Enséñame Lo Que Es El Amor •Adaptación Jenlisa•

Cap. 2 En Todas Partes

Volví a casa y todos me dijeron que parecía un poco distraída, pero...no me sentía así. En la tarde tenía clases de deporte, lo odiaba demasiado, pero tengo que asistir.

Fui a la escuela y tenía el típico permiso por enfermedad, mi profesor ya me conocía y se rindió, como todos, entonces solo me pedía que lo ayudara a llevar las cosas, o simplemente a quedarme durante toda la clase. Llegué y se lo extendí

-¿Enserio Lisa?- Dijo molesto- ¿Desde la primera clase?

-Lo siento- Dije sonriendo- De veras estoy enferma

Me miró unos segundos seriamente, pero no me afectaba, así que solo suspiró y me llevó al depósito para que sacase lo que él quisiera. Tuve que arrastrar unas colchonetas muy pesadas, hasta que la volví a ver.

Frené en seco y vi como se acercaba con esa presencia tan increíble. Me dio una leve sonrisa de lado y empezó a habarle a mi profesor. Su voz era exquisita.

Estaba unos pasos más atrás que mi profesor, así que no podía evitar mirarla como si fuera una piedra preciosa. No escuchaba ni una palabra porque estabad emasiado concentrada en como movía sus labios, sus gestos...

-Lisa- Dijo fuertemente mi profesor- Después de dejar eso en el patio, acompaña a la Señorita Kim al depósito de libros

-Cla...claro- Dije aclarando mi garganta

Me miró y esta vez sonrió más sincera. Mi profesor apuró el paso sin importarle ni un poco lo pesados que eran las colchonetas.

-¿Te ayudo?- Preguntó un poco preocupada

-No, está bien, gracias- Dije intentando no sonrojarme

-¿Segura? Se ven muy pesados- Dijo abrazando sus libros

-Lo están- Dije riendo ligeramente- Pero sólo así apruebo la materia

-Oh..._ Dijo riendo- ¡Ahora entiendo!- Su perfume estaba empezandoa adormecerme- Yo hacía lo mismo- Dijo mirándome- Odiaba deporte

-Es horrible- Dije asintiendo

Por fin llegamos al patio y dejé ahí tiradas esas cosas. Me arreglé el cabello y la ropa

-Muy bien- Dije suspirando- Es por aquí

Estiré mi brazo para que empezara a caminar y lo hizo con una bella sonrisa en los labios. La seguí y empezó a conversar de nuevo.

Me costaba responder sin parecer nerviosa, sentía que era demasiado superior a mí. LLegamos y abrí la puerta, bajé los tres escalones y la vi un poco dudosa

-Oh, déjeme ayudarla- Dije estirando mi mano

-Gracias- Dijo poniendo delicadamente su mano encima de la mía

La elctricidad que sentí en ese momento era..inexplicable. Su piel era suave, tibia, era perfecta. Llegó a mi lado y me sonrió

-Lo siento- Dijo un apenada- Estos tacones pueden un poco traicioneros

-No se preocupe- Dije alejándome un poco de ella- La entiendo

Mi corazón latía a toda velocidad, mi respiración era irregular...¿¡Qué me estaba pasando!?

-Al parecer no vienen aquí muy seguido- Dijo mirando todo alrededor

-No- Dije negando con la cabeza- Es hermoso pero...a nadie le interesa

-¿Te gusta la literatura?- Dijo sorprendida

-Sii- Sonreí- De hecho me encanta

-¿De veras?- Sonriótambién- Hoy en día es muy raro encontrar a alguien así