039.

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— ¡Ya basta, idiota!— Minji expresó entre risas. Jungkook la veía por el rabillo del ojo, divertido.

— Pero si no estoy haciendo nada malo, tarada.

Minji se giró a verlo con los ojos entrecerrados.

— ¡Me estás dando besitos!

Jungkook se giró a verla también, estando de nuevo a pocos centímetros de distancia. Le mostró una gran sonrisa.

— ¿Y eso qué tiene de malo?

La chica no supo qué responder. Además, sentía que Kook le plantaba un beso en cualquier momento por la cercanía que tenían. Estaban recostados en el piso de la azotea, mirando el cielo y escuchando música con los audífonos de él. Se habían saltado la asamblea.

— No es malo, pero es extraño.

— Pues lo mejor es que te vayas acostumbrando.

Minji sonrió derrotada y asintió. Sin contar el tema de Jungkook besándola, de verdad estaba disfrutando ese momento. Nunca había tenido la oportunidad de estar en esa azotea.

— Siempre quise subir aquí.— Confesó.— El año pasado, intenté muchas veces.— Suspiró.— Pero, la puerta siempre estaba cerrada.— Jungkook ahogó una risa.— ¿Qué?

— La puerta siempre estaba cerrada porque yo estaba aquí.— Confesó.— Quería privacidad.

Minji se giró a verlo, indignada, y de un arrebato, le plantó un beso brusco a Jungkook y cuando terminó, un buen golpe en el abdomen.

— ¡Qué egoísta!

Jungkook mantenía una sonrisa de gran bobo.

— Si así vas a reaccionar cuando te haga enojar, no me parece mala la idea recibir un golpe pero un beso así de arrebatado también.

— ¿En serio subías aquí y te aislabas?— Preguntó, ignorando lo que él había dicho.

— No soportaba estar en la cafetería con las personas con las que alguna vez reí y hablé.— Suspiró.— Me dolía ver a Jimin y Jibyul derrochando amor.— Confesó también.— Así que tuve que buscar mi lugar.

— Encontraste uno lindo.

Jungkook asintió.

— Tenía mucho tiempo sin subir. Aquí sólo venía a pasármela mal, entonces te conocí y me hice amigo de Tae. Este triste pero lindo lugar quedó en el olvido.

— Y volviste a la escandalosa cafetería.— Dijo ella, burlona.

— No me arrepiento.

Se quedaron en silencio, un silencio placentero. Una linda melodía se filtró por los audífonos, Jungkook empezó a cantarla en voz baja y Minji sonreía al escucharlo. Estaban recostados a pocos centímetros de distancia, pero aún así ella buscó la mano de Kook y entrelazó sus dedos. Él se giró a verla y sonrió a lo grande.

— Kook...— Dijo ella vacilante después de unos minutos.

Sabía que iba arruinar la atmósfera, pero necesitaba saber la situación actual de ambos. Ellos no podían estar simplemente dándose besos de la nada, como si nada hubiera pasado, o como si se hubiesen brincado muchos pasos en su relación. Quería a Jungkook para algo serio, quería hacer las cosas bien.

— ¿Qué pasa?

Lo miró y él le correspondió la mirada.

— ¿Qué somos?

Ain't that a shame? ➳ JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora