15.

2.2K 246 35
                                    

Hermosos labios, se movían delicadamente y después de ciertas palabras se mostraba una pequeña sonrisa. Los labios de Millie Bobby Brown eran, sin duda alguna, encantadores.

-¿Quieres que lo lea yo?-lo había descubierto de nuevo observando sus labios, el chico no podía sentirse más avergonzado, tal vez sentarse al lado de Millie Bobby Brown no había sido una buena idea, no después de haber soñado con un beso inalcanzable por parte de la menor.

-Uh, como tu quieras-el chico desvía su mirada algo nervioso por la mirada de la castaña.

-Lee el poema para mí, Finn Wolfhard-Millie se ríe bajito y aunque Finn sabe que la castaña nada más está bromeando, no puede evitar tomar el color de un tomate.

-El poema se titula Soneto a la rosa de Eduardo Carranza-Finn lee el título, levanta por unos segundos la mirada para encontrase con los ojos marrones de la castaña que lo incitana continuar con la lectura.

"En el aire quedó la rosa escrita.
La escribió, a tenue pulso, la mañana.
Y, puesta su mejilla en la ventana
de la luz, a lo azul cumple la cita.

Casi perfecta y sin razón medita
ensimismada en su hermosura vana;
no la toca el olvido, no la afana
con su pena de amor la margarita.

A la luna no más tiende los brazos
de aroma y anda con secretos pasos
de aroma, nada más, hacia su estrella.

Existe, inaccesible a quien la cante,
de todas sus espinas ignorante,
mientras el ruiseñor muere por ella."

-Wow, eso fue bastante profundo-Millie había acogido cada una de sus palabras a pesar de tener su vista fija en el rostro del pecoso.... La manera en la cual su rostro se veía tan concentrado o el simple hecho que después de cada párrafo la mirara de aquella manera tan encantadora.

-¿Y qué opinas al respecto?-Finn le pregunta después de unos segundos de completo silencio.

-¿Qué? ¿De qué?-Millie se encoge en su asiento mientras que en su rostro se plasma una obvia señal de confusión, la vergüenza aumenta cuando Finn suelta una carcajada.

-Estas muy distraída ultimamente, Brown-el chico le sonríe de manera burlona

-Callate, hace unos segundos estabas igual o incluso peor-la castaña le muestra su lengua poniendo nervioso al chico tras recordar aquellos pensamientos que inundaban su mente hace tan solo unos segundos.

-Hablo del poema, Mills-lo dice como si fuera obvio, tan solo para dejar el tema anterior en el pasado.

-Es lindo, sin embargo no puedo descifrar lo que quiere transmitir el autor mediante aquel poema-le responde después de analizar su respuesta por un minuto.

-Creo... Que habla del amor, uno imposible, la manera en la cual describe a la rosa se puede referenciar con su amada y el podría ser el ruiseñor, tal vez nos quiere decir que la persona que menos esperas te enseña pero las espinas de la rosa le impedían de cierta manera llegar hasta a ella, porque sus pequeños defectos les impedían estar juntos, lo más melancólico del poema es que la rosa algun día morirá, y nunca sabrá sobre los sentimientos que el ruiseñor tenía hacia ella-el discurso del pelinegro deja sin palabras a la castaña, claro que estaba sorprendida, ahora resultaba que Finn era poeta. ¿Por qué era tan perfecto? No, espera, de hecho tenía una mejor pregunta para ella misma ¿Por qué hasta este momento de daba cuenta?

-Ahora que ya compartieron sus ideas... Tendremos un pequeño parcial de tan solo 20 puntos-que hermosa manera de arruinar un momento tan especial, piensa la castaña con ironía mientras toda la clase se queja de las palabras mencionadas anteriormente por su maestra.

Las clases pasaron y ya era hora de ir a la cafetería, Millie iba caminando en compañía de Finn, el cual le contaba una vergonzosa anécdota sobre como casi quema la panadería gracias a Jaeden.

Millie soltaba algún comentario pesado y cargado con un poco de recelo hacia Jaeden cuando Iris Apatow se coló entre los dos jovenes con una sonrisa de suficiencia.

-Buenos días Finnie-Iris besa la mejilla del chico de manera estruendosa, la castaña no tarda en notar que gran parte de los estudiantes en el pasillo los miran curiosos.

-Iris, hola-el pecoso siendo siempre tan cortez, Millie hubiera preferido un millón de veces que hubiese pateado el trasero de la rubia a que le hubiera regalado una de sus famosas sonrisas.

-¿Quieres sentarte con nosotros?-la rubia señala la mesa llena de chicos con uniformes deportivos y animadoras. El rostro aterrorizadp de Finn no tenía precio.

-No gracias, me sentaré con Millie y los demás chicos-Finn sonríe algo avergonzado, el hecho de que Finn no la haya considerado una más de sus amigos le da algo de esperanza, al parecer Iris también nota ese pequeño detalle y no parece muy feliz con aquello.

Millie conoce el rostro de drama de la rubia, lo ha visto millones de veces, la rubia suele arrugar su nariz y desviar su mirada mientras frunce los labios. Justo como esta haciendo en este momento.

-Esta bien, te escribiré por la noche. Extraño a mi mejor amigo ¿Sabes?-Iris hace un puchero, algo que Finn ya conocía, hace un año, con tan solo ver a Iris haciendo ese gesto habría incluso saltado por una ventana. Pero ahora, con Millie Brown justo a su lado, se sentía capaz de decirle no, dejando muy en claro que el asunto de Iris había quedado en el pasado.

Ahora el verdadero problema era Millie Bobby Brown que no salía de su mente desde hace unos cuantos meses.

🎀🎀🎀🎀🎀🎀🎀🎀🎀🎀

Última parte del maratón .

¿Adivinen a quien se le fue el Internet? 😂💔.

Lamento la demora, pero aquí tienen.

Gracias por leer ❤❤❤.

Free Wifi |Fillie|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora