Capitulo 37

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Como si de un rayo se tratara, Tay me arroja al suelo y empuja debajo de la cama golpeándome un poco en el proceso y lastimando mi dolorido pie, no me importa lo hizo sin intención tratando de esconderme. Me escondo más debajo de la cama cuando lo escucho gritar.


-¡mierda Sam toca la puerta!-veo los pies de Sam mientras abre completamente la puerta y entra.

-¿lo siento, estás ocupado?-


-si lo estaba-


-nunca me gritaste por no tocar la puerta-susurra, abatido.


-tengo una llamada importante que hacer-dice Tay.


-en serio necesito hablar contigo-


-bien, cierra la puerta y dime-el hace lo que le dicen y se sienta en la cama.


-¿aún sigues enojado conmigo?-Tay suelta un suspiro agotador antes de hablar.


-no hijo, no sigo enojado contigo, lamento haberte gritado, solo entraste en un mal momento-en un muy mal momento. el silencio se hace eterno hasta que por fin Tay lo rompe-¿qué sucede?-
-me siento mal-responde al fin.


-Sam sabes que te amo, ya te perdoné no tienes que continuar castigándote, mientras no vuelvas a escapar no habrá más problemas para ti-


-no hablo de eso-


-¿entonces de que?-el suspira antes de decir.


-me duele la jodida cabeza, la garganta y tengo escalofríos no he podido dormir nada-los pies de Tay se acercan a Sam y pasan unos segundos hasta que hable de nuevo.


-tienes fiebre, iremos al medico-


-no quiero el jodido médico-


-controla tu boca-


-papa solo ayúdame, ni siquiera pude desayunar, del dolor de garganta-es obvio que Sam la está pasando mal su voz se escucha cansada y rasposa.


-seguro tienes un resfriado, tuve que bañarte con la manguera para que calmaras tu culo ebrio-
-dame algo, mi cabeza va a explotar-


-ve a acostarte, te serviré un té-


-¿puedo acostarme aquí?-se que Tay está tenso cuando Sam termina la oración. Y sé que quiere decirle que no pero también sé que probablemente está preocupado así que no me sorprende su respuesta.


-sí pero, vas a ir al instituto ya faltaste suficiente-Sam gruñe mientras Tay se aleja.


El peso de Sam cae sobre la cama y mi respiración se acelera presa de los nervios. Los minutos pasan y son como horas para mí, mientras sudo como un caballo debajo de la cama, mis nervios están a tope.


-aquí tienes-Tay abre la puerta mientras se acerca a entregarle su te-toma estas ibuprofeno y llévate algunas al instituto, tómatelas cuando te sientas mal-


-voy a morir-susurra Sam


-no seas exagerado-


-no lo soy mi cabeza va estallar-


-bien vamos al médico-


-no quiero-dice malcriado Tay y yo nos reímos, yo por supuesto en voz baja.


-¿no estás un poco grande para temerle al medico?-bromea Tay, mientras Sam protesta.


-no les temo, solo no me gustan-dice orgulloso-además a ti tampoco te gustan los hospitales así que no me juzgues cuando eres igual a mi-Tay suelta una carcajada.

Pecando Con Mi Suegro (taylorlautner)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora