Capítulo 33|𓆙

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ᴜɴᴀ ᴅᴇʟɪɴᴄᴜᴇɴᴛᴇ ᴇɴᴛʀᴇ ʀɪᴄᴏꜱ

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ᴜɴᴀ ᴅᴇʟɪɴᴄᴜᴇɴᴛᴇ ᴇɴᴛʀᴇ ʀɪᴄᴏꜱ

            

❝𝚅𝙴𝚃𝙴❞

               

―Si... siéntate ―suelta con sarcasmo.

―La profesora de nombre feo me dio esto ―le dije para darle el papel.

Con una sonrisa sacó un bolígrafo del porta lápices para anotar algo en el papel y devolvérmelo.

―Sabía que sucedería, solo tendrás una hora de detención.

―¿Qué sabes de Nolan Black? —pregunto de repente.

―¿Cómo...? ―mi pregunta lo descolocó completamente. Frunció el ceño pero terminó soltando un suspiro―. Junto a su esposa eran los anteriores propietarios de la casa donde vives ahora. Éramos mejores amigos desde la preparatoria, hasta que murieron cuando todo este tema de los zombies comenzó. Al no tener familiares ni llegar a tener hijos... su casa pasó a mis manos.

―Pero sabes que no es cierto, son los padres de Bala Black.

O sea yo.

Ante mi acusación me levanté y salí del despacho. 

Apenas coloqué un pie afuera choco contra un pecho y si no fuera porque me agarró por la cintura ya me hubiese caído. Sus ojos verdes me invadieron y quedé sin respiración.

―De nada ―dice molesto y al soltarme entró sin llamar a la puerta.

¿Y a éste que le pica? La enojada soy yo.

¿Vamos a rascarle?

Que mente sucia, che...

Hundida en mis pensamientos cuando doblé en un pasillo no me fijo y vuelvo a chocarme con alguien. Esta vez tuve que sostenerme de los casilleros.

―¿Qué te pasa, tarada? ¿Quién te crees para cruzarte en mi camino?

―Nadie ―respondo cortante, intento pasar por su lado pero se interpone.

―¿Y ahora quien te piensas para irte sin mi permiso? No terminé de hablar contigo ―suelta, por lo que pongo los ojos en blanco aguantando las ganas de golpearla―. Parece que todavía no te das cuenta de que Culebra siempre volverá a mí.

―Mira, mona. No me vengas a dar ordenes porque sabes muy bien que si me tocas los cojones te puedo noquear de un golpe. Vete a joder a Culebra a ver si te aguanta y a mí déjame en paz. ¿Quedó claro o te hago un dibujito para que lo entiendas?

―No me faltes el respeto, delincuente ―soltó enojada, para sonreír maliciosa―. ¿Así te dice él no?

―Deja. ―Avanzo un paso y retrocede―. De. ―Otro más―. Molestarme.

𝐔𝐍𝐀 𝐃𝐄𝐋𝐈𝐍𝐂𝐔𝐄𝐍𝐓𝐄 𝐄𝐍𝐓𝐑𝐄 𝐑𝐈𝐂𝐎𝐒| 𝖾𝖽𝗂𝗍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora