Enséñame Lo Que Es El Amor •Adaptación Jenlisa•

Cap. 20 Dalgom

-Lisaaaaa... Lisaaaa...- Decía dulcemente desde la sala- Llegaremos taaarde.

-¡Ya voy!- Dije nerviosamente.

Me cambié de atuendo como 3 veces, estaba bastante ansiosa, nerviosa, no quería ir, pero...si Jennie asi lo deseaba, yo lo haría. Acabé por ponerme unos jeans ajustados hasta la cintura, con un top que sólo dejaba ver una pequeña franja de piel, y unos botines con tacón. Salí y encontré a Jennie en el sofá, inmersa en su teléfono...como casi siempre, y no se inmutó de mi presencia.

-Ya- Musité suspirando.

Levantó la mirada por unos segundos, y estaba por ver su celular de nuevo, pero la mantuvo en mí. Me miró de pies a cabeza, y elevó una ceja. Sonrió de lado, y se levantó para acercarse a mí.

-Te ves hermosa- Dijo dejando un beso en mi mejilla.

-Gracias- Dije un poco ruborizada.

Tomó su bolso, y abrió la puerta.

-Después de tí- Dijo sonriente.

Sonreí de igual manera y caminé hasta el auto, esperándola. Subimos, y suspiré. Se veía preciosa. Traía unos jeans color blanco, con rasgaduras en los muslos, y en las rodillas, una polera negra bastante suelta, y su típica chamarra de cuero. Estoy segura que al ver su armario, tendría por lo menos 5 diferentes modelos.

-¿Puedes dejar de mover los pies?- Dijo riendo sin mirarme- Me pondrás nerviosa a mi también.

-Lo siento- Dije riendo nerviosamente.

Ni siquiera me había dado cuenta que estaba haciendo eso. Estaba demasiado nerviosa. Cerré los ojos y empecé a recordar el día anterior. Lo pasé con Jennie...sentadas en la sala, totalmente sumergidas en nuestro mundo. Empezamos a contarnos cosas personales...cosas que nos habían marcado, y los típicos datos...de color favorito, comida favorita...persona favorita.

-No muerden- Dijo riendo esta vez mirándome.

Reí y la miré tiernamente. Me encantaba. No sé cómo me presentaría...¿simplemente diría mi nombre? ¿O diría que soy una amiga? Porque su madre sabe que soy su alumna, tal vez alguien preguntaría de donde nos conocemos, y no podríamos mentir. Eso me ponía nerviosa.

-Tranquila- Dijo posando su mano encima de la mía.

Sonreí y me acariciaba con el pulgar.

-Todo saldrá bien- Depositó un beso rápido en mi mejilla.

Ya...ya era demasiado, era...demasiado. Todo lo que sentía dentro era una revolución. Si, era...una declaración, estaba absolutamente enamorada de ella. Vi cómo parqueaba el auto.

-¿Ya llegamos?- Dije colapsando.