Capitulo 1

49 5 0
                                    

- ¡Silencio por favor!, estamos en medio de una sesión. De acuerdo, ahora ponle el plato de comida, muy bien, vamos Sam, cómetelo, eso es preciosa, así me gusta.

Alan Smith, uno de los mejores fotógrafos de Manhattan se encuentra en medio de una sesión de fotos de comida para mascotas, hasta ahí todo es normal, salvo por una cosa, una exigencia del fotógrafo, en todas sus sesiones, en el estudio no hay rastro de ninguna mujer. Pero, ¿Porque uno de los mejores fotógrafos de la ciudad no quiere que ninguna mujer trabaje con el?

Viajemos atrás en el tiempo para descubrirlo. 1992 hace dos años de la muerte de la madre de Alan tras una larga enfermedad, Alan de 16 años vive con su padre George Smith un apuesto hombre de 35 años que no soporta la idea de vivir solo, una tarde después de llegar del instituto Alan se encuentra a su padre sentado en el sofá:

- Me alegra que ya estés en casa, ven siéntate, hay algo de lo que quiero hablarte. - Dice George mientras agarra a Alan del hombro para llevarlo al sofá. - Sabes que cuando murió tu madre lo pasé muy mal ¿verdad?

- Si, apenas salias del cuarto y solo querías dormir.

- Si, pero gracias a ti, pude superar el dolor de la muerte de tu madre.

- Tu también me ayudaste a superarlo papá.

- El caso es que, ya ha pasado un tiempo, y sigo queriendo a tu madre y nadie podrá sustituirla en mi corazón, pero también soy joven todavía y no me gustaría pasar los últimos días de mi vida solo...

- Papá, no digas eso, yo nunca te abandonaré ni te llevaré a una residencia, siempre estarás conmigo.

- Gracias hijo, - Dice George mientras acaricia la cabeza de Alan. - pero, verás, ufff... esto me resulta un poco difícil, he conocido a alguien, es una mujer maravillosa, estoy seguro que te encantará conocerla, no pretendo que ocupe el lugar de tu madre jamás haría algo así, pero esa mujer me hace feliz y llevaba mucho tiempo sin sentir algo así por alguien...

- Papá, ¿intentas decirme que tienes novia? - Pregunta Alan ante los rodeos de su padre.

- Si, y la he invitado a cenar hoy para que te conozca, queremos vivir juntos ¿Qué dices?

Alan coge aire antes de contestar:

- ¿Eres feliz?

- Mucho.

- Pues si tú eres feliz yo no me voy a interponer en tu felicidad.

George abraza a Alan:

- Gracias hijo, se llama Mary y tiene una hija de tu edad, estoy seguro de que os llevaréis bien.

Alan sale de la sala y se dirige a su cuarto, saca un álbum de la estantería, en el están las fotos de su madre, comienza a llorar. Alan quiere que su padre sea feliz, pero, sigue echando de menos a su madre, el sueño le vence y termina dormido.

Al cabo de un rato Alan se despierta, alguien llama a la puerta:

- Alan, date prisa, están a punto de llegar. - Grita George desde el otro lado de la puerta.

-¿Cuanto llevo durmiendo? - Se pregunta Alan mientras mira el reloj.- Valla me he pasado con la siesta. - Alan comienza a vestirse, sabe que es una cena especial para su padre, y no quiere estropearlo, así que decide ponerse el traje de los domingos, el que usa para ver a sus parientes, el pantalón negro con la camisa granate y corbata negra. Alan se echa un último vistazo en el espejo.

Alan a pesar de tener 16 años ha heredado la belleza de su padre, alto, de pelo castaño, pero con los ojos color avellana de su padre, más de una compañera de clase suspira por el, y cuando se pone sus gafas de pasta negra muchas de sus compañeras sueltan una agradable sonrisa. Aunque todavía no se ha fijado en las chicas, apenas tiene 16 años.

Alan's PhobiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora