Enséñame Lo Que Es El Amor •Adaptación Jenlisa•

Cap. 59 Cómo Llegar A Casa

-¿Así que tú eres amiga de Lisa?- Preguntó con un tono serio.

Tragué en seco. Ya sentía presión suficiente al estar en la misma mesa que la familia Manoban, respirando la incomodidad, para que su padre me preguntara algo así, al parecer no habló con la madre de Lisa.

-Aamm...pues...- Dije con dificultad.

Me froté el cuello con nerviosismo, ¿le miento en frente de su madre? ¿O le digo que éramos novias y espero el vaso de agua estrellándose en mi rostro? Humm, difícil decisión.

-Es su ex- Terminó diciendo su madre.

La miré agradecida. SeungHyung la miró desconcertado.

-Su...¿su ex?- Dijo confundido.

Me miró en busca de respuestas. ¿¡Qué quería que le diga!? Oh sí, ¡su hija era mi alumna y nos enamoramos!

-Perdón, vengo a dejarles los menús- Dijo la mesera.

Cómo adoro a esta chica por salvarme el pellejo. El silencio era una tortura, pero cada uno mirada el menú buscando algo que le apeteciera. Un vaso extra grande de tequila me sentaría excelente, pero no podía pedir eso como almuerzo. Me decidí por una simple ensalada, ni siquiera tenía hambre. La mesera volvió y todos pidieron lo que quisieron.

-Retomando- Dijo aclarando su garganta- ¿Serías tan amable de explicarme eso de..."ex"?

Tomé un poco de aire.

-Pues...estábamos juntas, pero por...ciertos problemas terminamos- Dijo moviendo las manos.

-Sé lo que significa "ex" gracias- Dijo un poco alterado- No me refería a eso.

Bajé un poco la mirada. Tal vez deba levantarme e irme, y no volver más. Quedarme con la incertidumbre el resto de mi vida de si Lisa despertó o no. Si lo hizo desaparecer de su vida es lo mejor que podría hacer, y si no...pues creo que prefiero no enterarme.

-Cálmate un poco- Musitó Irene tocándole el brazo.

Me froté la sien, el dolor de cabeza no parecía querer abandonarme.

-Amo a su hija, por eso sigo aquí- Contesté tratando de no sonar altanera- Yo fui quién arruinó las cosas, pero en ningún momento dejé de quererla.

Me miraba con el ceño fruncido. ¿También estaba indignado con que la relación sea mujer-mujer? Porque eso no podría explicárselo.

-Déjala papá-musitó Tzuyu- ¿No escuchaste que la ama?

Arqueé ambas cejas y volteé un poco la cabeza para mirarla. Tiene 10 años y es más comprensiva que sus padres. Eso es increíble. Tan inteligente como la hermana mayor. Levanté la mirada y ambos la miraban tan sorprendidos como yo.

Creo que decidieron dejar de hablar del tema. Empezaron a conversar de cosas vanas cómo el vuelo, cuánto tiempo se quedarían y ese tipo de cosas. Claro que es necesario recalcar que me ignoraban por completo, no sé ni para qué acepté venir.

-¿Estuvieron juntas mucho tiempo?- Preguntó una Tzuyu curiosa.

La miré, estaba sentada al lado mío.

-No mucho la verdad- Le contesté frunciendo la nariz.

-¿Y cómo sabes que la amas?- Preguntó cruzando los brazos.

¡Ja! Ocurrente la muchacha. Ahora tendría que analizar, cómo se lo explico sin pasarme de poética y empalagosa.

-Mi maestra nos dijo- Comentó- Qué el amor es...como llegar a casa de un día cansador.