Capítulo 32|𓆙

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ᴜɴᴀ ᴅᴇʟɪɴᴄᴜᴇɴᴛᴇ ᴇɴᴛʀᴇ ʀɪᴄᴏꜱ

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ᴜɴᴀ ᴅᴇʟɪɴᴄᴜᴇɴᴛᴇ ᴇɴᴛʀᴇ ʀɪᴄᴏꜱ

                 

❝𝙲𝙴𝙻𝙾𝚂❞

                

Sentía el bullicio de los que querían entrar, entre ellas oía la voz de Lady Lisa, mientras Steve lo impedía.

No podían verme aquí, no tenía nada tapando mi rostro, los rumores ya habían corrido y sería ponerle rostro a la chica cornuda.

―Eh... ―solté levantándome―. Esto...

―Quédate aquí ―se apresuró en ordenar.

―No me volverás a lastimar ―le advertí y rápidamente me cambié a la mesa del fondo. La de siempre.

De apoco fueron entrando mirándonos con sospecha, hasta murmuraban pero nadie nos venía a decir de frente.

Las gemelas y Tyler se sentaron en mi mesa y me miraron curiosos; la primera en preguntar fue Chloe.

―¿Qué pasó?

―No sé de qué hablas ―me hice la tonta.

―Por favor, Molly ―soltó obvio―. Todo el instituto sabe que hay algo entre Culebra y tú, antes estaba la duda de si eras la que salía con él a todos lados, ahora es porqué no estás con él.

―Lo vuelvo a decir: no sé de qué hablan.

―No te estaría mirando tan fijamente ―acató Bella.

Seguí su mirada hacia la mesa de los mejores donde sus facciones duras miraban mis labios y lentamente subir a mis ojos, donde al darse cuenta de que lo estaba viendo volteó hacia la habladora mona Lisa.

Sin duda prefiero que me mire a mí.

No pude evitar mirar sus lindos, carnosos y apetitosos labios que casi fueron probados por los míos.

Me dolía pensar que todo lo que habíamos pasado eran ilusiones de mi cabeza y en realidad solo me utilizó, parecía ser muy real.

Pero lo cierto es que la mona Lisa era quien lo estaba abrazando ahora.

El coraje corrió por todo mi cuerpo haciendo que cierre fuerte el puño rompiendo la manzana.

No podía hacer nada, no pertenecía a su mundo, ni ahora ni nunca.

―Si hablamos de chicos... ¿cómo van las cosas con el que te gusta?

Mi mirada volvió a ella justo cuando sus mejillas se volvieron rojas. El nombrado la miró al escuchar mi pregunta y parecía intrigado, demasiado intrigado.

―¿Me perdí de algo? ―preguntó su gemela mirándolos una y otra vez.

―No te puedo decir ―respondió la chica volviendo a mirarme.

𝐔𝐍𝐀 𝐃𝐄𝐋𝐈𝐍𝐂𝐔𝐄𝐍𝐓𝐄 𝐄𝐍𝐓𝐑𝐄 𝐑𝐈𝐂𝐎𝐒| 𝖾𝖽𝗂𝗍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora