Cap. 81 Pedacito De Cielo

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Me desperté agitada, mi corazón latía demasiado rápido, quería sacarlo de mi pecho. Sentía el sudor envolviendo mi cuerpo. Miré a mi lado. La cama vacía. Todo fue un sueño...un simple y estúpido sueño. La desesperación me estaba matando. Intentaba tomar aire, pero mis pulmones se negaban a recibirlo. Me senté molesta, tan molesta que podría matar a alguien sin problemas.

Mis brazos temblaban, se negaban a resistir mi peso. Tuve que incorporarme mejor. Apoyé mi espalda en la cabecera de la cama, y me tapé la cara con ambas manos. Tenía ganas de gritar, de llorar, de maldecir al mundo por todo.

-¿Está todo bien?- Preguntó preocupada.

Abrí mis ojos rápidamente. Estaba parada a unos centímetros de mí, con un vaso de agua. Traía mi sudadera de Michael Jackson, que solía utilizarla como pijama. Me miró y dejó el vaso en la mesa de luz, y se apresuró por sentarse a mi lado.

-¿Estás bien?- Preguntó acabando de bajar mis manos.

-Estás...aquí...- Dije entre sollozo y risa.

-Claro que estoy aquí... ¿Te pasa algo?- Dijo arreglando mi cabello.

-Pensé que fue un sueño...- Susurré- No te vi a mi lado, pensé que...lo había soñado.

-Jennie...- Dijo frunciendo el ceño.

Me abrazó con fuerza, haciendo que dejé de sentir tanta ansiedad en mí.

-No es un sueño- Susurró- Estoy aquí, y no iré a ningún lado.

Suspiré. Cerré los ojos y me aferré a su cuerpo.

-Vuelve a dormir- Dijo tranquila- Debemos levantarnos muy temprano.

Me sentí tan vulnerable, casi avergonzada por estar tan rota. Volví a acomodarme en la cama, y ella lo hizo también. Extendió sus brazos y yo me aferré a ellos nuevamente. Dejé descansar mi cabeza en su pecho, escuchando los latidos de su corazón. Abracé su cintura fuertemente, con miedo de caer de alguna parte. No había distancia entre nuestros cuerpos. Mis ojos se cerraron agotados, y sentía el sueño volviendo a mí.

-Te amo...- Susurró.

Sonreí. No tenía fuerzas para contestarle, me sentía demasiado adormecida. Sus manos acariciaban mi espalda tiernamente. Volví a suspirar. Sentía que llenaba ese vacío tan abismal que me dejó, me sentía completa de nuevo.

A la mañana siguiente abrí los ojos, pero aún quedaba como media hora, así que me acomodé de nuevo entre su cuerpo. Sentí sus manos empezando a deslizarse por mi cuerpo. Sonreí de lado. Extrañaba demasiado despertar junto a ella. Empezó a besar mi rostro, eran besitos cortos, que me hacían cosquillas. Besó mis labios con la misma velocidad.

-No, no abras los ojos- Susurró contra mi oído.

Obedecí como siempre lo hacía. Sentí sus labios bajando por mi cuello. Sus manos se deslizaron debajo del pijama que traía, tocando mis pechos, acariciándolos con suavidad. Mordí mis labios fuertemente. No había estado tan excitada tan temprano en un buen tiempo. Empezó a besar mi vientre. Mi respiración era entrecortada, mi corazón latía con rapidez.

Se deshizo de mis shorts de un tirón. Dejé ir un jadeo. Pasó la yema de sus dedos por encima de mi feminidad.

-Lisa...- Jadeé excitada.

Arqueé la espalda, elevando mis caderas para que se deshiciera de una vez por todas de la ropa interior. La deslizó por mis piernas con rapidez. Su lengua empezó a adentrarse en mí.

-Jo...der...- Susurré sin aire.

Cada vez la movía con más rapidez. Clavé mis uñas en las sábanas. Acarició mi vientre, haciendo que me librara de todo el aire que tenía contenido en el pecho. Movía mis caderas al compás de sus entradas y salidas de mí. No pude evitar poner una de mis manos en su nuca, enredándome con sus cabellos.

Enséñame Lo Que Es El Amor •Adaptación Jenlisa•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora