Capítulo 36|𓆙

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     ᴜɴᴀ ᴅᴇʟɪɴᴄᴜᴇɴᴛᴇ ᴇɴᴛʀᴇ ʀɪᴄᴏꜱ

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ᴜɴᴀ ᴅᴇʟɪɴᴄᴜᴇɴᴛᴇ ᴇɴᴛʀᴇ ʀɪᴄᴏꜱ

𝙱𝚛𝚊𝚍𝚜𝚑𝚊𝚠
𝚖𝚒𝚎́𝚛𝚌𝚘𝚕𝚎𝚜, 𝚗𝚘𝚟𝚒𝚎𝚖𝚋𝚛𝚎

❝𝙴𝚂𝚃𝙰𝙼𝙾𝚂 𝙰𝚀𝚄𝙸́❞

Sentía unos fuertes brazos atrapando mi cuerpo contra el suyo, como si tuviera miedo de que me alejara, su mano acariciaba mi espalda desde abajo hasta pasar sus dedos entre los cabellos de mi nuca donde su masaje relajaba mi cuerpo. Podía sentir un pecho fuerte contra mi rostro y una tela no me dejaba sentir completamente su piel.

No necesitaba ver para saber que era Culebra, reconocía su olor, su cuerpo y todo lo que me hacía sentir con tan solo su presencia.

¿Cómo me hacía bajar la guardia?

Me muevo y sus brazos dejan de retenerme, como hacía cada vez que demostraba un gesto cariñoso.

Y con todo lo que estaba pasando no sabía que significaba.

Elevo mi rostro para ver el suyo, es donde su mano toma mi mejilla y acaricia mi pómulo con delicadeza. Siento que una tela no me deja sentir completamente su piel y mis ojos se dirigen hacia mis manos vendadas sobre su pecho.

―¿Pero qué...?

―Bella te curó ―susurró con su vista en mis manos, levantó la vista mirando directamente mis ojos y me percato de lo cerca que estamos―. Anoche no debí... tu cuello... solo olvídalo. No volverá a ocurrir, eso te lo aseguro.

Lo retengo con mis piernas antes de que se aleje y que no pueda tenerlo tan cerca nunca más. Sin dejar de ver fijamente sus ojos, compruebo que sólo estaba en pantalones pasando mi mano a lo largo de su pecho hasta que al llegar a la tela de su jeans, donde tiro del bóxer.

¡Mamá querida! Es un precioso... ¡Hazlo tuyo, BB!

―Que pena... ―suelto con una sonrisa traviesa, para alejarme.

―Permiso, ¿puedo pasar? ―la cabeza de Bella se asomó por la puerta.

―¡Vamos! ―lo animé aplaudiendo al ver que me miraba sin moverse.

Le tiré su remera que estaba en los pies de la cama y antes de que la castaña lo empujara sacándolo me tira un beso.

―¿Sabías que no quería alejarse de ti ni por un segundo? ―preguntó con una sonrisa mientras caminaba hacia mí—. No lo entiendo la verdad...

𝐔𝐍𝐀 𝐃𝐄𝐋𝐈𝐍𝐂𝐔𝐄𝐍𝐓𝐄 𝐄𝐍𝐓𝐑𝐄 𝐑𝐈𝐂𝐎𝐒| 𝖾𝖽𝗂𝗍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora