Cap. 77 Monstruo

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La semana transcurrió de una manera tan lenta, que perdí la noción del tiempo. Todas las tardes las ocupaba trabajando, y trabajando un poco más, debía mantenerme distraída, por más que fuera un intento absolutamente vano. Cada día se me hacía más oscuro, más frío.

No volví a hablar con Nayeon, tampoco tenía ánimos de hacerlo. Hoy, llamé a una organizadora de eventos, yo no tenía esa creatividad, y quería que mi hermanita tuviera un lindo recuerdo. Me costó demasiado encontrar a alguien decente, peor en viernes. Pero lo conseguí. Le dije más o menos la idea que tenía, y ella se ocupará de todo.

Todo empezaba a perder sentido. Cada pequeña cosa que me rodeaba, ya no significaba nada para mí. No volví a ver su rostro. Escuché su risa, pero no me atreví a voltear. Vi a su novio esperarla donde siempre lo hacía, así que supuse que aún iba a clases.

Cerré mi casillero, y salí. Mis pasos eran lentos, no tenía a donde ir. ¿Sábado en la mañana y en el trabajo? Sí, era asqueroso, pero así eran las cosas. Faltaban dos meses para que todo acabe, me moría porque pase de una buena vez. Para irme, y no volver por nada, ni nadie.

-Es la última en salir Señorita Kim- Dijo el portero.

Sonreí de lado y esperé a que me abriera la reja.

-Que tenga un buen día- Dijo moviendo la mano.

Me limité a asentir. Suspiré al encontrarme sola de nuevo. Conduje en silencio como era de costumbre. Dejé las llaves en el mesón, junto al bolso que traía. Me saqué el saco y lo dejé en el camino, al igual que los tacones. Llegué a mi cama, y me metí en ella, cubriéndome el rostro con una de las almohadas. Dormir no solucionaba absolutamente nada, pero...no me parecía nada perjudicial.

Dormí, y dormí...y dormí un poco más. Me levanté, sin saber honestamente qué hora era. Me dirigí a la cocina, y tomé la copa más grande que tenía. Otra pequeña costumbre mía. La llené de vino, y me la llevé a la habitación. Frené. Di media vuelta, y tomé la botella en mi otra mano, y fui hacía mi habitación.

Es como la milésima vez que repito la primera temporada de Orange Is The New BlackPink...y sigo llorando inmensamente con cada capítulo. Empecé a beber mi copa. No tenía hambre, no tenía nada más que no sea sueño, ganas de beber, y muchísimas ganas de esconderme debajo de una roca.

Ni me fije en el reloj. Me acabé la botella, vi un par de capítulos más, y volví a dormir. Sentí como si hubiera dormido 5 minutos al despertar. Volví a la sala. Vi por la ventana que llovía estruendosamente. Me estremecí de sólo imaginarme el frío. Fui a la cocina, y abrí la despensa de bebidas. Ya me había acabado el vino. Bien...tendré que beber algo más fuerte. Empecé a buscar y encontré una botella de mojito. Excelente. Lo tomé y volví a la cama.

Me cambié a unas pijamas, finalmente. Me cubrí con las mantas como si estuviera en medio del polo sur. Encendí la televisión y me puse a ver reality shows estúpidos para pasar el rato antes de volver a dormir. Mi celular empezó a vibrar encima de la mesa de luz. Volteé a mirar, levantando la cabeza como un suricato. Era Nayeon. Suspiré y estiré mi brazo para contestar.

-Hola...- Contesté sin ganas.

-¡Al menos podías avisar que no vendrías!- Dijo un tanto molesta.

-Ir...¿a dónde?- Pregunté perdida.

-Domingo...familia...almuerzo- Dijo intentado que adivinara.

-Oh...sí, eso, lo siento- Dije con indiferencia- ¿Qué hora es?

-Las 3 de la tarde- Dijo riendo- ¿Por qué?

-No, no, por nada- Dije suspirando- Tienes algo más que reclamar o...

Enséñame Lo Que Es El Amor •Adaptación Jenlisa•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora