Pecando Con Mi Suegro (taylorlautner)

Capitulo 32

Corro por todo el jardín, hasta deslizarme hacia el patio trasero, Me quito los botines de tacón cuando llegó a las escaleras, evitando que suene el piso y abro la puerta del porche, entrando sigilosamente, la casa está a oscuras y completamente silenciosa, trato de moverme sin tropezar con nada, cosa que me lleva más tiempo del que esperaba, cuando llegó a las escaleras, enciendo mi teléfono para no tropezarme mientras subo, corro por los escalones de puntillas y bloqueo el celular cuando llegó, maniobrando entre los tacones, el bolso y mi teléfono, mientras camino hacia la habitación de Tay.

Paso por la habitación de Sam y mi corazón golpea fuertemente en mi pecho, mis nervios me hacen sudar la palma de mis manos, a cada paso que doy más cerca de la habitación de Tay mi cabeza gira a la puerta de Sam, esperando que se abra.

Cuando por fin llego a la puerta de Tay.

Me quedo al frente mirándola insegura de qué hacer, ¿le escribo un mensaje? ¿Toco la puerta? ¿Entro y ya? Ahh sin pensarlo mucho muevo la manija y la puerta se abre. Me quedo quieta viendo de nuevo hacia el cuarto de Sam. Sin novedad.

-¿Sam?-escucho la voz de Tay desde dentro de la habitación y entro lentamente.

-no soy yo-susurro, el abre los ojos como platos sin poder creer lo que está viendo.

 
Esta recostado en su cama con una laptop apoyada en sus piernas y con solo un bóxer cubriendo su perfecto cuerpo.

-¿no tienes frío?-el me mira todavía sin creerlo.

-¿cómo llegaste aquí?-me sonrojo, un poco y miro mis pies descalzos.

-bueno Alex me trajo, lo siento debí avisar que venía-

-no seas tonta, cierra la puerta nena y ven aquí-asiento, dejando mis cosas en el piso y cierro con seguro antes de correr a la cama. 

Apenas el coloca la computadora a su lado, me arrojó a su cuerpo envolviendo mis piernas a su alrededor y aspirando su delicioso olor a canela, su cuerpo caliente me estrecha a él y Tay susurra-está noche acaba de mejorar-lo miro feliz antes de que el deposite un beso en mis labios, que devuelvo gustosa, disfrutando de su cálida lengua. Diablos lo extrañe muchísimo. Es como si no lo hubiera visto en años.

Nos separamos y me acuesta a su lado antes de levantarse y guardar la computadora.

-lamento interrumpir solo quería verte un rato-

-tranquila, no es nada que no pueda hacer mañana-le resta importancia, enciende la luz, ya que solo las lámparas de noche alumbraban el lugar-más bien dime cómo Alex te trajo aquí y no yo, sí querías verme ¿por qué no me llamaste?-el se acuesta a mi lado mientras me encojo de hombros.

-fue algo casual, me llamo para ayudarlo con un asunto familiar. Él quería irse temprano para ver a alguien así que me dijo que te diera una sorpresa, a pesar de que no estaba muy segura-me regala una sonrisa radiante.

-ese chico cada vez me cae mejor, ¿Cómo entraste?-

-bueno escalando tu ventana no, eso es seguro-bromeo y el me golpea con su almohada.

-estamos muy chistosos hoy señorita Brooklyn de jersey-me encojo de hombros aún riéndome.

-entre por atrás-el levanta las cejas juguetón y ahora soy yo la que lo golpea con la almohada-

vamos no seas odioso-

-¿odioso yo? Tú eres la que dices esas cosas que me hacen pensar Brooklyn-su mirada recorre mi cuerpo y la respiración se me acelera, empiezo a reaccionar a esa mirada-me encanta ese vestido-susurra.