Abrí la cama y esperé a que se acomodara, para poder cubrirla con la manta. Se recostó en silencio, opté por hacer lo mismo. Estábamos frente a frente, sin decir una sola palabra, con el sonido de nuestras respiraciones inundando la habitación.
-Gracias...- Musitó suavemente.
-No te preocupes- Contesté en un suspiro.
Sentí una de sus manos acariciando mi rostro. Cerré los ojos, ya era demasiado el tiempo que había anhelado su roce, me hacía demasiado bien. Las yemas de sus dedos recorrían mi piel con lentitud. Ninguna decía nada. Posé mi mano encima de la suya, aún en mi rostro. Acaricié con el pulgar su piel, tan suave y perfecta como la recordaba.
-Te he extrañado...- Susurró- Demasiado.
Sonreí de lado. No existían palabras más hermosas.
-Yo también-Contesté con dulzura.
De pronto vi cómo se incorporó un poco.
-Me haces falta- Dijo acercándose a mi rostro.
Me quedé inmovilizada, se me olvidó cómo se respiraba. Su caliente aliento cada vez estaba más cerca de mis labios. Cerré los ojos, solté su mano, deslizándola por su cuello. Besó mis labios. El tiempo se detuvo, ya nada importaba, nada importaba más que disfrutar su sabor. Dejó ir un largo suspiro sin separar sus labios de los míos.
Moví la cabeza, para continuar entrelazando sus hermosos labios con los míos. Sentía las leves mordidas en mi labio inferior. En ese momento, no comprendí cómo pude pasar tanto tiempo sin sus besos. Bajó una de sus manos, acariciando mi cuerpo. Mi respiración era agitada, mi pecho bajaba y subía torpemente. Dejó mi boca, bajando hacía mi cuello. Rozaba su nariz por toda la curvatura de mi cuello, haciéndome estremecer por completo.
-Te deseo...- Ronroneó antes de morder mi cuello.
Gemí sin control de ello.
-Espera...espera- Dije agitada.
Apartó sus suaves labios de mi piel.
-No...no puedo...- Musité alejándola de mí.
No sé en qué momento mi mente hizo ese corte, pero simplemente mi cuerpo no quería continuar, no entendía bien por qué, pero en ese momento era así. No dijo nada y se alejó de mí, recostándose a mi lado. Podía sentir la incomodidad más abrumadora que había tenido que soportar. Mi respiración se fue normalizando, y sinceramente no sabía...qué decir.
-Buenas noches- Dijo al fin en un tono cortante.
Tiró las sábanas torpemente, y se puso de pie. Cuando ya estaba a la altura de la puerta, me salí de la cama de igual manera, y empecé a ponerme las botas.
-¿Qué haces?- Preguntó irritada.
-Me voy- Contesté sin ninguna emoción en la voz.
Me puse de pie y me arreglé la ropa, que la traía bastante desarreglada gracias a ella.
-No...- sSuspiró rendida- Lo siento, no tienes que...irte.
No respondí y tomé mi chaqueta.
-Lo digo enserio Lisa...- Dijo parándose delante de la puerta- No...debí hacerlo, lo lamento.
No podía ver la expresión de su rostro por la oscuridad, y ni se nos ocurría encender la luz.
-Déjame pasar- Dije casi en un susurro.
-Por favor...- Pidió débilmente.
Esta mujer hacía todo más difícil de lo que realmente era.
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Enséñame Lo Que Es El Amor •Adaptación Jenlisa•
FanficJennie era la nueva maestra de literatura, una mujer absolutamente hermosa, con una sensualidad que emanaba de cada poro de su piel, cruzó su camino con una joven llamada Lisa. A Lisa no le importaba nada, ya había decepcionado y lastimado a tanta...