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Jungkook estaba teniendo un déjà vu. Parado en el pórtico de la casa de Minji, nervioso porque tenía mucho tiempo sin ir a una fiesta... En compañía de Mimi y Taehyung. La verdad es que se sentía como un intruso en esa casa; después de todo lo que había pasado los últimos meses, Jaerin seguro lo esperaba con una mirada desaprobatoria del otro lado de la puerta.

Jaerin era como la mamá leona de sus hermanas y no ocultaba su desagrado hacía las personas que las lastimaban. Por suerte, Hoseok la tranquilizaba de vez en cuando.

— ¡Te extrañé!— Exclamaron un segundo después de que Kook había tocado el timbre. La pequeña Nari lo esperaba con una sonrisa coqueta.

Jungkook palmeó su cabeza con delicadeza.

— Yo también, Nari.— Sonrió con diversión.— ¿Puedo pasar?

La chiquilla asintió y tiró de él, haciéndolo entrar de manera brusca. Jungkook sintió a la leona asechando por ahí cerca.

— ¡Minji es muy tarde!— Gritó saliendo de la cocina, Hoseok tras de ella, bebiendo un jugo. Jaerin notó a Jungkook y sin esperarlo, ella sonrió.— Hola, Kook. Puedes esperar en el sillón.

Jungkook pasmado por la buena bienvenida de Jaerin, asintió y caminó lentamente. Hoseok le guiñó el ojo, asegurándole que todo estaba bien.

— ¡Aún falta Taehyung por llegar!— Exclamó Minij.

Jungkook se giró rápido en dirección a la escalera al escuchar su voz. No podía resistirlo, sonrió como idiota al verla con ese lindo vestido ajustado, haciendo contraste con botas de combate. Las mismas que él portaba. No importaba que sólo tenía la mitad del cabello ondulado y la otra esponjado, estaba hermosa para Jungkook.

— Dios...— Jaerin se frotó las cienes.— Fantástico, llegaremos en tres días a la fiesta.

— Hola, Kook.— Minji lo saludó.

Jungkook balbuceó, pues seguía admirándola.— ¿Qué hay?

Y de fondo se escucho a Hoseok ahogar una risa burlona. Jungkook lo mató con la mirada.

*

Taehyung no dejaba de pedir disculpas por haber llegado tan tarde.

— Ya basta, Tae.— Jaerin pidió.— Hemos llegado ya.

— Wow, ¿esta es la casa de Mina?— Preguntó Hoseok admirando la linda casa y a su vez buscando donde estacionarse, pues no había casi nada de espacio libre ya.

— La casa de su tío.— Aclaró la pelirosa.— Que es genial y rico. Como regalo de cumpleaños le prestó la casa para la fiesta.

— Mi tío más cercano siempre me regala cupones para el supermercado.— Mencionó Tae, Minji y Kook lo voltearon a ver.— No me quejo, pero una casa prestada estaría bien.

Minutos después de que Hoseok encontrara un buen lugar donde dejar el auto, los cinco bajaron de éste y se dirigieron a la buena fiesta que tenían enfrente. Hoseok y Jaerin iban tomados de la mano frente a los tres menores. Por su parte, Minji iba entre ellos, abrazándolos de los hombros, por lo que casi sus pies no tocaban el piso.

La puerta principal estaba abierta al público, en cuanto entraron reconocieron que no todas las personas presentes eran de su instituto.

Toda la casa estaba repleta, la música era alta, personas de todos los grados y mucho alcohol de por medio. Además, la decoración era perfecta, tal como Mimi y Mina lo habían planeado. Mina se llevaría el premio a la fiesta del año, no había duda de eso.

Ain't that a shame? ➳ JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora