-¡Imbéciles! No se han cargado la nave.
-Sí, almirante, ríase, pero es hombre muerto.
Gerruk es muy inteligente, pero a veces es exasperante.
El destructor de Thrawn yacía flotando a la deriva por el espacio, apagado, oscuro, muerto.
-Estupendo...- dije.- Preparen las armas, vamos a hacer esto a la antigua. ¡Al abordaje!
-Sí, almirante.- exclamó Rewel, siempre dispuesta a disparar a lo que sea.
Hizo falta que abriésemos un boquete en el casco de la nave, pero total, su dueño ha muerto...
Oscuridad...
Menos mal que el fusil-bo de Rewel tiene linterna.
-Tras usted, oficial.- susurré.
-Mi héroe...- respondió ella.
Gerruk traía su hacha láser que, ahora que me fijo, también brilla.
-Creo que somos los únicos que vamos a oscuras, almirante.
Mi zabrak inquisidor personal estaba en lo cierto. Una bláster pequeña y un guante de vibracero no es que echen mucha luz.
-Lo haremos así.- empezó Rewel.- Dado que Maezo y Gerruk atacan cuerpo a cuerpo, es conveniente que alguna arma a distancia vaya con ellos. Lo mejor será que Maezo vaya conmigo, Almirante.
-Me vale.- fue mi respuesta.
Sabré todo lo que he de saber de naves, pero comandando infantería me muero de hambre.
-Almirante, por aquí.- me llamó Gerruk.
Avanzamos durante media hora entre escombros y cables rotos. Al parecer, alguien se ha cebado con la nave después de matar a Thrawn...
-¿Oye algo, comandante?- susurré, A-180 en mano. Menos mal que me traje los añadidos.
-Nada.- respondió.
Al menos si llevan picas de fuerza, tenemos posibilidad de no morir en el acto; Gerruk tenía una constitución muy fuerte, podrá aguantar algún par de golpes.
Espero.
-Quieto...- murmuró Gerruk pegándose (y pegándome) a la pared.- He oído algo.
-¿En serio?- musité. Vaya oído que gastamos, oiga.
-Shh.
Gerruk apagó el hacha y se hizo la oscuridad. Ahora que la vibración del hacha se apagó, sí que oigo un traqueteo y un sonido metálico.
Eso sólo significa una cosa: droides.
¡Hostia, C9 está en la nave! Ah, bueno, está apagado...
Dos magnaguardias se acercaban a paso ligero.
-¿Ataco?- preguntó Gerruk.
No sé... Igual hay alarmas, o algo...
Bah, qué coño.
-Adelante.- respondí.
Gerruk dio un salto encendiendo la vibrohacha y seccionó uno de los droides por la mitad.
El otro se puso en guardia.
Modo Francotirador... Quieto...
Gerruk se dispuso a atacar, pero el droide le esquivó con destreza. ¡Mierda!
-¡Quieto, joder!- musité. No era cuestión de pegarle un balazo a Gerruk.
El gamorreano volvió a intentar atacar, a lo que el droide respondió esquivando.
Mierda, no puedo avisar a Gerruk. Si lo hago, el droide advertiría mi presencia, y sí que sería hombre muerto.
Sólo cabe esperar a que se esté quieto.
Gerruk volvió a atacar. El droide, lejos de esquivar, atacó el lateral derecho del gamorreano.
Gerruk se lanzó al suelo, dolorido.
-¡Joder!- protestó.
¡El droide sigue en guardia!
Esta es la mía.
Un disparo limpio a la cabeza del droide acabó con el problema.
-Impresionante.- dijo Gerruk frotándose el costado quemado.- Un poco tarde, pero impresionante.
-Amm... no tenía ángulo.- argüí con una sonrisa.
Gerruk se rió.
-Sigamos.- dijo.- Ya me ocuparé de la quemadura.
Tengo la horrible sensación de que alguien ha estado aquí antes que nosotros.
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El joven almirante.
أدب الهواةEl Imperio Galáctico ha ganado y domina la galaxia. En tiempos de relativa paz, el joven Darel es un graduado de la Academia de Prefsbelt IV ascendido a Almirante de Flota por el mismísimo Thrawn con la prometedora edad de dieciséis años. Pero, ¿ser...