Llamé a Nayeon para que saliera por ella, pero insistió en que entrara con ella, y sinceramente no quería hacerlo. Acordé dejarla en la puerta, y luego de algunos minutos, entraría yo, para no ser el centro de atención, ni que todo el mundo me mirara. Vi cómo Jennie abrió la puerta, y entró en pánico al ver a tanta gente gritando. No tuvo tiempo de cerrar la puerta, todo el mundo empezó a abrazarla y felicitarla. Puedo imaginar lo desconcertada que estaba. Dejé el documento en su auto, en el mismo lugar. Nayeon salió y movió su mano llamándome a entrar. Me armé de valor y me acerqué a ella.
-Gracias por calmarla- Dijo abrazándome de lado.
Asentí sin prestarle mucha atención. En realidad no estaba totalmente calmada. Eran como 30 personas, y debía abrazar a cada una de ellas. Empecé a ver su sonrisa deteriorarse, minuto a minuto, hasta que empecé a ver las lágrimas renacer. No parecía ser por felicidad. Terminó de saludar a todos, y buscaba a alguien desesperadamente con la mirada. Me acerqué un poco a ella, y suspiró aliviada al verme. Tomó mi mano, y me arrastró hacia una habitación. Cerró la puerta rápidamente y volteó a mirarme.
-¿Estás bien?- Dije asustada.
Negó repetidamente con la cabeza. No respiraba con normalidad, sus ojos estaban llenos de lágrimas, y temblaba nerviosamente.
-Respira...respira- Dije acariciando sus brazos- Ven siéntate.
Hice que se sentara en la cama, y me arrodillé enfrente de ella. Estaba teniendo un ataque de ansiedad.
-Tranquilízate- Dije calmadamente- Sólo respira.
-Conseguí que normalizara su respiración y tomé sus manos en las mías, para que dejara de temblar.
-No es buen...momento para...- Dijo entrecortadamente- Tener tanta gente...cerca.
-Me lo imagino- Dije sonriendo débilmente.
-¿No te irás verdad?- Preguntó con miedo.
Negué con la cabeza. Sonrió y suspiró. Me hacía sentir...importante, pero en realidad sólo era su muleta en un momento de vulnerabilidad.
-¿Estás lista para salir?- Pregunté poniéndome de pie.
Asintió. Abrí la puerta y salimos de la habitación. Dejé que ella caminara delante de mí, y era hora del brindis. ¡Qué bien! Acababa de calmarle el ataque de ansiedad, y otra vez iban a abrumarla. Tuve que esquivar las miradas fulminantes de su madre. Muchas personas hablaron maravillas de ella, y volvió a llorar, estaba mucho más sensible de lo común. La parte más graciosa fue verla fingir que tomaba la champaña, y luego la devolvía lentamente a la copa.
-¿Volvieron?- Preguntó uno voz a mi lado.
Miré a Nayeon y sonreí de lado.
-No- Contesté sonriendo.
-Y, ¿por qué...estás tan feliz?- Preguntó confundida.
-Porque...estoy cerca de ella- Dije encogiéndome en hombros.
Me miró unos segundos y rió.
-¿Les encanta perder el tiempo no?- Dijo riendo.
-¡Oooh si! Es algo muy nuestro- Dije riendo.
Tenía razón, nos encantaba perder el tiempo. Jennie me miró de reojo y sonrió de lado. Empezó a conversar con unos amigos, así que tuve que quedarme con Nayeon ya que no conocía a alguien más.
-¿Cómo va el bebé?- Pregunté curiosa.
-Bien...bien, el otro día sentí como una patada- Dijo frunciendo la nariz- Dolió bastante.
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Enséñame Lo Que Es El Amor •Adaptación Jenlisa•
FanfictionJennie era la nueva maestra de literatura, una mujer absolutamente hermosa, con una sensualidad que emanaba de cada poro de su piel, cruzó su camino con una joven llamada Lisa. A Lisa no le importaba nada, ya había decepcionado y lastimado a tanta...