2.

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Las piernas de la castaña se movían con agilidad, sentía que había hecho el ejercicio que no había realizado en todo el año, se había quedado en la sala de computación revisando twitter y cuando se dió cuenta ya iba muy tarde para educación física.

Por supuesto que el entrenador Hitch no se apiadó de ella, es más, casi con malicia le ordenó darle veinte vueltas a la cancha sin descanso.

—¡Que esas piernitas de pollo no se cansen Brown!—el entrenador le grita por su megáfono, Millie suelta un suspiro cansado y cuando el entrenador se gira para observar al resto de sus compañeros, baja la velocidad para poder caminar tranquilamente.

—¡Señor Hitch! ¡Millie Brown ha dejado de correr!—como no podía faltar, la soplona de Iris Apatow, o como Millie solía llamarle "Miss Perfección" era aquella chica nerd pero popular que casi todos amaban, un pan de Dios, quien no rompería ni un solo plato para la vista de algunos, toda una lame culos de los profesores y como no podía faltar, novia del crush de Millie.

Para toda la sociedad de los no-populares, o en su defecto "los invisibles", era de las más odiadas, claro que sí, entraba en el ranking, top 5 incluso.

—¡Que sean 5 vueltas más! Gracias Irisa, tómate un descanso—la rubia sonríe satisfecha, ignorando por completo las maldiciones y las miradas que le dedica la castaña.

•••


—No la soporto Sadie, es una lame suelas del demonio y se cree tanto con esa estúpida miradita de ángel que tiene y lo peor es que los alumnos y profesores se lo creen, estúpido entrenador Hitch, me hace odiar el deporte cada día má...

La peliroja le da un empujón algo fuerte que hace que la chica se tropiece y choque contra los casilleros, cuando Millie abre su boca para reclamarle, Edward Benson se detiene justo al frente de ellas, con su sonrisa encantadora.

—Hola chicas, ¿Irán al partido de mañana?—el guapo novio de Iris les sonríe animado, el era increíblemente dulce, cualquier persona de esa escuela lo describiría como un lindo cupcake de arcoiris.

—¡Claro que iremos! ¡Hay que apoyar el espíritu deportivo! ¡Que viva el deporte! ¡Yo lo amo, ¿Tu no?!—Millie exclama todo tan rápido y con un entusiasmo tan fingido.

—Hace segundos dijiste que odiabas el depor—Millie entierra su codo en el estómago de su mejor amiga interrumpiendola.

—¿Yo? ¿Odiarlo? Nunca ¿Con quién me estas confundiendo, Sads?—ríe nerviosamente, Edward eleva sus cejas y sonríe incómodo a la vez que retrocede.

—Claro... Nos vemos entonces—les sonríe animado y se va corriendo hacia donde su mejor amigo lo espera.

—¡Sads! Me ibas a traicionar—Millie pone una mano en su pecho fingiendo estar ofendida, su amiga la mira con molestia mientras acaricia su estómago.

—No soy defensora de las mentiras Brown, y ahora tendremos que soportarnos todo un partido de fútbol por culpa de tus amores—Sadie se cruza de brazos y le saca la lengua.

—Ay, no es para tanto rojita...—Millie rueda sus ojos entre risas, segundos después el timbre de salida de clases las hace dirigirse a la salida de la escuela.

Millie suelta un suspiro, ok, su primer día sin Internet no había estado mal, exceptuando el incidente de educación física, claro esta, por supuesto que extrañaba a su hermoso bebé, pero las cosas podrían haber estado peor... Mucho peor, después de todo, no era el fin del mundo.

—¡Harry Styles ha subido una nueva canción!—el chillido de la chica provoca que las dos frenen con fuerza, palidas como el papel.

—¿Qué?-de inmediato varias chicas forman un círculo, todas con sus teléfonos cotilleando. Sadie y Millie se miran entre si, completamente aterradas.

—Sads, saca tu teléfono...—la castaña logra decir esto después de unos segundos.

—¿Qu-


—Saca el teléfono Sadie, es una emergencia—Millie chilla, dando saltitos emocionados, la peliroja sin pensarlo dos veces lo saca de su bolsillo, entra a YouTube y selecciona el vídeo. Y cuando esta por comenzar y Millie trata de no colapsar de la emoción... La bocina del carro de la madre de Sadie las interrumpe.

—¡Cariño! ¡Vamos tarde para tu cita con el dentista!—Millie susurra una maldición suave y mira alarmada a su amiga, Sadie apaga la pantalla y le susurra una disculpa para después salir corriendo hacia el auto de su mamá, la castaña se queda ahí parada, sin palabras... A un segundo de explotar... Harry nunca aparecía, y ahora que ella no podía acceder a internet, ¿Acaso era un complot en su contra?... ¿Llegaba con una canción nueva? Y ahí fue cuando la chica lo mandó todo a la mierda.

Sin darle importancia a algo, comenzó a correr lo más rápido que pudo al único lugar que conocía cerca de su escuela con servicio de internet gratis.

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Free Wifi |Fillie|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora