005.

24.4K 2.2K 1K
                                    

Jungkook no podía creer que estaba en el pórtico de la casa de Minji porque irían a una fiesta juntos. Ni siquiera supo cómo, pero el plan final quedó en que él iría a la casa de Minji porque vivían a pocas calles y juntos pasarían por Taehyung para irse a la fiesta.

Tenía tiempo sin ir a una fiesta, como también tenía tiempo sin convivir con personas fuera de la escuela, lo cual era un contacto nulo. Estaba nervioso. Muy nervioso.

De todas maneras, antes de salir de casa, su hermano mayor le dijo que se veía realmente bien y eso le había dado un poco de confianza. Además, al verse por última vez en el espejo, sonrió por su aspecto; acostumbrada a usar el uniforme de la escuela en horario escolar, después ropa deportiva o cómoda y los sábados, jeans y cualquier camisola. Había dejado de experimentar con las prendas, pero esta vez lo hizo. Llevaba unos jeans gris rasgados, una camiseta blanca manga larga y sobre esta una negra de manga corta, con una frase en la espalda y sus muy preciadas Timberland. Y se había vuelto a poner sus adorados piercings.

— ¡Yo voy!— Gritó alguien desde adentro, prácticamente un segundo después de que Kook tocara el timbre.

Una niña de aparentes 10 años abrió la puerta.

— Eh...— Jungkook no podía hablar, la sonrisa y ojos coquetos de la niña lo incomodaban.

— Hola.— Saludó la pequeña y Jungkook abrió la boca al ver el guiño que le hizo.

— ¡Oh por Dios!— Gritó alguien tras de ella. Era Jaerin, quien llegó en ese momento.— Nari, vuelve adentro. Lo has asustado.— La miró enojada, la niña sonrió traviesa y entró corriendo.— Lo siento, Kook. Ella es así...

— Uhm, no hay problema.

— Pasa.— Lo invitó a entrar.— En un rato más nos iremos.

— Gracias.

Jungkook entró y se sentó en el sofá de la sala, tal como Jaerin indicó. Pasaban vídeos musicales por la televisión, Kook se entretuvo viendo eso, pero entonces, la pequeña de hace rato abrió la puerta, salió de la cocina con una bolsa de frituras, miró a Jungkook, volvió a guiñarle el ojo y dijo "adiós, guapo" justo antes de ir a las escaleras. El pelinegro se quedó boquiabierto.

— ¡¡Nari!!— Jaerin salió por un pasillo, había escuchado eso.

Y antes de poder seguir con el regaño, Minji apareció en el segundo piso, dando un gran concierto.

— ¡¿Cuaaaán alto el árbol será?!— Extendió sus brazos, casi en el límite de la segunda planta.— Si lo cortas hoy... ¡Nunca se sabraaaaá!

En ese momento Hoseok entró a la casa, miró a su novia cubriéndose el rostro, estresada. Nari a medio camino en las escaleras, viendo con una mueca a Minji. Minji cantando y llorando a la vez. Jungkook presenciando todo asustado. Hoseok sonrió.

— ¡Ni oirás aullar a los lobos a la luna azul!— Siguió con la canción.

— ¡Hoseok!— Jaerin corrió a él, su novio rió y huyó de ella.— ¡Dios! ¿Por qué mi familia no es normal?

Y entonces Jungkook empezó a reír. Reír muy fuerte. Tan fuerte que todos lo vieron y los que no sabían que estaba presente, lo hicieron.

— ¡Están locas!— Dijo entre risas.— ¡Todas!

— Yah.— Una nueva chica se unió, entraba por la puerta del patio.— Ellas son las locas, no yo.

¿Hay otra? Pensó Jungkook, viéndola entrar a la cocina. Sin embargo, al sentir un peso sobre sus hombros, se giró a la persona que lo abrazaba, encontrándose con la gran sonrisa de Hoseok.

Ain't that a shame? ➳ JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora