Enséñame Lo Que Es El Amor •Adaptación Jenlisa•

Cap. 42 Aléjate De Mí

-Chaeng no me hagas esto- Rogué.

-Hazlo por mí, ¡por mí Lisa!- Repitió por milésima vez.

El clima de esa mañana representaba mi estado de ánimo completamente, como si mis sentimientos estuvieran pintados en el cielo. Hacía demasiado frío, las calles estaban bañadas en neblina. Me negaba a ir a la escuela, ni siquiera podía salir de mi saco de dormir.

-Lisa, sabes que tienes demasiadas faltas- Dijo preocupada- Los profesores están molestos.

-¡¡No quiero ir!!- Protesté como niña pequeña.

-Por favor Lisa- Dijo saliendo de la cama.

La miré unos segundos, ¡pero tenía una cara! Que no podía seguir negándome.

-Está bien- Dije molesta- Joder, te odio tanto.

-Me amas- Dijo sonriendo.

Negué con la cabeza y fui hacía el baño. Ahora podía ver mejor las heridas, la hinchazón ya no era tan grave. Tenía un corte horizontal en la comisura de mis labios, en el lado derecho, otro en pleno labio inferior, casi en el medio. Vi mi ceja, y la hinchazón era mayor que la de mis labios, no podía ver muy bien el tamaño de la herida.

-¿Aún te duele?- Preguntó Chaeng detrás de mí.

-Más que ayer- Dije haciendo un puchero pero me ardió el labio.

La cortada que tenía en la comisura de mis labios me dolió mucho, ahora tendría que ahorrarme muchos gestos.

-Iré a cambiarme- Dijo saliendo de nuevo.

Me desvestí lentamente, me dolía el cuerpo como si hubiera corrido una puta maratón. Entré a la ducha, el agua estaba ligeramente fría. Acabé lo más rápido que pude y salí a cambiarme. No tenía ganas de vivir. No tenía ganas de nada. Salí y Chaeng entró, dejando que me cambiara con tranquilidad.

-¿Ya estás lista?- Dijo después de unos minutos.

-No, trataré de maquillar mis heridas- Dije suspirando pesadamente.

Volví a entrar al baño, me veía muy mal. Tapé el color morado que estaba tomando mi ceja, y el tono verdoso que rodeaba mi nariz. Me maquillé los ojos para verme al menos...un poco decente. Me puse un protector de labios transparente con cuidado, tratando de no tocar mis heridas.

-¿Todo bien?- Preguntó asomándose por la puerta.

-Sí, creo que ya estoy lista- Dije tratando de sonreír.

-Te ves linda- Dijo sonriendo dulcemente.

-Gracias- Contesté con ternura.

Tomamos nuestros bolsos y bajamos hacia su auto. Pasamos por el lugar donde estacioné mi auto...y no estaba. Ahora no tenía...nada, ni celular, ni auto, ni casa...ni familia. No dije ni media palabra en todo el camino, tenía...muchas cosas en la cabeza.

-Ya llegamos- Dijo interrumpiendo mis pensamientos.

La miré y tardé unos segundos en captar la información. Sacudí la cabeza y bajé del auto. Llegamos al aula, el maestro no estaba, y al parecer tampoco iba a llegar. Me fui a sentar atrás y ahí estaba Jisoo, me había olvidado de ella...después de tanto drama en mi triste vida.

-Hola- Dijo con una sonrisa hermosa.

-Hola- Contesté de una forma más fría.

Me senté y suspiré. Iba a ser una...larga hora. La vi un poco dubitativa, no sabía si darse la vuelta o no. Al fin...se decidió, y se dio la vuelta.