-¿¡CÓMO!?
-Qu-que una gran flota se acerca, se-señor Emperador.
La furia bullía en el joven emperador al recibir la noticia de que, aún sin estar preparado el magnicidio de Void, los rebeldes iban a lanzar un ataque de semejante envergadura.
-Habrase visto...- rezongaba el Emperador.- ¡Reúne a los oficiales y a los almirantes! ¡Preparemos el contragolpe!
-Diablos, Sidious, las cosas no salieron como esperaba...
El Emperador se sobresaltó al escuchar la voz de Void a su espalda.
-¿Cómo dice?
Void salió se las sobras silenciosamente.
-Al parecer Nixus no logró asimilar el Gran Secreto.- dijo.- No le culpo, ningún Sith lo ha conseguido jamás. Simplemente le he enseñado unos usos de Fuerza más... creativos.
-No le habrá enseñado eso, ¿verdad?- preguntó el Emperador levantándose y yendo a la sala magna.
-Diablos, Sidious, su técnica favorita no es única de usted.- respondió Void caminando tras él.- Usted le saca mucho partido y la ha entrenado hasta la extenuación, pero eso no excluye que otros la puedan aprender. Y le recuerdo que el maestro Jedi Obi-Wan la utilizaba antes que usted.
Palpatine II frunció el ceño pero no dijo nada.
Llegaron a la sala magna y Void se quedó en las sombras, observando.
-Señores, una crisis acecha el Palacio Negro.- empezó el Emperador.- Una gran flota rebelde se dirige hacia este punto en concreto para destruirlo.
Un murmullo de reprobación recorrió la sala.
-Caballeros...- dijo Palpatine tomando asiento en su sillón negro.- Discutamos esto como seres racionales. Hay que planear una contraestrategia.
-Necesitamos datos sobre las formaciones.- adujo un almirante.- Sin eso las naves no sabrán por dónde hay que ir.
- La infantería está confusa.- declaró un oficial.- Deberíamos asegurarnos del despliegue rebelde para adaptarnos.
-Todo a su tiempo, señores.- dijo el Emperador.- De momento adoptar formaciones de defensa estándar debería bastar. Si se diese el caso, enviaré una fuerza de combate al frente a modo de apoyo.
-¿Piensa asignar la mítica Legión 101 a este propósito, Emperador?- preguntó el oficial.
Palpatine II lo había considerado varias veces.
- En efecto.- anunció al fin.- Para eso está. El Martillo de Vader cumplirá una vez más.
Los altos mandos presentes se estremecieron. La Legión 101 era lo mejor de lo mejor del ejército imperial, tanto que prácticamente podía aniquilar la amenaza que sobre ellos se cernía por su propia cuenta.
-¿Alguna pregunta?- añadió el Emperador con gesto grave.
-¿Sabemos en qué momento ocurrirá el golpe?- inquirió un oficial.
Palpatine cerró los ojos. No lo sabía, pero podía intuirlo y calcularlo.
-Si salen desde Tatooine, tenemos cinco días para preparar la contraofensiva y otros dos para contraatacar.- respondió.- Sin embargo, no prometo nada. Este ataque es el mayor de la historia de la Rebelión. Puede costarnos caro subestimarlos. Estarán menos preparados y peor equipados, pero nos pueden superar en número. Tened cuidado. Se levanta la sesión.
Cuando todos los oficiales, hecha la reverencia al emperador, se marcharon, Void salió de las sombras.
-Este peligro es muy grande, Sidious.- dijo.- Llevas tiempo descuidando tu entrenamiento.
El Emperador se levantó.
- No me hace falta entrenar.- adujo.- El único usuario de Fuerza que tienen es el único Padawan que vivió la misión de Nixus. Y le derroté.
-Mientes.- respondió Void leyendo la mente de Palpatine.- Le dejaste ir.
Palpatine II apretó los dientes.
-Querías que mejorase.- dijo Void.- Para volver a enfrentarte a él. A poder ser tras caer Nixus. Sientes envidia, Sidious.
Palpatine II golpeó la mesa con fuerza.
-¡Maestro!- gritó.- ¡No es el momento! Necesito concentrarme en el ataque...
Void asintió con un gesto grave.
-Comprendo...- respondió.- Encauza esa furia hacia los rebeldes, Sidious.
Furioso, el Emperador abandonó la sala magna en dirección a sus aposentos.
Void se quedó un rato quieto, pensando.
- Te has vuelto débil, Sidious...- susurró.- El poder te ha hecho débil.
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El joven almirante.
FanfictionEl Imperio Galáctico ha ganado y domina la galaxia. En tiempos de relativa paz, el joven Darel es un graduado de la Academia de Prefsbelt IV ascendido a Almirante de Flota por el mismísimo Thrawn con la prometedora edad de dieciséis años. Pero, ¿ser...