Cap. 26 Hazme Tuya

10.4K 898 576
                                    

ESPECIAL NAVIDAD 2/4

Sentía cómo la ropa se pegaba a mí, y yo la seguía separando. Seguía escuchando la risa de Jennie, era de lo peor.

-Voy a vengarme- Dije frunciendo el ceño- ¡Lo juro!

-¡Aay! Pero si te ves taaan bien- Rió.

Encendió el auto y empezó a manejar.

-También me metiste al agua- Se defendió.

-No, no te metí- Protesté- ¡¡Me agarré de ti cuando me empujaste!!

-Pero igual me mojé- Dijo riendo- Es lo mismo.

-No es lo mismo- Dije rodando los ojos.

¡Mi blusa era casi transparente! Añadiendo agua a la ecuación...¡se me veía el alma! Me hacía tener mucho frío, y Jennie pudo notarlo, así que encendió la calefacción del auto. Me sonrió tiernamente para que la disculpara, y la miré con el ceño fruncido...pero...era Jennie...no podía ni molestarme.

Se acercó a darme un beso cuando el semáforo se puso en rojo, y jamás me negaría a tener sus labios, así que le seguí el beso. Se separó de mí, y rozó la punta de su nariz por mi cuello, haciendo un camino hasta mi hombro y volviendo. Dejó un rápido beso en mis labios, y volvió a acomodarse para manejar. Me dejó adormecida y con los ojos entrecerrados...como siempre.

-Te quiero- Musitó dulcemente.

Yo también-contesté en un suspiro.

Empezó a llover, y cada vez empeoraba. Me ponía un poco nerviosa, no me gustaba que maneje con un clima así, cualquier cosa podía pasar, y si le pasaba algo a Jennie, yo moría. Llegamos a casa, y los truenos eran más y más fuertes. Bajamos y corrimos a la puerta. Las manos de Jennie temblaban, abrió la puerta con dificultad. Entramos y yo encendí la luz...pero no funcionada.

-Jennie...- Dije un poco asustada- No...funciona.

-Joder...- Susurró.

Me tomó de la mano y sacó su celular, para iluminar el camino. Llegamos a la cocina, pero las luces tampoco se prendían. Mierda...seguramente era por la lluvia.

-En el primer cajón hay velas- Dijo soltando mi mano.

Lo abrí y las saqué. Ella trajo un candelabro y un encendedor. Joder que hacía frío. Necesitaba darme una ducha caliente, o al menos tener la calefacción.

-Vamos a cambiarnos- Dijo volviendo a tomar mi mano.

La seguí en silencio. Entró a mi habitación, y se sentó en la cama.

-Tú primero- Dijo pasándome el candelabro.

Lo tomé y me acerqué al ropero. Joder...¿era raro que me sintiera absolutamente excitada en estos momentos? Cerré los ojos fuertemente y negué con la cabeza. Tomé un poco de aire y dejé en candelabro en mi tocador. Me amarré el cabello, y abrí el ropero.

No tenía idea de que me pondría, y menos delante de Jennie. Saqué un canguro bastante caliente, y unos pantalones deportivos. Los estiré en la cama, detrás de Jennie. Mierda...la verdad con verla, sólo lograba excitarme más. Me sentía como un pobre chico adolescente, con unas ganas locas de hacer mía a la sexy chica que estaba en mi cama.

-Podrías ayudarme- Dije de golpe- Es que...mis manos están entumecidas.

-Ah...amm...claro- Dijo nerviosa.

Lo siento, pero ya no podría aguantarlo por mucho tiempo. Me paré delante de ella, traía las piernas juntas, así que mis rodillas chocaban con las suyas. Su nerviosismo entorpeció su tacto, y tardó bastante en desabotonar el primer botón de mi camisa. Aclaró su garganta. Veía tan sólo su perfil por la tenue luz que nos proporcionaba la vela, y se veía increíblemente comestible. Bajó ya al tercer botón y tragó en seco, ya que ya podía verse mi piel.

-Tienes...un poco de arena- Dije rompiendo el silencio.

Aparté el cabello de su cuello, y limpié la arena suavemente, rozando mi pulgar por la curvatura de su cuello. Se estremeció un poco, y tomó un poco de aire para seguir desabotonando mi camisa.

-Gracias- Susurré cuando llegó al último.

-De...de nada- Dijo arreglándose el cabello.

Sonreí de lado y me acerqué a besarla. Sentí sus labios húmedos, particularmente dulces. Pasé la punta de mi lengua por ellos, para saborearlos mejor. Puso sus manos en mi cintura, y yo metí una de mis piernas entre las suyas. Sentía como en todo mi cuerpo subía la temperatura. Entrelacé su lengua con la mía, llenándome de su cálido aliento. Hice que se recostará torpemente, estaba nerviosa. Presioné mi muslo en su entrepierna, escuchando su melodioso gemido.

Bajé mis manos y fui subiendo la polera que traía, lentamente. No me frenó, así que era una muy buena señal. Me senté encima de ella, y acabé de sacarle la polera. Me quedé unos segundos estupefacta...era...mejor de lo que tanto me había imaginado. Soltó un risilla y se mordió los labios. Me sacó la camisa de un tirón y la lanzó por ahí. Se incorporó un poco, poniendo una mano detrás de mi cuello, uniendo nuestros labios, derritiéndome una vez más.

Me tomó de la cintura, haciendo que yo acabara debajo de ella. Desabrochó mi pantalón. Mi corazón latía a mil por hora, la excitación me hacía estremecer por completo. Sentí sus labios encima de mi cuello, lo mordió, haciendo que jadeara fuertemente. Bajó un poco más y volvió a morderme. Joder...me dejaría marcada. Recorrió a la altura de mi clavícula, y volvió a morderla.

-Aaahhh....- Gemí.

Clavé mis uñas en su espalda, y escuché sus jadeos. Esta sería la mejor noche de mi vida. Empezó a besar mi vientre, y sus largos y hermosos cabellos me hacían cosquillas en el resto de mi cuerpo. Se deshizo de mis pantalones, de un tirón, era un poco agresiva, pero me encantaba. Me armé de valor, e hice a un lado todo el adormecimiento que sentí en el cuerpo. Me deslicé en la cama, y volví a tumbarla, para que acaba debajo mío. Me miró un poco sorprendida, y sonrió.

-Me encantas- Susurró.

Sonreí y besé sus labios con sed de su sabor. Bajé por su cuello, llegando a su brasier, y sonreí juguetonamente. Encorvó su hermoso cuerpo, dándome paso para que lo desabrochara. Se lo saqué lentamente, observando su hermoso cuerpo. Me acomodé el cabello a un lado, y empecé a besar sus perfectos pechos. Pasé la punta de mi lengua por sus pezones, rodeándolos, saboreándolos.

-Ooooh...- Jadeó rasgando mi espalda- Lisa...

Sonreí al escuchar mi nombre jadeante de sus labios. Bajé mis manos, desabrochando sus jeans, y deslizándolos suavemente por sus largas piernas. Vi la hermosa tanga negra que traía y me mordí los labios. Me acomodé encima de ella, y acaricié su cuerpo, de principio a fin, deleitándome con esa clase de perfección. Me miraba con un brillo diferente, con...fuego en las pupilas. Quería hacerlo...tanto como yo. Se incorporó abrazando mi cuerpo contra el suyo, me sacó el brasier demasiado rápido...era entendible, no tenía con que llenarlos.

-Te quiero- Dijo con su ronca voz.

-Yo también- Respondí arreglando su cabello.

Besó mi cuello lentamente, haciendo que volviera a gemir. Empecé a mover mis caderas contra las suyas inconscientemente, simplemente quería que me haga suya.

-¿Estas...lista?- Preguntó dulcemente.

Sonreí de lado.

-Hazme tuya...- Susurré.

Enséñame Lo Que Es El Amor •Adaptación Jenlisa•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora