Acarició su frente. —¿Puedo hacer algo por ti? —Preguntó secando sus lágrimas.
Él abrió lentamente los ojos y le dedicó una mirada triste. —No me dejes —rogó.
Y eso le partió el corazón.Cuando salió de la habitación, se quedó recostada de la pared, cerró los ojos un momento, y sin poder evitarlo, rompió a llorar.
Simplemente no podía seguir, ya había llegado al maldito límite. No sabía cómo arreglar las cosas, y lo peor es que sabía que probablemente no habría una solución pacífica en todo el problema. Sabía cómo iba a terminar, y honestamente le aterraba ver a Roger o a Dexter muerto.
Pero si tenía que elegir entre ambos, su posición estaría al lado de Dex. Tenía que detener esa cacería a como dé lugar, y si no podía detenerla, al menos escapar lejos hasta encontrar una solución. No le importaba correr toda su vida, tan solo quería estar con él, sin importar qué, cuando, o donde. Ya no lo dejaría solo nunca más.
—Dios... —susurró, tapando su cara con ambas manos—. No puedo con esto —confesó tristemente.
Respiró hondo y secó sus lágrimas. Era fuerte, siempre lo había sido. Desde pequeña se había enfrentado a cosas feas, pero esto sinceramente la superaba. Así que tenía que sacar fuerzas de donde sea. Ya había tomado la decisión de estar con Dexter, así que tenía que enfrentarse a las consecuencias. Estaba segura de que lo mejor para ella y lucille no estaba al lado de Roger.
Miró al frente y su corazón se partió al ver a lucille, mirándola. Ella no supo que hacer. ¿Qué le iba a decir? Ya la niña había visto suficiente por un día. La vio acercársele y tomarla de la mano, le sonrió dulcemente. —Vamos a estar bien, mamá, no llores más.
Y eso hizo que se volviera un mar de lágrimas. Abrasó a su pequeña con fuerza y solo la mantuvo entre sus brazos. Ella era todo lo seguro que tenía en la vida. Era su fuerza, su motor, sus ganas de seguir. Lucille era su vida.
—Lo siento —dijo secando sus lágrimas.
La niña se encogió de hombros. —Está bien, mamá. En la escuela Jason golpeó a Billy, y le partió el labio. Ya he visto sangre antes.
Eso la hizo reír. De hecho, ambas rieron.
—Vamos por algo de cenar —dijo tomándola de la mano.
Revisó en la estantería de la cocina. Estaba equipada con todo lo necesario para comer por al menos dos semanas. La nevera estaba llena de alimentos. Estaba mejor equipada que la casa en la que vivía Dexter y entonces lo entendió.
Él supo que algo así iba a pasar, así que hizo de esto su hogar. Se la pasó huyendo desde que salió de la cárcel. Vivía en una casa de mierda, en un barrio de mierda, con la nevera vacía, en una cama fría y con el temor de que en cualquier momento alguien entrara por la puerta y lo asesinara.
Por dios, ahora se sentía como una perra egoísta. Estuvo durmiendo con Roger, y dándole una buena vida a lucille, sin tener que preocuparse por su seguridad, ni porque tuviera o no dinero para comer, mientras Dexter tenía que sobrevivir cada día. No era justo.
Le preparó un sándwich a la niña, y se recostó de la pared. No podía comer, su garganta estaba cerrada. No tenía los ánimos para ingerir nada, mientras tanto, se sentía como la peor de las chicas, al final Greta había tenido razón. Era una egoísta que solo había pensado en su propio bien, y que había ignorado las señales.
Que había ignorado las alertas, porque simplemente no quería ver lo que estaba pasando delante de sus ojos, porque tenía miedo. Por un momento en su vida se había sentido tan segura. Habían sido cinco años de normalidad, y cuando supo que probablemente todo se derrumbaría, prefirió hacerse la ciega, antes que afrontar que siempre vivió en una burbuja, que nada había sido real.
¿Era una mala persona por querer darle a su hija estabilidad? Si mientras eso pasaba estaban tratando de matar a Dexter. Entonces sí. Sí era una mala persona.
—Mamá, ¿no vas a comer? —Preguntó Lucille, frunciendo el ceño.
Ella secó sus lágrimas. —Estoy bien.
—¿Por qué estás tan triste? ¿Quieres mucho a Dexter?
Ella asintió, sonriendo tristemente. —Lo quiero muchísimo.
Lucille cabeceó unos segundos, como si estuviera pensando algo importante. —Si tú lo quieres, entonces yo también lo quiero.
Camila sonrió. La primera sonrisa sincera en el día.
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Oh dios, esto es tan triste :'(
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VOLVERÉ II.
Fanfic© 2017, Samara García. Todos los Derechos Reservados. Título Original: volveré II. Todos los Derechos están reservados, incluidos los de reproducción total o parcial. [Art. 56, Ley 424-06] República Dominicana.