desayuno.  Es mi día de descanso.

-Yo tampoco trabajó hoy.

-Estupendo.  Así podré cuidar de ti.

El Omega no respondió ante esa afirmación aunque algo en su cuerpo se removió de una manera extraña.

Justo después de eso el bebé pateó y él sonrió acariciándose el vientre.

-No soy como los otros alfas -se apuró a aclarar el doctor – es decir, no creo que los omegas hayáis nacido para vivir sometidos a los deseos de un alfa.  Pero también es verdad que tú no has tenido a nadie que se preocupara por ti.  Sabes que nunca he censurado tu pasado ni te he preguntado por el padre del bebé, pero me preocupas.  Aún estás muy delgado y trabajas demasiado.

-¿Por qué quieres cuidar de mí?

Ethan guardó silencio durante unos segundos.  El omega notó su corazón latir más rápido de lo normal.

-Me importas.  No sé explicar lo que siento, pero desde que te conocí siento una necesidad inmensa de cuidar de ti.

Connor contuvo el aire cuando Ethan le acarició la barbilla.

-¿Me he explicado?

-Creo que sí.

-Yo creo que no.  Creo que no lo entiendes porque soy malo explicando mis sentimientos...

-¿Sentimientos?

-Sí.  No necesitas un alfa que te cuide pero si mereces uno.  Cuando la gente habla de ti a las espaldas y te insulta o habla de tu moral me pongo de muy mal humor... tanto que deseo golpearles.  Me gusta mucho tu presencia en mi casa.  Y no sólo porque hagas unos dulces deliciosos.  Tu simple presencia ha hecho que olvide mucho de lo que vi y viví y pueda pensar en... en qué algo nuevo y bonito es posible.

-Dios mío, Ethan...

-Cuando estamos los dos en la casa, me siento como en un verdadero hogar.

-Es mutuo -murmuró Connor – pero no me atrevía a...

El doctor se agachó y le besó.

Connor había besado mucho y a muchos.  De muy diversas maneras.  Pero ninguno fue como aquel.

Se sintió como un adolescente dando su primer beso.  El aroma del alfa era distinto, era dulce e inundaba sus fosas nasales haciéndole suspirar.

Ethan colocó la mano sobre su vientre.

-Permíteme ser tu alfa y reconocer como hijo mío a tu bebé.

Acendrado ||Narry||Ziam||Omegaverse|| Historical-Fiction||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora