Se encontraban los dos frente a frente, charlando de temas diversos, Millie tenía que confesar que se estaba divirtiendo demasiado, incluso había tenido conversaciones con Sadie mucho más aburridas.
—Y estuvimos toda una semana completamente enfermos—Finn muerde el pequeño pastelito, mientras escucha la escandalosa risa de Millie, era el descanso de Finn y los dos disfrutaban de la compañía del otro.
Millie comienza a admirar la habilidad del chico al contar historias, cualquier cosa que salía de sus labios la entretenía de una manera extraordinaria y la hacía morir de duda por saber el final de cada historia.
—Oh Dios, no te creo—ríe con libertad, y esto hace que Finn se sienta a gusto, Millie era diferente a cualquier chica que conociera, cada vez que salía con Iris, ella siempre contenía sus carcajadas para no llamar la atención negativa de las personas, en cambio Millie... A ella no parecía importarle las miradas de rechazo de los demás.
—Finnie... Ya vamos a cerrar—Jaeden los interrumpe, dedicándole una mirada algo fría a la chica que lo acompañaba.
—Seguro, te ayudaré a organizar—Finn se levanta de un salto, recogiendo la bandeja con los platos ya vacíos y después de esto se dirige a lo que Millie infiere que es la cocina, la menor lo sigue con la mirada, sin borrar aquella sonrisa idiota de su rostro.
—Estas abusando de él—Jaeden resopla, cruzándose de brazos una vez que ya se encuentran solos. Millie mira a su al rededor, la cafetería ya estaba vacía y el sol ya se había escondido, sus padres la matarían, su sonrisa decae en aquel instante.
—No lo hago, el es mi amigo...
—Finn jamás me ha hablado de alguna otra chica que no sea Iris—eso la hirió, no quería torturar su mente en ese momento sobre el porque le importaba las palabras de aquel chico escualido.
—Hace poco comenzamos a hablarnos—la verdad es que ni ella sabía porque le estaba dando explicaciones y otra vez, decide no cuestionarse.
—Bien, pero no te veo muy interesada en su amistad—Jaeden replica una vez más.
—Claro que lo estoy... Aunque tu no pareces interesado en solo una amistad con el—Millie eleva una de sus cejas, y no sabe porque se ha alterado tanto, la expresión de perplejidad que trae el chico la hace fruncir su ceño aún más.
—¿Qué? Eso es ridículo—Jaeden se pone cada vez más rojo de la cólera, los dos parecían estar a punto de saltar en ataque uno sobre el otro en cualquier momento, eso hasta que Finn llega sonriendo abiertamente.
—Jae, necesitamos tu ayuda en el inventario—Finn le llama y el chico no duda en ir hacia la cocina, no sin antes entornar sus ojos hacia la chica, la cual lo sigue con una mirada sospechosa hasta que desaparece.
—Uh ¿Me perdí de algo?—al parecer el pecoso notó la tensión entre los dos y no puede evitar cuestionar a la castaña.
—Nada, solo charlabamos—el sabe que esta mintiendo, pero decide que averiguará el causante del problema luego.
—Me demoro tal vez unos 5 minutos, ¿Puedes esperarme? Te llevaré a casa—le pregunta con una pequeña sonrisa algo tímida que le causa ternura a la castaña que sonríe en grande y asiente. Finn murmura un suave "Genial" y corre hasta la cocina.
Según lo prometido, Finn agarra la mochila de la chica y se la carga en el hombro después de cinco minutos, Millie tiene que admitir que se sintió petulante al pasar al frente de Jaeden en compañía del ruloso.
—Jae, ¿Quieres que te lleve?—el endiosamiento de la castaña bajó un poco al escuchar estas palabras, tal vez la idea de tener a Jaeden y a Millie en un espacio tan reducido no era la adecuada, en especial en aquel momento, pero la cortesía le ganó al chico. Los ojos de Jaeden rebotaron entre la chica y el pecoso por unas cuantas veces.
—Claro que sí, muchas gracias Finn—el chico dice con una sonrisa casi cínica de modo que la menor rueda sus ojos algo fastidiada.
El trayecto se hace algo raro e incómodo, Finn tararea unas cuantas canciones mientras conversa con Jaeden que se encuentra en el asiento trasero, tal vez, solo tal vez, Millie le haya dado un pequeño empujón para poder llegar al asiento de copiloto primero, la más madura, por supuesto.
Todo esta bien, hasta que Millie y Jaeden parecen competir entre quien tiene la atención plena de Finn o de quien lo hace reír mucho más, la ganadora resulta ser Millie, la cual abre la ventana y le grita algunas cosas ridículas a la gente que esta en la calle por consiguiente Finn se ríe hasta incluso llegar a llorar.
Llegan a la casa de Jaeden, el cual deja las diferencias atrás y se despide cortésmente de la castaña y de su amigo.
Los dos quedan a solas en el auto y Millie comienza a darle las explicaciones a Finn del trayecto hacia su casa.
Tan pronto como se alejan de la casa de Jae, Millie busca algo en la radio, se encuentra con una entretenida canción de Miley Cyrus que le encanta, Finn la observa por el rabillo del ojo con una sonrisa en su rostro.
—Adivinaré, solías ser una loca por Hannah Montana—el chico aprovecha un semáforo en rojo para observarla.
—Mmm—Millie tararea suavemente y chasquea su lengua—. ¿Solía ser? Oh Finn, pero si aún lo soy—le saca la lengua divertida con la situación.
—Ya veo, Sharpay Evans fue mi amor platónico por largos años—Millie suelta una carcajada ante esto, y se pregunta si al chico solo le interesarán las rubias... Dios, Iris es rubia, la castaña decide alejar aquellos estúpidos pensamientos de su mente, por undécima vez en el día.
—Siempre fue mi favorita, las chicas buenas nunca me han gustado—la chica chasquea su lengua, y no puede evitar pensar en la rubia popular que tanto despreciaba. Finn tararea un poco la canción, fallando en el intento, a pesar de esto con una sonrisa en sus labios.
—Creo que lo diferente es bueno, una chica única—suelta casi sin pensar y estas palabras hacen que las piernas de la castaña tiemblen. Algo inexplicable para ella.
—El semáforo esta en verde—Millie anuncia, sin saber que más decir y algo nerviosa por la mirada atenta del pecoso.
—Oh, claro—las mejillas del chico se sonrojan y vuelve a poner el auto en movimiento lo más rápido posible, quiere saltar por la ventana al crear un ambiente incómodo entre los dos, no sabía porque había dicho eso, fue tan... Espontáneo, de igual manera.
No era nada de otro mundo, ¿O sí?
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No saben lo mucho que disfruto lo de enamorar a dos personajes 😍 saco el lado romántico de mí que creía perdido.
No sé ustedes, pero quiero un Finn
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Free Wifi |Fillie|
Teen FictionMillie solo asiste a aquella cafetería por el servicio de WIFI gratis.