ESPECIAL NAVIDAD 1/4
A la hora de salida, nos encontramos en su auto, y nos dirigimos a nuestra primera cita oficial. Tenía mariposas en el estómago, y un sonrisa que siempre que estaba con Jennie, estaba estampada en mi cara.
Entrelazó su mano con la mía, y no pude evitar soltar una risilla. Estaba estúpidamente enamorada. Conversaba conmigo, con esa sonrisa pintada en los labios, que me hacía soñar. Suspiré largamente. El sol la iluminaba de una manera magnífica, cómo la obra de arte que realmente es.
-Nayeon quedó encantada contigo- Dijo sonriendo- Quiere volver a verte.
-¿De veras?- Dije emocionada.
-Sí, traes a toda la familia enamorada- Rió- Espero que estés contenta.
Me quedé mirándola, con la sonrisa más idiota que podría existir. Dijo toda la famila...lo cual quería decir, que ella estaba enamorada de mi. ¿¡Podía ser cierto!? ¿Que la mujer más hermosa del universo esté enamorada de un ser tan vano como yo? En esos momentos, quería creerlo de esa manera.
-¿Qué?- Dijo un poco sonrojada.
-Nada- Contesté con una risilla.
Manejó como 45 minutos. Llegamos a una especie de playa, pequeña, tranquila, llena de sol, de paz. Bajamos y me tomó de la mano. La miré unos segundos, pero parecía no importarle. Sonreí y me sentía...tan afortunada, de ser quien la tome de la mano.
Entramos al restaurante, tenía la forma de una cabaña, y todo el decorado, era propio de una playa. No había mucha gente, pero la poca que había, no le prestó atención al hecho de que...eramos dos mujeres...formando una pareja. Fue cuando me di cuenta...que yo era mas prejuciosa de lo que la gente normal lo era.
-Huele delicioso- Comentó mientras abría el menú.
-Sí- Contesté en un suspiro.
Su perfume ya estaba impregnado en mi, y me encantaba. Ordenamos la comida, y conversamos mientras esperabamos. El sonido del agua chocando contra las rocas, de la brisa corriendo por el ambiente, las gaviotas volando...era simplemente perfecto. Acarició mi mano encima de la mesa, haciendome suspirar. Era todo un sueño, ella...era de ensueño.
-Dime si no es la mejor cita que has tenido- Dijo riendo.
-Mmm...- Fruncí mi nariz- No está mal.
Entreabrió la boca ofendida. Cómo amaba sus gestos.
-Es broma- Reí- Es la mejor cita, con la mejor persona, en el mejor lugar.
Ladeó la cabeza y sonrió con un tono carmín en las mejillas. Entrelazó mis manos con las suyas, acariciándolas con el pulgar.
-Disculpen- Dijo la mesera un poco afligida.
Retiramos nuestras manos, deshaciendo nuestro agarre, para que dejara la comida. Sonrió un poco apenada al irse, haciendo que riera. ¡La comida realmente se veía exquisita! No sé por qué no sabía de la existencia de este lugar, era realmente ideal.
-Por nuestra primera cita- Dijo elevando su copa de vino.
-Por nuestra primera cita- Repetí sonriendo, uniendo los vasos.
Joder...¡¡estaba teniendo una cita con la señorita Kim!! ¡¡Quién lo hubiera pensado!! Podría haber jurado mil veces, que nunca se fijaría en mi, pero...parece que la vida me estaba regalando el pedacito de cielo...que todos merecemos. Me encantaba mi pedacito de cielo.
Mientras conversabamos paso una familia, hermosa, tenían gemelas, y un niño, menor que las pequeñas. Saltaban y jugaban con unas sonrisas contagiosas. Vi cómo Jennie también se quedó mirándolos.
-Que lindos- Musitó en un suspiro.
-Sí...- Asentí con la cabeza.
Sólo esperaba que no empecemos a hablar de nuestros hijos en la primera cita...pero fue en vano.
-No, sólo quiero dos- Dijo riendo- ¡Cuatro son demasiaaaado!
-¡No son demasiado!- Dije moviendo las manos- ¡Sólo imagínatelos! ¡Se verían preciosos!
-No lo sé...- Dijo frunciendo los labios- La verdad me encanta tener dos hermanos.
-¿Lo ves?- Dije riendo- Pueden ser 3.
-Aunque a mi madre si le gustarían 4- Dijo apoyando la cabeza en su mano.
Hice una mueca y me miró.
-¿Qué?- Preguntó frunciendo el ceño.
-No le gustaría...que fueran..."nuueestros" 4- Dije ladeando la cabeza.
-No me interesa- Rió encogiéndose de hombros- Serán "nuestros" 4, no "sus" 4.
-Es verdad- Asentí- Tal vez...a la larga...
-Sí...también lo creo- Dijo asintiendo.
Joder...tenemos problemas mentales. En la primera cita nuestro tema de discusión, era nuestra cantidad de hijos, y cómo su madre...lo aceptaría. Un poco peculiar. Reimos al darnos cuenta de lo intensa que se estaba poniendo la conversación y cambiamos de tema.
Ni siquiera...habíamos hecho el amor, y ya pensabamos en tener una familia entera. Al acabar de comer fuimos a la playa, sacó de su bolso, una tela cuadrada para ponerla en la arena y poder sentarnos. Así que tenía todo fríamente calculado. Nos sentamos debajo de una sombrilla, y suspiré.
No sé si era el lugar, tan relajante, o era simplemente ella, que me hacía sentir....que era exactamente ahí, donde debería estar. Pero...me imaginé esta playa, con este sol radiante, con el clima fresco, sin ella...y no funcionaba, era ella, ella era el lugar donde tenía que estar.
-¿En qué piensas?- Dijo dando un sorbo a las margaritas que teníamos.
-Aamm...- Dije mirándola- En tí.
-¿En mí?- Dijo sonriendo divertidamente.
-Sí, en tí- Reí.
-¿Y qué pensabas?- Preguntó elevando la ceja.
-En que...- Dije ladeando la cabeza- Eres perfecta.
Sonrió negando con la cabeza. Se acercó a mi, y besó suavemente mis labios. Tenía restos de azúcar de la copa de margarita en la comisura de sus labios, y disfruté mucho savoreándola. Me separé relamiándome los labios y rió.
Pasamos la tarde conversando, de todo y de nada, teniendo largas sesiones de besos, tomando unas cuantas margaritas. Vimos el atardecer, fue...como en las películas, pero más hermoso, más auténtico. Creo que nunca había estado...tan fascinada con alguien. Cada vez que la miraba no podía evitar sentir estas emociones revolcándose en mi estómago, y unas ganas inmensas de estar más cerca de ella.
-¿Vamos a dar un paseo?- Preguntó dulcemente.
-Claro- Dije emocionada.
Si, muy dentro mío, era una romántica empedernida, y la idea de caminar por la playa con la mujer de mi vida...a la luz de la luna, me enloquecía. Entrelazó mi mano con la suya, haciéndome sentir un escalofrío, aún no me acostumbraba. Su piel...tan suave, tibia, tan...perfecta. Se arregló el cabello con la otra mano. Amaba cuando hacía eso...amaba cuando hacía todo.
El aroma del agua, arena, piedras mojadas, el exquisito perfume de Jennie...eran la mezcla más perfecta que podría existir. Suspiré y miré a la luna. Sólo...sólo deseaba que no fuera un sueño, y si lo era, que duré para siempre.
-Se ve increíble- Dijo sonriendo mirando hacia la luna.
-Lo sé...- Suspiré.
Sentí sus brazos rodeando mi cintura, y sonreí. Apoyó su mentón en mi hombro y soltó un largo suspiro.
-¿Dónde has estado toda mi vida Lalisa Manoban?- Dijo tiernamente.
Inevitablemente mordí mi labio inferior y cerré los ojos, apoyando mi cabeza con la suya.
-Buscándote Jennie Kim...- Suspiré- Buscándote...
ESTÁS LEYENDO
Enséñame Lo Que Es El Amor •Adaptación Jenlisa•
Fiksi PenggemarJennie era la nueva maestra de literatura, una mujer absolutamente hermosa, con una sensualidad que emanaba de cada poro de su piel, cruzó su camino con una joven llamada Lisa. A Lisa no le importaba nada, ya había decepcionado y lastimado a tanta...