VOLVERÉ II.

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Camila sentía que no podía parar de llorar. De repente la escena entre Katrina y Dexter la había debilitado, se había identificado demasiado con ella, era como verse a sí misma, ver lo patética y frágil que se debió haber visto.

Al menos Dexter no era el culpable de que la vida de Katrina fuera una mierda, pero ella no podía decir lo mismo, él era el único culpable de que toda su vida se arruinara.

Era muy consciente de eso, pero lo que odiaba, lo que hacía que su corazón se apretara y no la dejara dormir, lo que hacía que le doliera al respirar, era el hecho de que a pesar de todo, no podía odiarlo. Lo intentaba con todas sus fuerzas, pero había algo que le impedía sacarlo para siempre de su vida.

No soportaba ver que Lucille lo adorara tanto, ella solo veía a su padre, pero Camila veía al hombre que había destruido toda su vida, el que la había cambiado para siempre, el que le había arrebatado a su padre. Estaba haciendo un esfuerzo sobrehumano por la niña, pero cada día sentía que una parte de ella moría, no sabía cuánto más podría aguantar, y sospechaba que el tiempo de paciencia se estaba agotando.

Quería que la niña ya empezara la escuela, porque si normalizaba su vida, y la separaba un poco de Dexter, sería más fácil para todos, de hecho, sería más fácil cuando él se fuera.

En el ascensor del edificio entró con las bolsas de los demás útiles escolares que compró, y entonces notó que el chico que estaba frente a ella no paraba de mirarla, al principio, lo ignoró, pero él no dejaba de mirarla. —Te pareces a alguien que conozco —dijo el chico.

Camila lo observó. —¿Sí? —Preguntó alzando una ceja.

Él negó. —No, no eres ella —dijo con una sonrisa pícara—. Tú eres más bonita, sin duda.

Eso la hizo sonreír. —Gracias, creo —dijo con el ceño fruncido.

—Vivo en el piso nueve —dijo él, mirando los números en el ascensor.

—Yo en el ocho —dijo Camila tratando de agarrar todas las bolsas en una sola mano, antes de que alguna se le pudiera caer, el chico sostuvo la bolsa.

En ese momento las puertas del ascensor se abrieron. —Me llamo Isaac

—Camila —le dijo sonriendo, mientras tocaba el timbre.

Él parecía un poco nervioso. —Sería muy mal que te invitara un café, iremos a un café de la vuelta, solo un café. Soy nuevo en la ciudad, y no tengo amigos.

En ese momento la puerta se abrió, y Dexter apareció en medio de ellos. —Esta misma tarde, ahora mismo si quieres —dijo ignorando completamente a Dexter.

Ella no supo que decir. —No creo que mi mujer quiera salir contigo —respondió Dexter por ella.

Lucille salió y le tomó una de las bolsas. Isaac miró el trio familiar con terror, se disculpó y se metió nuevamente en el ascensor.

—Le iba a decir que si —dijo ella de mala gana.

—¿En serio? —Preguntó Dexter, con una sonrisa burlona—. Es un idiota.

—Igual que tú —respondió negando, y alejándose de él.

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LOL

Continuará...