No es bienvenida entre los ricos y él se lo hará saber.
¿Por ahí no dicen que los polos opuestos se atraen?
Los zombis han invadido el mundo y por protección no se puede ni salir ni entrar del reino.
Ella es la única que ha podido evadir la segurida...
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𝙱𝚛𝚊𝚍𝚜𝚑𝚊𝚠 𝚕𝚞𝚗𝚎𝚜, 𝚘𝚌𝚝𝚞𝚋𝚛𝚎
ᴜɴᴀ ᴅᴇʟɪɴᴄᴜᴇɴᴛᴇ ᴇɴᴛʀᴇ ʀɪᴄᴏs
❝𝚀𝚄𝙴 𝙿𝙰𝚂𝙰 𝟸❞
—Hola, soy Aisha, ¿te acuerdas de mí? Te hablé el primer día.
Las tres a la misma vez levantamos la cabeza lentamente y la miramos. Chloe enseguida sonrió agradable, Bella se sonrojó tímida y yo continué seria.
—Sí, ¿qué quieres? —pregunté cortante.
—¡Molly! —me regañó Chloe pegándome en el hombro—. Disculpa, es un poco borde. —Le hizo una seña hacia el asiento vacío a mi lado y un poco dudosa se sentó—. Yo soy Chloe, mi gemela es Bella y ya conoces a Molly.
La analicé: vestía un crop top negro con sus típicas camisas, jeans azules y zapatillas rojas. Su rostro se me hacía conocido de alguien que vi en una revista, su piel morena, sus cabellos rulados y sus facciones...
—Agh... —solté antes de mirar hacia la ventana sin cambiar la expresión de mi rostro. No fue mucho el tiempo en el cual la gemela apoyó los codos en nuestra mesa mirándola más de cerca.
Oh, carajo. Por favor no.
—Te conozco...
—Pronto será tu cuñada —me adelanto en decir volviendo a verla—. Es la hermana de Steve.
—También se puede decir que él es el único mejor amigo de Culebra —agrega un poco más suelta.
—Abran los libros en la página 74.
Entró un señor al salón y en vez de sacar el libro que no tenía, saqué mi celular y conectando los auriculares puse música.
Panda de Desiigner sonó en mis oídos.
Cerré los ojos y empecé a mover el pie al ritmo de la música mientras golpeaba los dedos contra la madera de la mesa. La puerta se abrió y abrí los ojos para ver que un castaño —sin prestarle atención al instructor—, caminó en mi dirección. Volví a cerrar los ojos.
—Vete —ordenó cortante—. Salta de aquí, conejo.
Aisha se levantó dispuesta a irse, pero abrí los ojos para volverla a sentar tirando de su camisa, mirándolo desafiante.
—Se queda —decreto.
—Se va si no quiere convertirse en zombie.
—Está bien... —murmuró asustada y ante su mirada la suelto—. Me sentaré más adelante.
De tanto que quería llevarle la contra a Culebra y alejarme de su jueguito me había olvidado que los demás le temían.
Asentí una sola vez y se cambió de lugar rápidamente. Sin fijarme en él abrí mi mochila y saqué el periódico del día. Lo había conseguido en la mañana antes de venir al instituto. También saqué un marcador negro que le había robado a Travis y empecé a marcar; todavía sin dejar de mover el pie al ritmo de la música. El tatuado se sentó a mi lado dejando un libro arriba de la mesa y cerró los ojos como siempre hacía en las clases.
